jueves. 28.03.2024

Un Gobierno borracho de poder

“No se incluirán en la cartera común de servicios aquellas técnicas, tecnologías y procedimientos cuya contribución eficaz a la prevención, diagnostico, tratamiento, rehabilitación y curación de las enfermedades, conservación o mejora de la esperanza de vida, autonomía y eliminación o disminución del dolor y el sufrimiento no este suficientemente probada”.

“No se incluirán en la cartera común de servicios aquellas técnicas, tecnologías y procedimientos cuya contribución eficaz a la prevención, diagnostico, tratamiento, rehabilitación y curación de las enfermedades, conservación o mejora de la esperanza de vida, autonomía y eliminación o disminución del dolor y el sufrimiento no este suficientemente probada”.

Este texto aparece publicado en el BOE el día 24 de abril de 2012, formando parte de un Real Decreto-ley de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones.

Cuando lo leo, tengo que volver a leer y no doy crédito.

El gobierno del Partido Popular sigue a pies juntillas las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional cuando a principios de este mes alerta del riesgo económico del incremento del gasto, que supone el envejecimiento de la población y la necesidad de combinar medidas que supongan un aumento de la edad de jubilación y un recorte de prestaciones.

Vuelvo a leer el párrafo que aparece en la Pág. 31288 del BOE y el concepto de genocidio aparece en mi cabeza de manera machacona. Rechazo la idea. No es posible. No puede ser. Un genocidio es un terrible delito con el que nos referimos a actos que se cometen con intención de destruir total o parcialmente a un grupo. No es posible. Vuelvo a leer.

Pero, ¿cómo interpretar esas terribles palabras que afirman que no se va a utilizar procedimientos, tratamientos que no estén suficiente probados? ¿Cómo damos esperanza y alivio al dolor de tantas personas, unos enfermos graves, otros mayores, que no responden a tratamientos convencionales, que están con tratamiento experimentales, que les supone un alivio, y sobre todo una esperanza? ¿Cómo avanza la ciencia si no es experimentando? ¿Para que queremos una sanidad, capaz de renunciar a aliviar el dolor? ¿Para que gastar en los desahuciados, en los viejos, si se van morir? ¿Es que acaso no vamos a morir todos? Ciertamente, pero algunos, los mas pobres, morirán con dolor. Otros morirán de tristeza. Otros reventaran de dolor o de rabia.

No doy crédito. No se puede ahorrar a costa de la salud, la vida y el bienestar de los ciudadanos. No se puede ajustar el déficit a costa del sufrimiento humano. No es justo. No es posible.

Busco otra información también reciente, que habla de la convocatoria de una gran manifestación para el 29 de abril. Los sindicatos y la Plataforma en defensa del Estado de Bienestar alertan de la gravedad, incluso antes de conocer lo publicado en el BOE, de las medidas de gobierno, llaman a movilizarse contra las medidas de recorte, contra la transformación del modelo social, en defensa de la sanidad y la enseñanza publica.

El 29 de abril estaré en la calle, con el sentimiento de luchar, no contra un gobierno democrático, sino contra un gobierno cuyas medidas quieren acabar con todos los derechos. Contra un gobierno borracho de poder. Contra un gobierno capaz de impulsar medidas inhumanas, para calmar a los mercados. Contra un gobierno cuyas medidas de recorte provocaran que muchas personas mueran rabiando, de dolor, o de tristeza.

Un Gobierno borracho de poder
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