Este artículo trata por un lado de incidir en las causas que subyacen tras la privatización del patrimonio público de todos los españoles, a la que son especialmente proclives los gobiernos del PP, que han provocado la fragmentación, la venta y el desmantelamiento de nuestras empresas estratégicas y de nuestros servicios públicos, y por otro lado hacer un llamamiento a la población para que trate por todos los medios de revertir esta situación.
Solo queda la opción de desprivatizar, de ello depende nuestro futuro.
Privatización en España
Telecomunicaciones: Telefónica En 1997 el gobierno de Aznar, siendo vicepresidente Rodrigo Rato, comienza la privatización de telefónica. Recientemente telefónica ficha a Rato, con un sueldo de 200.000 euros, a pesar de su imputación en el caso Bankia, así como a Iván Rosa, esposo de la vicepresidenta del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáez de Santamaría.
Eduarado Zaplana, que autoriza el ERE que ha supuesto 14.000 despidos en telefónica entre 2003 y 2007 y Urdangarín también estaban hasta fechas recientes en la nómina de la operadora.
Un nuevo ERE afectará a otros 6.800 empleados. Mientras César Alierta, que preside la compañía junto a Fainé (Abertis/La Caixa), Bankia y BBVA, recibe en 2011 un sueldo de 6,9 millones
En España tenemos Las tarifas de móvil más caras de la UE, y junto a EEUU, las más caras de la OCDE, sin embargo la deuda financiera de telefónica era de 58.310 millones de euros en junio de 2012, y su calificación está a dos escalones del "bono basura.
Retevisión Red española de señal de televisión y radio. Todo su capital es privatizado por el gobierno de Aznar en 1998. En 2003 el transporte de señales pasa a Abertis y la operadora es de Orange, de France telecom.
En Galicia opera R de CVC, fondo de inversión participado por Abertis/Capio.
Trasportes: Iberia Es privatizada por el gobierno de Aznar en 1999, siendo Rodrigo Rato ministro de economía. La Caja Madrid de Rato (Bankia) es el principal accionista de Iberia (23%).
El presidente de Iberia, Antonio Vázquez Romero (900.000 euros en 20011) realiza la fusión de Iberia con British Airways y constituye IAG. En el pacto se señala que hasta 2026 todos los beneficios de IAG se utilizarán en salvar los planes de pensiones de los empleados de British lo que, junto a la gestión asimétrica de IAG con ambas filiales (British incrementa su cuota de mercado un 23% en España mientras que Iberia la disminuye un 15%) y la cesión de rutas a vueling (presidida por el ex ministro de Aznar Josep Piqué) hunde a Iberia. IAG registra en el primer semestre de 2012 unas pérdidas de 231 millones de euros. En noviembre de 2012 se anuncia un ERE que supondrá el despido de 4.000 trabajadores de la plantilla de iberia.
La terminal T4, cuya construcción costó al pueblo español el doble del valor de iberia en bolsa, quedará a expensas de British.
Trasmediterránea, Privatizada y adjudicada en 2002 por el gobierno de Aznar a una UTE liderada por Acciona y participada por una empresa propiedad del ex ministro de Exteriores Abel Matutes y la desmantelada Caja de Ahorros del Mediterraneo. La naviera está en pérdidas.
Trasatlántica En los años ochenta pasa a formar parte del INI. En los noventa se privatiza y es adquirida por la Naviera Odiel. Posteriormente pasa a manos de los fondos de inversión Lajavi SL, que en 2010 entra en concurso de acreedores.
Empresa Nacional de Transportes por Carretera (Enarcar) fue privatizada por el Gobierno de Aznar en 1999 y vendida a Alsa, que a su vez la revende a la británica National Express.
Ferrocarril Rajoy y la ministra Ana Pastor pretenden fragmentar RENFE en 4 empresas y han aprobado la supresión de rutas de media distancia, dejando a muchos ciudadanos sin alternativa, para hacer más “rentable y atractiva” la compañía de cara a su privatización. Se preparan cientos de despidos.
Red de Autopistas, Privatizada por el gobierno de Aznar en el año 2003. Sacyr y Abertis/CVC copan el 71% de las concesiones, que amenazan con la suspensión de pagos debido a la disminución de sus beneficios, así que el Gobierno cubrirá pérdidas con fondos públicos, eso que CVC ni siquiera paga a hacienda por los dividendos obtenidos en Abertis gracias a una sociedad holandesa interpuesta.
Agua Aguas de Barcelona (Agbar ), pertenece al grupo francés Suez (75%) y a La Caixa (25%) Junto con Aqualia de FCC y Acciona, gestionan la mitad de los abastecimientos de agua en España, pero la privatización continúa. En noviembre de 2012 la Generalitat del ¿nacionalista? Artur Mas privatiza todavía más el agua de Cataluña y adjudica la empresa pública Aguas TER Llobregat a la UTE de Acciona (pendiente de un recurso interpuesto por Agbar). Esperanza Aguirre también ha intentado privatizar el agua de Madrid (canal de Isabel II) pero deja la presidencia de la CAM sin lograr su objetivo. Botella, sin embargo, ya ha contado en los presupuestos de 2013 con los fondos que piensa obtener de la venta de la mayor parte del porcentaje del Canal de Isabel II (10%) que es propiedad del Consistorio madrileño.
Sanidad La privatización de la financiación y de la gestión de la sanidad pública es especialmente severa en las CCAA gobernadas por la derecha El caso de Madrid presenta una gravedad espacial, ya que sus grandes hospitales públicos han sido referencia en determinadas patologías, no solo para la población de la comunidad madrileña, sino para toda España.
Tras el rodillo de Aguirre llega Ignacio González, que pretende traspasar a fondos de capital riesgo extranjeros la gestión de otros 6 hospitales, que se sumarán a los que ya gestionan actualmente, el Hospital de Torrejón, de Bupa-Sanitas, y los hospitales de Valdemoro, Móstoles y Collado Villalba de CVC/Capio. Al menos uno de ellos, el de Valdemoro, se adjudica a CVC/Capio cuando Manuel Lamela, que ahora es socio de Capio, era el Consejero de Sanidad de la Comunidad.
Manuel Lamela es sustituido por Güemes, que adjudica los laboratorios de los nuevos hospitales de Madrid a una empresa participada por Ribera salud. La Suiza Unilabs compra el 55% de estos laboratorios, que gestionará junto a Ribera Salud y ficha a Güemes. El ex.consejero se ve forzado a dimitir.
Más privatizaciones: Indra Empresa tecnológica y de armamento, es nacionalizada en gran parte en 1998, durante el gobierno de Aznar, siendo Rato ministro de economía. Su principal accionista (20%) es la Bankia de Rato. En el primer semestre de 2012 reduce sus ganancias un 42% con respecto a 2011.
Tabacalera En 1997, durante el gobierno de Aznar, siendo su presidente César Alierta (actual presidente de telefónica) finaliza su privatización. Alierta gana 1,86 millones con la venta de sus acciones y fue imputado por información privilegiada. El fiscal anticorrupción lo considera culpable pero en el año 2010 es absuelto por el Tribunal Supremo. En 2007, cuando la empresa estaba presidida por A. Vázquez Romero (el ejecutivo que pone a Ibera en manos de British) es vendida al grupo británico “Imperial Tobacco”
Aceralia Inicia su privatización durante el primer gobierno de Aznar. Se constituye Arcelor, que en 2006 se fusiona con Mittal, empresa registrada en un paraíso fiscal de las Antillas holandesas, con el príncipe de Luxemburgo como consejero. El principal gestor de la privatización de Aceralia fue José R. Alvarez Rendueles, que posteriormente presidió Arcelor. Actualmente la calificación de ArcelorMittal se encuentra al nivel del bono basura.
Medios de Comunicación. El gobierno de Rajoy ha abierto la puerta a la privatización de las TV Autonómicas que despiden al grueso de sus plantillas. Empresas vinculadas al PP pretenden el control de sus informativos.
Abengoa Cristóbal Montoro había creado una consultora que tenía a Abengoa entre sus clientes y el 30% de sus acciones, que vende al llegar al gobierno, pero su hermano aún cuenta con el 15%. Recientemente Montoro desautoriza a Soria, el ministro de industria, en relación al posible impuesto a la energía renovable, lo que ha hecho subir la valoración bursátil de esta compañía.
Abengoa tiene una deuda elevada y en 2011 vende toda su división eólica a la empresa holandesa de energía NUON Y el 40% de su filial tecnológica Telvent al grupo galo Schnenider
Loterías. Montoro ha colocado a su cuñado de presidente de loterias, puesto clave en vistas a su privatización.
Consideraciones finales
La privatización de las empresas públicas españolas se ha realizado de forma opaca e ilegítima y ha estado plagada de conflictos de interés. El hecho, siempre presente, del nombramiento de los miembros del gobierno implicados en la privatización como consejeros, muy bien pagados, de la empresa concesionaria, refleja su agradecimiento al gobernante, ya que solo las empresas más rentables o las saneadas con dinero público, se privatizan, lo que no solo no ha dado lugar a un incremento de los ingresos públicos sino que ha disparado el déficit. En este contexto, el discurso de que las privatizaciones responden a un aumento de la competencia o a la necesidad ineludible de mejorar la eficiencia en momentos de crisis, no solo no se sostiene en estudios serios sino que insulta a la inteligencia, ya que el monopolio público se sustituye por un oligopolio privado y la gestión de las empresas privatizadas ha sido nefasta ya que la mayor parte de ellas acumulan pérdidas millonarias, a pesar de los EREs y del aumento continuado de las tarifas y de los Copagos, o han sido vendidas al mejor postor, incluyendo a empresas privadas o públicas de otros países.
Sin embargo, participaciones y millones de acciones de las empresas privatizadas pertenecían a Bankia y a otras cajas de Ahorros saneadas con fondos públicos, por lo que, por derecho, deberán pasar a propiedad del Estado, como ocurre con las propias Cajas de Ahorros nacionalizadas, incluyendo a Bankia y con Iberia, Telefónica, Indra, Transmediterranea, los hospitales de Ribera salud de Madrid y Valencia, el laboratorio central de Madrid, La RM de Valencia o la gestión del agua.
Sindicatos y partidos de izquierda, imprescindibles en estos momentos, junto a los estudiantes, los jóvenes sin trabajo, los pequeños empresarios abocados al cierre, los trabajadores despedidos, los mayores, los maestros, los pacientes, los médicos, los periodistas… deberemos unirnos, como ya está ocurriendo en Madrid para revertir esta situación. La privatización en España ha fracasado. Solo queda la opción de desprivatizar.