viernes. 29.03.2024

La indecencia política del pacto Podemos-IU

Esta vez parece que va en serio y que la absorción de Izquierda Unida por Podemos será un hecho antes de las elecciones generales.

Esta vez parece que va en serio y que la absorción de Izquierda Unida por Podemos será un hecho antes de las elecciones generales. En principio el pacto permitirá algún respiro económico a IU, para poder así venderlo entre sus bases, pero es evidente que el final a medio plazo será la desaparición física de IU. Digo la desaparición física, porque la desaparición ideológica ya se ha producido. Sin un discurso propio que diferenciar de Podemos, con una parte importante de su militancia muy cercana a las posiciones ciudadanistas de Podemos y con una retórica marxista que realmente ya no cree ningún dirigente, el final de IU como fuerza relevante de la izquierda era algo predecible.

El cambio que ha propiciado la posibilidad del pacto no ha sido en IU, que ya ofreció todo en la negociación previa a las elecciones del 20D, sino que se ha producido en Podemos. Parece evidente que Pablo Iglesias piensa ahora que los intentos de vender a Podemos como una fuerza transversal están destinados al fracaso por su propia, y la de otros dirigentes de su partido, retórica antisistema durante las primeras etapas de existencia de Podemos. Aunque Podemos sea sin duda una fuerza entre lo social-demócrata y lo social-liberal es evidente que durante los primeros meses proyectó una imagen radical de la que ahora no puede librarse. En esta situación Pablo Iglesias, parece que con la oposición de la facción de Íñigo Errejón, piensa que es mejor arrasar primero todo lo que quede a su izquierda antes de comenzar el inevitable “giro al centro” en el caso de que alguna vez alcancen una parcela de poder. En esta situación el abrazo del oso a IU en forma de pacto electoral parece la opción perfecta para conseguir lo que nunca fue capaz de hacer el PSOE, eliminar cualquier competencia a su izquierda. Este le permitiría un margen de maniobra mucho mayor cuando la timidez de las políticas que aplica en los lugares dónde está teniendo acceso al gobierno sea cada vez más patente. Podemos busca así, con la desaparición de IU, la coartada del voto útil a la izquierda del PSOE, igual que el mismo PSOE siempre ha buscado el voto útil a la izquierda del PP.

En Izquierda Unida esta fusión por absorción con Podemos está siendo acompañada por un vergonzoso espectáculo de indignidad política por parte de muchos de sus dirigentes. El objetivo de tratar de persuadir a la militancia de que solo se trata de un acuerdo estratégico cuando es en realidad un cambio radical en la postura política de IU.

Es evidente que se puede defender en IU una postura ideológica que abandone los principios de lucha contra el capitalismo y la defensa de la clase trabajadora como supondría el pacto con Podemos, pero se ha de tener la dignidad de hacerlo con honradez y sin mentiras. Si hace solo unos meses, durante la campaña electoral del 20D, Podemos era la raíz de todos los problemas de la izquierda para los candidatos de IU, no puede haber pasado ahora a ser la solución. No puede hacerse una campaña electoral de defensa de los valores de la izquierda frente a los planteamientos ciudadanistas de Podemos y unos meses después proponer una coalición con Podemos. O se miente ahora o se impostaba la crítica antes.[1]

En ambos partidos los mensajes cambiantes muestra una falta absoluta de principios. De pronto, para Pablo Iglesias, IU se han convertido en una fuerza moderna y de cambio que merece todo su respeto, aunque los insultos continuados están aún calientes en las hemerotecas. Podemos recordar aquel párrafo que ya ha pasado a la historia: “Deja de estar tan preocupado con las cosas que nosotros hacemos y con lo que nosotros proponemos, Sigue viviendo en tu pesimismo existencial. Cuécete en tu salsa llena de estrellas rojas y de cosas, pero no te acerques, porque sois precisamente vosotros los responsables de que en este país no cambie nada. Sois unos cenizos. No quiero que cenizos políticos, que en 25 años han sido incapaces de hacer nada, no quiero que dirigentes políticos de Izquierda Unida, y yo trabajé para ellos, que son incapaces de leer la situación política del país, se acerquen a nosotros. Seguid en vuestra organización. Presentaos a las elecciones, pero dejadnos en paz. Habéis sido incapaces en muchísimos años de entender lo que estaba pasando, de hacer una lectura coherente. Quedaos en vuestro sitio. Podéis cantar la Internacional, tener vuestras estrellas rojas… yo no me voy a meter con eso. Es más. Hasta puede que vaya, porque a mí eso también me emociona y me gusta, pero no quiero hacer política con eso. Dejadnos vivir a los demás”. Alberto Garzón ya no afirma, como en la última campaña electoral, que “Podemos aspirar a ser la UCD del presente”. Aunque ya nos indicó Julio Anguita en la una entrevista reciente que lo que se dice en campaña son solo soflamas para los votantes y que no significan nada. No hay nada como la política de valores morales y principios ideológicos firmes. De la misma forma Cayo Lara también parece haber olvidado la OPA hostil de Podemos a IU, aunque es difícil conoces cuál es la postura del todavía Coordinador Federal dada su anuencia a que Alberto Garzón aparezca como el líder absoluto de IU, a pesar de que no tiene ningún cargo orgánico que le permita desempeñar esa función.

Pero en esta “nueva política” que ha engullido a IU todos los principios son de usar y tirar, asemejándose más a una canción del verano que a posiciones políticas sólidas. Las primarias son el primer ejemplo. Hace unos meses eran la panacea a todos los males de la política. Ahora, una vez han servido para situar en los puestos de mando a las figuras mediáticas aupadas por los medios de comunicación del capital han dejado de tener importancia. Podemos e IU han filtrado que las listas están ya hechas y que serán habilitados algunos puestos de salida para miembros de IU afines al actual liderazgo sin que ello provoque el más mínimo sonrojo en los defensores de las primarias[2]. Del mismo modo hace solo unos meses las unidad popular era un proceso “desde abajo, con pleno protagonismo ciudadano y con total horizontalidad” y del mismo modo Podemos rechazaba las “sopas de siglas”. Sin embargo ahora nos enteramos que Pablo Iglesias y Alberto Garzón reconocen que llevan meses negociando un pacto de mesa camilla y que incluso Toni Valero ha tenido reuniones en “representación” de IU con dirigentes de Podemos para perfilar el pacto. Supongo que si pactan las dos castas dirigentes de ambos partidos también podremos hablar de total horizontalidad. La misma Unidad Popular que fue el hit parade de las navidades pasadas parece ahora amortizada, aunque no sabemos si pendiente de una resurrección repentina para hacer pareja con Podemos en la papeleta de las próximas elecciones.

Otros dirigentes también parecen haber olvidado las ideas que ellos mismo llevan años defendiendo. Julio Anguita, inventor de la teoría de las “dos orillas”, aboga ahora de forma entusiasta por el pacto con Podemos, a pesar de que Podemos ha ofrecido al PSOE un gobierno en coalición. ¿Cuándo fue que el PSOE cambió de orilla? ¿O acaso pretende hacernos creer que un gobierno PSOE, Podemos e IU va a enfrentarse a Bruselas por un cambio real en las políticas de la zona euro? Lo que da de sí un pacto con el PSOE lo tenemos en Andalucía muy reciente. El hecho de que desde que se ha convertido en promotor del pacto Podemos – IU haya vuelto a tener la presencia mediática que tanto añoraba podría explicar muchas cosas. El papel de “jarrón chino” no se limita a los ex-presidentes,

En todo esto, el papel de Cayo Lara también está siento difícil de entender. Su participación primero en allanar el camino para el control absoluto de IU colaborando en la desfederación de IUCM y su posterior aceptación de aparecer como convidado de piedra a pesar de seguir siendo el Coordinador Federal no lo deja en muy buen lugar, ni siquiera a los ojos de personas que siempre lo habíamos apoyado. Me cuesta creer que una persona de procedencia obrera como Cayo Lara vea con buenos ojos esta deriva de IU, pero es evidente que sea cual sea su motivación ésta no lo exonerará de su papel como colaborador necesario a la liquidación de IU.

Todo el proceso se está llevando a cabo con una falta absoluta de transparencia e incluso de decencia. Las decisiones se toman y posteriormente se someten a órganos completamente controlados. La mayoría de las actuaciones llegan a oídos de los militantes por la prensa, como el caso de la existencia de contactos desde hace meses entre dirigentes de Podemos e IU.

Dentro de esta falta absoluta de decencia política se enmarca la “consulta” a las bases que se está llevando a cabo estos días. Antes de adelantar nada de lo negociado, que según la mayoría de las filtraciones está prácticamente atado, se pregunta a las bases para que se pronuncien sobre un pacto del que desconocen absolutamente todo, con una pregunta tan general, “¿Apruebas una coalición electoral con Podemos y otras fuerzas de cara a las elecciones del 26 de junio?”, que permitirá a los dirigentes afirmar que el pacto con podemos, sea el que sea, ha sido “refrendado” por la militancia[3]. Leyendo esta pregunta no he podido evitar recordar esta otra: “¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?”. La recuerdan, ¿verdad? Y como esa pregunta ya clásica, la de Izquierda Unida también tiene un preámbulo con las supuestas condiciones. Condiciones que, como en el caso del referéndum de la OTAN, nunca se cumplirán. Tan falsa es la consulta que el 3 de mayo, antes de que finalice el plazo de votación, IU ya envía una nota de prensa indicado que Podemos e IU han creado un equipo mixto para llevar a cabo la “negociación”. ¿No sería más democrático esperar a que se pronunciara la militancia a la que se supone se ha preguntado?

Lo más relevante de este pacto es que hasta ahora no se ha hablado prácticamente del programa. Resulta relevante que el inventor del “Programa, programa, programa”, Julio Anguita, reconvertido en apóstol de la confluencia, no haya dicho una palabra respecto a como aunar dos programas que sobre el papel son tan contrapuestos como los de Podemos e IU.

Hagamos un breve recorrido. Si hacemos caso a los programas debemos concluir que IU es una fuerza anticapitalista, que se opone al euro y al pago de la deuda, contraria a la permanencia de España en la OTAN y a la presencia de bases militares, que propone la total separación de la Iglesia católica del estado, defiende la centralidad de la clase trabajadora y la oposición al imperialismo y muestra su apuesta por la educación pública y el fin de los conciertos educativos que permiten a la Iglesia católica acaparar un porcentaje considerable de la educación en España. ¿Qué podemos decir de Podemos? Podemos es una fuerza que se ha definido repetidamente como social-demócrata, que está a favor de la permanencia de España en la OTAN, que respalda la presencia de las bases militares en España, que defiende la transversalidad de sus propuestas frente a la perspectiva de clase,  que afirma “que no hay alternativa a la economía de mercado”, que el comportamiento de muchos de sus alcaldes[4] con respecto al poder católico deja muchas dudas de su verdadera voluntad de acabar con los privilegios de la Iglesia católica, que su líder se muestra rendido admirador del Papa católico y que tiene entre sus ideólogos principales a Santiago Alba Rico,  defensor de la invasión y destrucción de Libia por parte de la OTAN. Podemos también se ha manifestado de forma inequívoca a favor de los conciertos educativos con la Iglesia católica.

Es evidente que ninguna de estas cuestiones es menor, y que desde luego son diferencias programáticas tan enormes que deberían evitar cualquier coalición electoral entre ambos partidos. Sería incluso más compatible una coalición Podemos + PSOE desde el punto de vista programático e ideológico que una Podemos + IU. ¿Cuál es entonces el secreto de que no importen las graves diferencias programáticas de IU y Podemos para un posible pacto? El secreto es simple, prácticamente ningún dirigente y solo una minoría de militantes de IU creen de verdad en una izquierda socialista de clase trabajadora. La mayoría de la militancia de IU proviene ya de la “clase media”, ha aceptado el capitalismo en todas sus facetas y solo aspira a una tímida transformación de tipo Syriza. Entre los dirigentes las referencias a la clase trabajadora ya solo son retórica para mantenerse en el cargo. Este hecho se ha agudizado con el relevo generacional. La mayoría de los “nuevos” dirigentes de IU son políticos profesionales casi desde la adolescencia, no conocen otro trabajo que el cargo y provienen de una clase media urbana de élite trabajadora y ajena a lo que es el mundo obrero. Para ellos el trabajo en general, y el trabajo manual en particular, son completos desconocidos. Estos dirigentes se sienten más a gusto en un conferencia en la universidad que en un tajo. Para ellos “clase trabajadora” es simplemente un significante vacío más. Así IU puede aceptar que uno de sus actuales responsables en el área económica, Eduardo Garzón, ponga como ejemplo a la pequeña y mediana empresa cuando es donde se concentra la mayoría del abuso al trabajador en términos de personas sin contrato, horarios abusivos, impago de salarios y negación del derecho a la huelga, sin que nadie en el partido levante la voz ante tal barbaridad.

Esta cuestión que es la base de la situación actual, la conversión de IU en una fuerza social-demócrata similar al PSOE de hace algunas décadas es la que se soslaya. Solo en reuniones a puerta cerrada se admite. La negación de este cambio lleva a muchos dirigentes de IU a posiciones absurdas. Así en una reciente entrevista Julio Anguita, impulsor constante de la podemización de IU afirmaba: “El problema que tenemos es la UE, el euro y el pago de la deuda.”. Esto lo hacía en una entrevista en la que defendía una y otra vez una unión de Podemos e IU. ¿Acaso olvidaba entonces que Podemos está a favor de forma inequívoca de la UE, el euro y el pago de la deuda? Si el problema es la UE, el euro y la deuda, ¿cómo va a solucionar algo un pacto con Podemos que está a favor de la UE y el euro, y que se ha mostrado a favor de pagar la deuda más allá de fuegos de artificio de “auditorías ciudadanas”?

Es evidente que la preparación del programa de la coalición preocupa a los dirigentes de IU. Una cosa es no creer en un programa que se sabe que no se podrá aplicar y otra cosa es poner en evidencia negro sobre blanco la transformación de IU en una fuerza social-demócrata. Dado que es muy improbable que Podemos acepte ninguna de las propuestas más radicales de IU, incluso para lo que ya se considera “radical” en IU, la confección del programa dejaría muy evidente la rendición ideológica de IU en el pacto. Lo mismo ocurre con la campaña.

La aberrante solución a este problema la ha planteado el candidato Alberto Garzón, con la propuesta de que IU y Podemos tengan programas y campañas separadas. Me pregunto entonces a qué programa estará votando una persona que deposite la papeleta de “Podemos + 1 o varios” en la urna. Aunque esto tiene poca importancia, ya que como una de las representantes más cualificadas de la nueva política, Manuela Carmena, nos avisó no hace mucho los programas no comprometen y son solo una “lista de sugerencias”. Para que sirven los programas en esta nueva política también quedó claro en el gobierno de Syriza, referente de Podemos y durante un tiempo también de los dirigentes más cercanos a Podemos de IU, justo hasta que el viraje brutal de Syriza hacia el neoliberalismo los dejó mudos. Sin embargo, parece que visto lo bizarro de la propuesta se ha decidido crear un documento base de coincidencias, aunque aún no se sepa si eso será un programa compartido o solo un conjunto de propuestas comunes.

Todo se tapa con la promesa de un cambio radical con la victoria, al igual que ocurrió en Grecia cuando las evidencias en contra de la veracidad de las propuestas de Syriza se acumulaban. El recorrido de tales falsas expectativas se ha visto ya demostrado con la victoria de Syriza en Grecia y las política ultraliberales que está aplicando. Y no olvidemos que la victoria de Syriza fue muy cercana a la mayoría absoluta, situación que en España ni siquiera se contempla. Desafortudamente, el nivel de formación de una enorme parte del electorado hace que este tipo de apelaciones a soluciones simplistas tenga bastante éxito electoral. Esto lo demuestra el hecho de que se sigan haciendo en España las mismas promesas que han fracasado en Grecia hace solo unos meses. ¿Qué plan tienen Podemos e IU para evitar que si alcanzan el gobierno les pase lo mismo que a Syriza? El argumento simple de que España no es Grecia se sostiene muy poco si recordamos como la UE impuso en Italia al primer ministro Mario Monti, siendo Italia un país con un PIB superior a España.

Y todo esto coincide con una presencia mediática totalmente inusual, para dirigentes de IU, de Alberto Garzón y Julio Anguita sin que nadie en la militancia se cuestione nada por ello. ¿De verdad resulta creíble que si un pacto de Podemos e IU amenazara los privilegios del capital[5] en España los medios al servicio de dicho capital pondrían un altavoz a quienes los ponen en peligro? Un poco de inteligencia, individual y colectiva, no estaría de más. 

Y para el final dejo la indecencia que no es la más grave en términos reales pero sí la más miserable. Para vender la unión con una fuerza pequeño burguesa como Podemos dirigentes de IU y del PCE están recurriendo a figuras claves de la historia socialista como Lenin, Castro, Chávez y últimamente Pasionaria para tapar sus propias vergüenzas. Usar a estas figuras de la lucha obrera para vender IU y el PCE a los universitarios “cool” y su generación “mejor preparada de la historia” resulta realmente obsceno. Por un mínimo de dignidad deberían dejar a los muertos en paz. Como decía Samuel Johnson el patriotismo es el último refugio de los canallas, y esa referencia a Dolores es patriotismo de partido donde se están refugiando muchos.

Es muy posible que los dirigentes de IU que están encabezando esto consigan en las próximas elecciones lo que buscan, que no es otra cosa que asegurarse un puesto de trabajo. A cambio habrán conseguido asestar un golpe muy duro a la lucha de la clase trabajadora en España. El PCI puede ir haciendo un hueco en su tumba para el PCE que ya muerto solo espera sepultura. IU por su parte ni siquiera será enterrada, sino mantenida con respiración asistida hasta que deje de serles útil.

“Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos hacerse cargo. A veces es necesario dar vuelta a la página y empezar de cero aunque cueste o duela. El mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla”. Dolores Ibárruri.


[1]     Es un ejercicio muy divertido releer lo que los dirigentes de IU más entusiastas con la fusión con Podemos ahora escribían de Podemos hace solo unos meses durante la campaña del 20D. ¿Tan profundos son sus principios o si no gustan en Podemos tienen otros?

[2]     Entre los que, por cierto, jamás me he encontrado.

[3]     Resulta lamentable que Podemos haya tenido más respeto por sus militantes que IU y haya anunciado una consulta una vez el pacto esté cerrado.

[4]     Que oficialmente muchos de estos alcaldes no se hayan presentado como Podemos no significa que no lo sean en la práctica, como el caso de Cádiz.

[5]     Me gusta llamar a las cosas por su nombre y me niego a usar esa estupidez del “IBEX 35”.

La indecencia política del pacto Podemos-IU