jueves. 28.03.2024

La corrupción y el respaldo ciudadano

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¡Ya está bien! La paciencia y la ética democrática marcan un límite y lo hemos superado ampliamente. De los más de 24 millones de votantes, casi 8 millones han decidido votar al Partido Popular. Todo el mundo es conocedor de la situación judicial del partido ganador -“Una organización delictiva creada para delinquir”- así lo aseguran varios autos judiciales. No tengo intención de poner en entredicho, la voluntad de cada votante popular, ejercen su derecho. De la misma manera que no voy a admitir que unos corruptos, con el consentimiento de sus votantes, nos lleven al país de “nunca jamás” repleto de pepedrilos y millones de campanillas. Mi derecho en entredicho. El interés de una minoría nunca puede prevalecer conculcando los derechos mayoritarios de una nación.  

Reescribimos la historia: Sanchís, Naseiro, Lapuerta, Bárcenas,… forman parte de “esos personajes de los que usted me habla”. Todos los tesoreros implicados-imputados-investigados. Un partido, el Popular, fundado en 1989, sobre las cenizas de AP y el Señor Fraga, procedente del lado oscuro, como alquimista. Tras 27 años de sucias maniobras orquestales en la oscuridad, han depositado una fianza de 1,2 millones de euros por su implicación en el caso Bárcenas. Ahora, tras el 26J, pretenden que pelillos a la mar, “venga a gobernar”… y tres huevos duros, como diría aquel “iluminati” en modo estrella fugaz.

Millones de euros en Suiza, la segunda casa de los patriotas. Aparecen listados, altos cargos con sobres en sus bolsillos. Se acumulan escritos judiciales en diversos casos que implican al PP en fraude, corrupción y financiación ilegal. Mordidas, comisiones, fundaciones fantasmas, ordenadores demolidos… y así hasta el esperpento. El Presidente del gobierno en funciones de Rajoy, dice desconocer todos los casos por los que le interrogan. Más de 375 implicados a los que traslada al anonimato. O no sabe o no quiere saber. La ignorancia del ignorante no le exime de responsabilidad.

No podemos permitir que un partido haga trampas electorales durante más de 27 años, porque los resultados están contaminados e  invalidados de pleno derecho. Sus decisiones nulas y la resultante, un  Estado fallido. Un corrupto no puede dirigir un país. La sociedad ya conoce a los golfos que han robado, al partido que los cobija y, tras el 26J, a los votantes que los respaldan -aunque, claro, el voto es libre y secreto-. Un partido dopado no puede acudir a las Olimpiadas Democráticas. Los millones de votantes que han depositado en la urna  la papeleta del PP son corresponsables de la corrupción y están ética y moralmente deslegitimados ante el resto de los españoles. Unas elecciones no validan a los corruptos, por más millones de seguidores que los apoyen.  

Hemos retrocedido tanto que ya no divisamos la orilla. Encabezamos los rankings europeos cuando se les da la vuelta. Nos venden recuperación económica y recogemos miseria. Todos los corruptos se cegaron con el brillo de la codicia y se quemaron en la hoguera de la avaricia. El estado de derecho en entredicho y la ética expulsada de la “bolsa de valores” por ser considerada bono basura. Les puedo asegurar que NO EN MI NOMBRE…y ¿en el suyo?

La corrupción y el respaldo ciudadano