miércoles. 24.04.2024

Banderas a media asta sin hasta…

legion

Un viaje al futuro mirando al pasado, un país de pandereta, donde se mezclan las torrijas con el incienso y el chiringuito playero con el fervor mariano, que no marianista

El Rey, Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal y en su nombre el Ministerio de Defensa ordenan que la bandera española ondee a media asta en todas las unidades, centros y acuartelamientos, “desde las 14.00 horas del Jueves Santo hasta las 00.01 horas del Domingo de Resurreccióncon motivo de la muerte de Jesucristo. En su día, siendo Carme Chacón Ministra de Defensa emitió una Orden anulando simbologías con componentes religiosos y acotando los casos y acontecimientos para “izar a media asta la bandera nacional”. Con la entrada de PP al gobierno se anuló esa orden y se restituyó la simbología militar en conjunción con la Iglesia Católica. Argumentar que la Constitución Española proclama el Estado Aconfesional es como “predicar en el desierto” si de dar ejemplo hablamos. La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) afirma que “va contra la legalidad” y debería ser sancionado su cumplimiento. Un viaje al futuro mirando al pasado, un país de pandereta, donde se mezclan las torrijas con el incienso y el chiringuito playero con el fervor mariano, que no marianista.

Dicen que la orden partió del jefe del JEMAD, parece claro que la cobardía se viste de pusilánime y se parapeta entre estrellas de cuatro puntas. La escala de mando está para cumplirse y Alfredo Ramírez, actual responsable, no es la excepción.

 Spain is diferent, decía un casposo slogan de los años setenta y así se fue forjando la fama del país como  una potencia mundial en el sector del turismo. Bien está que pongamos de relieve la inmensa diversidad que presentan los distintos territorios y aunemos esfuerzos para que el valor añadido pueda ser incrementado, diversificando la oferta turística. Pero en ningún caso pueden mezclarse conceptos, no puede ser que “todo vale, valga para todo”. Hay líneas que nunca se deben atravesar.

Unos día atrás las redes sociales convirtieron en viral un acto de La Legión en una planta del hospital de Málaga, interpretando su himno “El novio de la muerte” ante la presencia de niños enfermos de cáncer. Podría calificarse de sádico, un esperpento patético merecedor de expediente disciplinario por parte de quien autorizó esa malvada escena. Sin olvidarse del responsable del hospital, por permitir ese acto en un recinto que está bajo su responsabilidad. Sólo faltaba la cabra aupada a una escalera en tijera y girando sobre sí misma. Existen instituciones ancladas en el pasado. La Legión y su apretado desfile son más propios de aquellos tiempos de los Tercios de Flandes, aunque sin Alatriste y sin los flamencos en oposición visceral. Algo huele a Millán Astray y a Paquito en las salas de banderas de esos cuarteles, impropios del siglo XXI, en contradicción con el espíritu democrático que debería imperar en el país.

Se mezcla sin rubor el concepto constitucional de Estado ACONFESIONAL con las costumbres enraizadas entre los ciudadanos. Ponen como coartada que el 80% de los españoles se considera católico, que viene a ser como pillar el rábano por las hojas. Sin entrar en que sólo es una aplastante minoría la que convive con el fervor religioso, tan respetable como los asistentes al rito judío o los musulmanes que acuden a las mezquitas. Existe una verdad incontestable, las leyes en un estado moderno están para cumplirse y nunca para su regate en corto, a conveniencia del manipulador de turno. Confiemos que si la liga la pierde el Real Madrid, los cuarteles mantengan sus banderas en todo lo alto, no vaya a ser que Mariano se ponga tontito.

Banderas a media asta sin hasta…