viernes. 19.04.2024

¿Sorprendente gripe?

Ya es un clásico de enero-diciembre: algún responsable de la administración sanitaria echándole la culpa de todo a la gripe, que una vez más ha tenido la osadía de presentarse sin avisar y con una especial contundencia.

gripe

Otra año mas las autoridades sanitarias dicen estar sorprendidas por la epidemia de gripe y sus resultados conocidos: aumento de la demanda en los centros sanitarios, atascos en las urgencias, camas en los pasillos, enfermos esperando muchas horas, a veces días a tener una cama en las salas de hospitalización, etc, etc. Ya es un clásico de enero-diciembre: algún responsable de la administración sanitaria echándole la culpa de todo a la gripe, que una vez más ha tenido la osadía de presentarse sin avisar y con una especial contundencia.

Realmente lo sorprendente no es la gripe sino otras cosas relacionadas con lo que sucede. La primera sorpresa es que alguien que debe tener algún conocimiento sanitario pueda decirse sorprendido por una epidemia que ocurre todos los años en el hemisferio norte entre diciembre y enero desde que se tienen registros sanitarios (mas de 200 años), es mas o menos como si todos los días nos sorprendiéramos de que amanece y unas horas mas tarde anoche y si el día y la noche no están nublados vemos el sol, la luna y las estrellas.

La segunda sorpresa es que los mismos no se hayan dado cuenta que después de someter a la Sanidad Pública a un sistemático proceso de jibarizacion ( menos presupuestos, menos personal, menos camas abiertas en los hospitales, menos recursos en atención primaria,…) , han hecho que su capacidad para responder a las demandas sanitarias de la población se hayan visto seriamente disminuidas y deterioradas, y que así las cosas cada vez que se produce un pico de la demanda asistencial, aunque sea lo esperable, se provoca un colapso en los puntos de acceso.

La tercera es que después de darnos continuamente la matraca con el envejecimiento de la población y sus consecuencias sobre el gasto sanitario hayan sido incapaces de relacionar el aumento de la población envejecida con una mayor gravedad de la afectación de la gripe (morbilidad y mortalidad) que incrementa las necesidades de atención sanitaria y agrava mas el problema.

La cuarta es la casi infinita paciencia de la ciudadanía  que soporta unas urgencias masificadas, un tratamiento deshumanizado (por cierto ¿que hay de tanto programa para “humanizar la Sanidad”? , o es que no tiene nada que ver con esto) y degradante y en muchos casos de baja calidad por muchos que se esfuercen los trabajadores sanitarios que les atienden.

La quinta es la abulia al respecto de los responsables de la oposición, mas preocupados en su batallitas internas o en esperar consejos imposibles de objetos inanimados, que en solventar los graves problemas de la ciudadanía que es la que les paga.

Y por fin sorprende que ningún responsable sanitario a ningún nivel admita responsabilidad alguna, porque ya se sabe que les pusieron ahí no para resolver los problemas sino para intentar que pasaran desapercibidos.

Una última sorpresa es que pasara el próximo año, desgraciadamente de este poco se puede esperar. ¿Habremos aprendido a dar una respuesta adecuada a un problema perfectamente previsible?.  Eso si que seria una verdadera sorpresa, pero es de temer que otra vez vuelvan a sorprenderse los de siempre al comprobar cómo sus malas políticas, su conocida ineptitud y su crónica imprevisión causan los mismos o peores resultados.

¿Sorprendente gripe?