jueves. 28.03.2024

Entre Barcelona y la secesión, Colau elige lo segundo

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Ayer celebramos una reunión extraordinaria del Consell de la Federació de Barcelona del PSC, al objeto de analizar y fijar posición ante la ruptura unilateral y arbitraria por la Señora Colau del pacto de gobierno entre la coalición que lidera –Barcelona en Comú- y el PSC. Previo al debate intervinieron los compañeros Jaume Collboni, Miquel Iceta y Ferrán Pedret. Como conclusión del debate se aprobó por unanimidad una extensa Resolución del Consell, que resumo en lo substancial:

- La ruptura con el PSC es un acto indigno, ajeno y contrario al balance positivo que la propia Señora Colau venía haciendo de año y medio de gestión municipal conjunta. Es indigno que la Señora Colau haya guardado silencio a la hora de la consulta a sus bases, así como la tendenciosa pregunta que se les ha sometido a votación. Por ello, es altamente significativo, en consecuencia, la escasa participación en el “referéndum” y el que sólo un 55% haya aprobado la ruptura con el PSC y un 45% hayan votado por la continuidad de ese gobierno municipal de coalición progresista.

- La ruptura de dicho gobierno municipal progresista comporta:

  1. Que se somete a la ciudad de Barcelona, nada menos, a la lógica de la división y el enfrentamiento que promueven los secesionistas y los inmovilistas, los cuales han celebrado por igual la ruptura del pacto progresista. Entre secesionismo reaccionario y Barcelona progresista, la Señora Colau ha optado por lo segundo.
  2. Que impone a los barceloneses un gobierno débil, incapaz de llevar adelante las políticas de fondo que la ciudad necesita. Barcelona requiere y merece un gobierno progresista que tenga como principales prioridades la defensa de los derechos sociales, la lucha contra el desempleo y la precariedad laboral y el logro del derecho a una vivienda digna para los sectores más desfavorecidos. Estas eran las prioridades y objetivos del gobierno progresista ahora roto. Estas seguirán siendo las prioridades de los socialistas, pese a todo. Estas son las prioridades que la Señora Colau ha destrozado con su errónea y sectaria ruptura.
  3. Que la Señora Colau sacrifica la ciudad a sus intereses partidistas. Muchas instituciones en Catalunya han quedado bloqueadas por la aventura secesionista, por cálculos electoralistas y de vuelo corto, por la confrontación entre bloques antagónicos Había que evitar a toda costa someter Barcelona a esa dinámica perversa, y la Señora Colau ni ha sabido ni ha querido hacerlo.

A la vista de todo esto, el PSC de Barcelona ratifica sus posiciones:

  1. No hemos cambiado. Somos una formación socialista, catalanista, federalista e internacionalista. Seguimos fieles a nuestros votantes y a la ciudadanía en su conjunto. Y seguiremos trabajando por Barcelona en clave progresista.
  2. Los socialistas sí creimos en el gobierno progresista y en su año y medio de gestión, y hacemos de ello un balance muy positivo. Y tendemos la mano a quienes creen que un gobierno progresista es lo mejor para Barcelona, a quienes quieren un gobierno estable, serio y riguroso, a los que quieren evitar que Barcelona caiga en la máquina trituradora que es el secesionismo, a los que quieren superar la dinámica de bloques y el bloqueo esteril que ella comporta … A todas esas personas nos dirigimos para convocarlas a reconstruir con nosotros un proyecto progresista para la ciudad de Barcelona y, por extensión, para el conjunto de Catalunya … Nuestra convocatoria va dirigida también a ese 45% de compañeros y compañeras de Barcelona en Comú que han defendido con su voto la continuidad de un proyecto de izquierda plural para la ciudad y los invitamos a trabajar juntos para hacerlo posible.
  3. Ahora el PSC pasamos a la oposición, y desde ella continuaremos trabajando por los mismos objetivos.
  4. El PSC siempre fue leal al gobierno progresista que constituimos con la Señora Colau. Nuestra lealtad será siempre la misma, desde una oposición constructiva y clara, a Barcelona y a las justas aspiraciones  de su mayoría social.

Entre Barcelona y la secesión, Colau elige lo segundo