jueves. 25.04.2024

Los avales del miedo y el nuevo Mesías

Dos cosas sacamos en claro de los resultados de las primarias socialistas. En primer lugar, que los avales de Susana Díaz, muchos de ellos, fueron producto del miedo. Y en segundo lugar, que para la militancia socialista ha nacido un nuevo Mesías, un nuevo profeta de la izquierda. ¡Aleluya!

Todos lo sabíamos. Era un secreto a voces, pero hasta que no supimos los resultados de las primarias del Partido Socialista no lo pudimos corroborar: muchos de los avales conseguidos por la candidatura de Susana Díaz fueron producto del miedo. Es normal. Si un alcalde o un concejal se presenta en tu casa a pedirte el aval para un candidato, no ves a un simple militante cualquiera, ves a un cargo público que tiene mucho poder en tu pueblo y cuya influencia puede joderte a base de bien.

Pues vistos los resultados de las primarias del PSOE y sobre todo los de Susana Díaz en Andalucía, hoy sí podemos decir que muchos de esos avales fueron producto del miedo, ya que cuando llegó el momento de la votación, que fue secreta, esos mismos avales no se tradujeron en votos para la líder andaluza. Los números están ahí.

Ya lo dije en un artículo anterior donde contaba cómo el alcalde de Morón de la Frontera le salía rana a Susana Díaz diciendo públicamente que su apoyo a la Presidenta de la Junta de Andalucía para candidata a la secretaría general del PSOE estaba condicionado por la presión y por el hecho de que por aquí, de Despeñaperros para abajo, cualquier carguillo socialista sabe que ir contra Susana es sinónimo de firmar su propia defunción política.

Porque si pueden intimidar a un cargo público, imagínense a cientos de militantes que en ocasiones dependen del ayuntamiento para sobrevivir. Porque ese es otro de los problemas o de los vicios que el PSOE ha ido creando en muchos sitios en los que gobierna: la dependencia de muchas familias del propio ayuntamiento, que hace que después, a la hora de votar, incluso para unas primarias de su propio partido, sientan miedo a salirse del redil, porque pueden sufrir represalias.

Puede parecer que lo que estoy contando es una exageración, pero los que viven en un pueblo pequeño de Andalucía saben perfectamente que esto es una realidad. Los que vivimos en el sur sabemos perfectamente que este es el “modus operandi” del PSOE andaluz desde hace muchos años.

Sea como fuere, el aparato susanista en Andalucía ha tenido que “ponerle las pilas” a muchos de sus cargos públicos para que vayan recogiendo avales y presionen a la militancia de los pueblos, donde el contacto es más cercano, porque de otra manera, no se explica la pérdida de tantos votos con respecto a los avales en un principio presentados. Creo que esta pérdida ha sido de unos 20.000 votos (en toda España). Y aunque la victoria en Andalucía de Díaz ha sido abrumadora, no podemos olvidar que aquí también, los votos han estado por debajo de los avales presentados (unos 8.000 menos).

Aunque también debemos decir que no todos los cargos del PSOE andaluz se han doblegado al aparato y han sido valientes y han expresado públicamente, con libertad y sin ningún tipo de miedo, su apoyo a Pedro Sánchez. Aunque han sido los menos, todavía queda gente valiente en el PSOE andaluz y que no se doblega ante nadie por mantener su cargo.

Lo cierto es que las primarias terminaron. Pedro Sánchez es nuevo secretario general del PSOE y parece ser saludado por las huestes socialistas como el nuevo Mesías de la izquierda, como el redentor de un partido que, tras su apoyo al PP, iba a la deriva.

Aunque personalmente creo que con Sánchez las políticas del PSOE cambiarán muy poco o nada y que, por desgracia, el PSOE seguirá siendo ese partido que se ha convertido en esa otra pata más de sustento de este régimen, siempre plegado a lo que le dicten los poderes fácticos, también tengo que decir , como leía en algún artículo, que “cualquier persona con una ética decente debe alegrarse de la derrota de Susana Díaz, la personificación más miserable de la crisis de la socialdemocracia, de su pobreza ideológica, de su conversión en un aparato mediocre, estúpido, traicionero y pretencioso”. Y la historia de los avales de Susana Díaz no es más que un ejemplo de esta situación.

Pero otra cosa será lo que venga a partir de ahora. La victoria de Sánchez parece haber creado una apoteosis de júbilo y de esperanza en la militancia socialista. El nuevo Mesías parece que viene a rescatar a un partido socialdemócrata que hace mucho tiempo que es una herramienta que sustenta un sistema capitalista que precisamente ahoga a los que menos tienen.

Permítanme que sea un poco agorero, pero veo muy complicado el cambio de rumbo de este PSOE. Y luego las decepciones son sinónimo de desastre. Creo que todo sigue y seguirá igual bajo el sol.

Los avales del miedo y el nuevo Mesías