jueves. 28.03.2024

Las enseñanzas de gestión de la crisis por virus Ebola

La política de privatización del sistema sanitario público llevada a cabo por el Partido Popular, con criterios solo económicos, lleva a desastres...

  • La política de privatización del sistema sanitario público llevada a cabo por el Partido Popular, con criterios solo económicos, lleva a desastres como desmantelamiento del Hospital Carlos III como hospital de infecciosos. Esta decisión, compartida por la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Sanidad, supone un grave riesgo para el abordaje de situaciones epidémicas en el escenario de la globalización que facilita la diseminación de enfermedades graves para la salud de la población.
  • La incapacidad del Ministerio de Sanidad para gestionar una crisis sanitaria reabriendo de manera apresurada una planta del Centro para tratar un caso de epidemia por un virus muy agresivo en un hospital que ni siquiera cuenta ya con un laboratorio capacitado para analizar muestras (que han debido enviarse al Hospital La Paz).
  • La evidencia de que cuando hay un grave problema de salud la única respuesta esta en el sistema sanitario público, lo que desmonta los argumentos de los privatizadores sobre la excelencia del sector privado.
  • La actuación contradictoria de un Gobierno a la hora de repatriar a dos personas enfermas desde África, dejando a otras personas afectadas por la enfermedad y que pedían también ser trasladada a España (que han fallecido probablemente por falta de asistencia adecuada) y que cambia en apenas unas horas de opinión sobre el cobro de su traslado a la organización a la que pertenecen los mismos (que recibe millones de euros de fondos públicos) mientras se deniega atención y servicios sanitarios a la mayoría de la población para reducir gasto público y pagar a los mercados y bancos prestamistas.
  • La ausencia de transparencia en la gestión de la crisis con mensajes que han generado un clima de alarma social en la población en relación con la naturaleza y consecuencias de una epidemia que afecta a miles de personas que vive en países sin recursos sanitarios y en condiciones de pobreza extrema como consecuencia de una globalización orientada al saqueo más que a la cooperación. Llama la atención el despliegue de recursos para el traslado mientras que prácticamente se han suprimido los fondos destinados a la cooperación internacional.
  • Resulta muy preocupante que el Ministerio de Sanidad haya importado y autorizado utilizar un medicamento de composición desconocida  del que se tiene una experiencia mínima en humanos y que no ha seguido los ensayos clínicos precisos por lo que se desconocen sus posibles efectos secundarios y su eficacia real en personas. La ausencia de información impide conocer la relación que el uso de este medicamento ha podido tener con el fallecimiento del paciente.
  • Llama también la atención la actuación de los máximos dirigentes de la OMS que vuelven a generar un clima de alarma internacional al declarar situación de alerta sanitaria por esta epidemia y que ha autorizado “éticamente” la utilización de medicamentos experimentales de elevado coste, que no podrían ser generalizados a toda la población, especialmente en los países africanos que soportan la epidemia. Esta actitud recuerda a lo sucedido con la epidemia por el virus de la Gripe A cuya gestión generó ingentes beneficios económicos a la industria farmacéutica por la venta de antivirales de utilidad incierta y que nunca se llegaron a aplicar y que fueron sufragados con fondos de los sistemas sanitarios públicos. Parece evidente la influencia cada vez mayor de la industria farmacéutica sobre los organismos internacionales a los que sufraga en parte y a los que impone sus estrategias de mercado.

En base a todo esto exigimos:

  • Información sobre los costes de la operación de repatriación y los criterios para decidir que fuera sufragada por el Estado mientras se recortan servicios a la mayoría de la población, especialmente a la más necesitada. Hay que garantizar a toda la ciudadanía el acceso a las prestaciones asistenciales de calidad
  • El mantenimiento del hospital Carlos III como hospital de tratamiento de enfermedades infecciosas y tropicales, y su dotación completa para poder abordar estos problemas, así como una explicación de  porque se intento  prescindir de un centro de estas características
  • Información sobre los criterios para utilizar el fármaco pese a  carecer de experiencia en humanos, su posible relación con el fallecimiento del paciente, y si existe algún plan para adquirir este medicamento
  • Asunción de responsabilidades por la mala gestión realizada, así como por el secretismo utilizado durante todo el proceso.

Las enseñanzas de gestión de la crisis por virus Ebola