sábado. 20.04.2024

Luis García Montero: Un intelectual comprometido

monteroEn unos tiempos en que la política y los políticos no suelen gozar de buena prensa es interesante ver como un intelectual, un poeta, se embarca en este mundo a partir de un planteamiento coherente y comprometido.

Luis García Montero jamás ha escondido su militancia política activa en Izquierda Unida, pero hasta este momento nunca se había planteado su dedicación a la política institucional. Cabe destacar que no lo hace en un momento dulce, sino en un momento en que su coalición política se enfrenta en Madrid a una situación difícil y compleja.

García Montero hace su opción después del abandono de Tania Sánchez, en un caso en el que cuanto menos puede hablarse de deslealtad política de la candidata hacia la propia organización. Ese abandono de la que tenía que ser cabeza de lista a la Comunidad de Madrid dejaba a la candidatura descabezada y en una muy difícil situación no sólo interna sino electoral.

Es en ese momento en el que Luis accede a ocupar el vacío dejado y encabezar la opción política en la que siempre ha militado. No se trata pues de una actuación oportunista, ni de un deseo de figurar, sino de dar la cara en un momento en el que lo que toca es “bailar con la más fea”. Y García Montero lo hace desde su profunda convicción personal con los valores que su organización quiere representar con los valores que siempre ha defendido “La Izquierda”.

Cabe añadir que la crisis interna en Izquierda Unida ha venido determinada por querellas cuasi familiares en la corriente mayoritaria, la del PCE, y es curioso que haya sido una persona culturalmente conocida y valorada, pero una persona de una corriente minoritaria como es Izquierda Abierta, la que haya dado el paso para, cómo se diría coloquialmente, “salvar los muebles” de la presencia de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid.

La candidatura de Luis García Montero por Izquierda Unida es sin duda inmejorable. Es un candidato reconocido en el ámbito de la cultura y del mundo intelectual. Una persona de honestidad y compromiso claros y una persona de planteamientos coherentes. Dice el poeta candidato que viene a defender “los valores de izquierda”, y eso ya es positivo en un momento de tanta confusión y disfraz ideológico. Para García Montero se trata de defender en las instituciones lo que tantas veces ha compartido con los trabajadores y las clases populares en la calle. Es el valor del trabajo digno que se defiende desde el mundo del trabajo y desde los sindicatos de clase; es el valor de los servicios públicos que vienen representando en Madrid las diversas “mareas”; son los valores de la igualdad de mujeres y hombres; son los valores de la defensa de la democracia y la libertad, que tantas veces han llevado a Luis y sus compañeros a salir a la calle contra las agresiones de las derechas económicas y políticas. Es la defensa de la actualidad de la lucha de clases y el compromiso por la unidad de la izquierda.

En este momento de tantas supuestas novedades en el campo de la política, de mensajes supuestamente novedosos, de buscadas ambigüedades, de cambios y travestismos ideológicos, de propuestas que parecen fruto de laboratorio o directamente potenciadas por los poderes mediáticos. En un momento donde en la política parece dominar el lenguaje generalmente frívolo y superficial del tertuliano, es bueno oír a alguien que recupera un mensaje claro, con coherencia y profundidad, sin medias tintas, reivindicativo de una ideología, claramente de izquierdas, y que se trasmite de forma clara, pausada y comprensible. El mensaje claro y coherente de una izquierda alternativa y trasformadora al servicio de las clases oprimidas y frente a la oligarquía financiero-especulativa.

Los poetas del pueblo siempre han sabido estar al lado de los oprimidos, especialmente en los momentos difíciles y Luis se suma a los que lo hicieron antes, como los Lorca, Hernández, Alberti, Blas de Otero, Celaya, y tantos otros

Cuando hace tanto tiempo que notábamos a faltar la presencia de los intelectuales en la política, hoy nuestro literato, deja su cátedra en la Universidad, y sin dejar su poesía, se lanza a la lucha política institucional para defender los valores en los que cree.

Es un intelectual individual, que como diríamos parafraseando a Gramsci, quiere formar parte del intelectual colectivo que conforma la formación política que quiere representar. Se trata de abandonar la comodidad de su vida personal para dar contenido y compromiso a su vida social y colectiva.

Su caso coincide con el abandono de Juan Carlos Monedero de su actividad en Podemos. Una interesante coincidencia, según dice alguno hay que darle a un intelectual como Monedero la libertad que no encontraría en la vida política. Nos preguntamos ¿Ser intelectual comporta renunciar a la primera línea de la actividad política? ¿Ser intelectual es incompatible con ser un cargo representativo de la voluntad popular?

Sin duda Luis García Montero, con su actuación y su presentación al frente de la candidatura de IU a la Comunidad de Madrid, ratifica la plena actualidad y necesidad del compromiso de la intelectualidad con la política.

Para García Montero no será algo nuevo, su vida ha estado desde siempre vinculada a la lucha política por un mundo mejor, por la democracia, la libertad y los valores de La Izquierda, como estuvo anteayer con los trabajadores de CocaCola, o el 1 de Mayo al lado de los sindicatos. Es en los momentos difíciles de las organizaciones donde se debe contar con sus mejores militantes. Y sin duda Luis García Montero es uno de esos. Deberíamos desearle suerte en su nueva actividad, aunque él debe creer más en el trabajo que en la suerte.

Cabe esperar que su ejemplo cunda entre la intelectualidad,  en este momento sin duda importante, cuando la crisis está golpeando muy duramente a los trabajadores y al conjunto de la ciudadanía, Cuando los recortes sociales y de las libertades afectan a la mayoría en beneficio de una minoría que explota y utiliza la crisis en su provecho. Es un momento en que todo el mundo debe tomar partido, como decía el gran Gabriel Celaya “tomar partido hasta mancharse”.

Los poetas del pueblo siempre han sabido estar al lado de los oprimidos, especialmente en los momentos difíciles y Luis se suma a los que lo hicieron antes, como los Lorca, Hernández, Alberti, Blas de Otero, Celaya, y tantos otros. La Izquierda puede haber perdido muchas batallas pero siempre ha ganado y ha tenido a su lado a la sensibilidad social de la poesía y de los poetas.

Luis García Montero: Un intelectual comprometido