jueves. 28.03.2024

La lección de Coscubiela

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Joan Coscubiela ha anunciado ya su voluntad de dejar la política activa. Es comprensible y está en su derecho, pero sin duda a mucha gente nos carecerá un referente importante de una política con mayúsculas

Durante los debates en el Parlament de Catalunya  sobre las Leyes del Referéndum y la de Transitoriedad mucha gente identificada en la tradición de la izquierda del PSUC hemos tenido un fuerte sentimiento de rejuvenecimiento político.

Fue una sensación de identificación y de renacer del orgullo por una política, escuchada nuevamente, de la mejor izquierda en las dos intervenciones de Joan Coscubiela en el Parlament. Rigor, sinceridad y profundidad ideológica. Al manifestar el rechazo radical a las propuestas de ley de JxS y la CUP que vulneraban la propia legalidad democrática del Parlament, tal como ya habían advertido los letrados de la cámara y el propio Consejo de Garantías Estatutarias del Parlament, Coscubiela no sólo criticó con rigor unas leyes y unos procedimientos antidemocráticas y poco solventes, sino que a la vez hizo una dura crítica de la política del PP que está en la base de todo el conflicto.

También defendió el derecho de aquellos que quieran defender la independencia, pero dejando claro que “no todo vale” y que los comportamientos antidemocráticos no se pueden combatir con otros comportamientos también antidemocráticos como los que significaban las propuestas de JxS y la CUP.

La intervención de Coscubiela nos reconcilió a muchos con la política. Cómo lo reflejó con su siempre agudeza intelectual Lali Vintró en su artículo a la Revista Treball “Vergüenza ajena y orgullo Psuquero: Joan Coscubiela”  Lali concluye “Las dos magistrales intervenciones de Joan Coscubiela esta semana en el Parlamento me han hecho recordar aquella etapa de prestigio merecido de los militantes psuqueros y me han traído a sumarme a la inmensa riada de comentarios, artículos y mensajes elogiosos por aquello que dijo, por cómo lo dijo y por la profunda sinceridad y convicción de sus argumentos”.

Mucha otra gente manifestó con más o menos sinceridad elogios a las intervenciones del portavoz de “Catalunya sí que es Pot”. Una de las últimas y más sinceras la de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que se identificó totalmente con la intervención que dijo que aplaudió en su interior.

Coscubiela junto con Luis Rabell, presidente del grupo, los dos procedentes del activismo social (uno vecinal y el otro sindical), ahora en sus responsabilidades políticas han conseguido una cosa increíble, a pesar de dirigir con dificultad un grupo heterogéneo y conflictivo, han sido los protagonistas de estos debates decisivos. Y ello especialmente por la coherencia de su discurso. Alguna vez habrá que hacer un reconocimiento a estos dos políticos, Rabell y Coscubiela, que a contracorriente han dignificado la política en momentos marcados por la demagogia y la crispación que muchos han querido, tanto desde los unitaristas a los unilateralistas, introducir en la política catalana y española.

He tenido la suerte de compartir años de vida sindical formando parte del equipo de Joan Coscubiela en su etapa de Secretario General de CCOO de Cataluña, y he podido comprobar desde primera hila su capacidad de trabajo, pero también su gran rigurosidad y su pasión al plantear las propuestas políticas y sindicales. Coscubiela es esencialmente una persona de una honestidad ejemplar, fruto de una experiencia familiar donde la honestidad y los conceptos éticos y morales en lo social, en lo político y en lo personal se funden y son la base de su coherencia ideológica. Hay que decir que en el sindicato fue un dirigente capaz de generar amplios consensos y de dirigir y gobernar la organización con todo el mundo. La prueba más clara que en la primera elección consiguió un 52% del conjunto de los votos de Congreso que lo escogió, pero con el tiempo tuvo el reconocimiento de toda la organización de CCOO de Cataluña.

Coscubiela no es un político al uso. Nunca tuvo intención de dedicarse a la política al abandonar su cargo sindical. Ciertamente él ha sido siempre un militante del PSUC primero, un partido que dejaba huella indeleble en muchos de sus militantes y Joan es uno de ellos, y después de ICV, sin ostentar nunca ningún cargo orgánico. Fue a propuesta de Joan Herrera que el partido le planteó encabezar la candidatura en el Congreso de los Diputados. Fue sin duda una buena propuesta, tanto a nivel de resultados para ICV que pasó de 1 a 3 diputados, como a nivel personal para el propio Joan. En el Congreso y dentro del Grupo de la Izquierda Plural se destacó como un excelente y agudo parlamentario, sin recurrir al espectáculo en la tribuna sino al rigor y la claridad de un discurso que entendía la gente de la calle. Por ejemplo Coscubiela fue el primero que acusó de “corrupto” a Rajoy mucho antes de que esto fuera una generalidad.

El conocimiento profundo de la realidad laboral y social que adquirió a lo largo de sus años en el sindicato le comportaron un gran bagaje de realidad en su tarea parlamentaría, y esto se notaba en sus intervenciones hechas a partir del conocimiento de la gente de la calle. Creo que puedo afirmar que Joan Coscubiela está satisfecho de su etapa al Congreso de los Diputados.

Posteriormente y como consecuencia de acuerdos establecidos por ICV con Podemos, se le propuso ir en la lista de “Catalunya sí que es Pot” al Parlament de Catalunya, y cómo es habitual en una persona como él aceptó disciplinadamente. Todos hemos visto que la legislatura en el Parlament ha sido bastante decepcionante. La “hoja de ruta” independentista de la mayoría formada por JxS y la CUP ha instaurado un legislatura prácticamente monotemática, donde el hecho territorial ha acaparado la mayor parte del tiempo relegando las cuestiones sociales a un segundo plano. A la vez ha tenido que capear junto a Lluís Rabell y la mayoría del grupo los personalismos y las salidas de todo de algunos miembros de este grupo, cosa que comporta un trabajo fatigoso, constante y decepcionante.

Coscubiela en el tema nacional es un fiel representante del "Catalanismo popular” del PSUC, es decir la defensa de los derechos nacionales y sociales como alternativa al nacionalismo identitario de la derecha. Y siempre ha sido consecuente con sus concepciones y lo ha demostrado. Coscubiela encabezó la defensa de la autonomía de la Comisión Obrera Nacional de Catalunya ante los intentos de recortarla por parte de Fidalgo. Y esta fue una razón por la cual las CCOO de Catalunya de forma mayoritaria apostaron por Toxo como nuevo Secretario de Confederación Sindical de las CCOO de España.

Puedo decir que he conocido muchos políticos por los cuales públicamente he manifestado mi consideración por su que saber hacer, gente como Nicolás Sartorius, Antoni Gutiérrez, José Antonio Labordeta o Gaspar Llamazares, incluso gente de partidos diferentes a mi cómo Josep Borrell o Cristina Narbona.

Pero si tengo que escoger alguien que por su rigor político, su sinceridad ideológica y la honradez y honestidad moral haya sentido más cerca me quedo con  Joan Saura y Joan Coscubiela. Y quizás por ello ambos han sido objete de campañas de desprestigio vulgares y reprobables por parte de la derecha nacionalista o no, uno a través de los medios de comunicación y el otro a través de las redes. Hace falta gente como ellos en estos momentos. Son más ejemplo de “nueva política” que mucha de la nueva gente que ahora acapara, con menos capacidad y rigor, la actualidad política.

Joan Coscubiela ha anunciado ya su voluntad de dejar la política activa. Es comprensible y está en su derecho, pero sin duda a mucha gente nos carecerá un referente importante de una política con mayúsculas.


Del original catalán publicado en Revista TREBALL

La lección de Coscubiela