viernes. 29.03.2024

Las elecciones y la prioridad social

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Joan Carles Gallego, exsecretario de CCOO de Catalunya.

La cuestión social es una prioridad en Cataluña, en España y en Europa, pero parece que a determinados intereses no los conviene que se hable de esto y por eso está ausente de las contiendas electorales detrás de inútiles discusiones sobre nacionalismos anticuados y/o excluyentes

Lamentablemente parece que la campaña electoral continúa planteándose en términos de enfrentamientos identitarios que tanto interesan a los partidarios de los dos nacionalismos tanto los independentistas como los centralistas. Lamentablemente la realidad de la gente, su situación social y económica parecen desaparecidas en la mayoría de los discursos con la excepción del de “Catalunya en Comú” que trata de forma todavía infructuosa de abrirse paso entre las consignas enfrentadas de los nacionalismos.

Y quizás sería hora que se hiciera un punto y aparte sobre un tema, el territorial, que durante más de cinco años no nos ha llevado a ninguna parte y que es de difícil solución si no se trata en base a amplios consensos lejos de los enfrentamientos que sólo comportan ruptura y fractura social. El tema del ensamblaje territorial de Cataluña sólo tendrá solución a partir de amplias mayorías y estas no pueden basarse ni en la independencia ni en dejar las cosas como están. Hace falta un consenso en torno a un mayor reconocimiento de Cataluña y un mejor encaje territorial que seguramente comporta un cambio constitucional hacia un estado federal, esta es la única fórmula posible que comporta la cesión por las partes de sus objetivos máximos. También en este tema la opción de “Catalunya en Comú” y en menor medida del PSC son las más posibilistas y las que proponen soluciones que no marginen a nadie.

Pero además de este tema hace falta que se afronte de forma urgente la situación real de la sociedad catalana que ha sido escondida durante todo el “procés”. Los recortes sociales, el paro, el incremento de la desigualdad social, la pérdida de calidad en los pilares del bienestar como la sanidad, la educación o los servicios sociales han sido una constante en los últimos años. Y no son fruto tan sólo de los presupuestos y las políticas del Gobierno central del PP sino que han sido compartidas por los últimos gobiernos de la Generalitat que han coincidido en las políticas de recortes antisociales con el gobierno español. La sanidad y la educación han estado fuera del interés prioritario del Gobierno de la Generalitat. Y todos ellos son problemas que cómo muy bien ha dicho Xavier Domenech: “No nos pueden decir que el problema es sólo Montoro y el TC mientras consolidan recortes de 2.600 millones en sanidad y educación... Esto no es el TC”.

La Generalitat no ha cambiado en estos últimos años las políticas económicas y sociales basadas en recortes y presupuestos antisociales iniciadas por el Gobierno de Artur Más con el apoyo primero del PP y después de ERC y posteriormente continuadas por el Gobierno de JxS con el apoyo de la CUP.

Cómo refleja el manifiesto de Federalistes d’Esquerra de cara a las elecciones: “Las políticas de unos y otros se han alimentado mutuamente y no sólo han provocado una fractura interna en Cataluña, y el resto de España, sino que también han servido para esconder la gestión ultraliberal que ambos hacen de la crisis económica, que ha favorecido más desigualdad e injusticia social.”

El paro, la temporalidad y la precariedad están en la base de una desigualdad social que año tras año se va incrementando y deja amplios sectores en situación de pobreza y marginación. Este hecho tendría que ser el principal foco de atención de las propuestas de los diferentes candidatos que con honrosas excepciones sólo hablan de enfrentamientos identitarios sin contemplar en ningún momento la realidad de la sociedad catalana.

A todo esto hay que añadir la urgencia de hacer frente a las consecuencias económicas, laborales y sociales que puede comportar especialmente la marcha de empresas de Cataluña así como los costes en la imagen de Cataluña y Barcelona que ha comportado toda la fantasmagoría del “procés”.

Ha llegado el momento  que desde las opciones políticas de la izquierda y desde los movimientos sindicales se lance una ofensiva para poner en primer lugar la cuestión social olvidada por los gobiernos de Cataluña y de España y que es tanto o más importante que la cuestión territorial.

Mientras nos entretienen con guerras de banderas la situación social se deteriora. Es fundamental que tanto en Cataluña como en España se ponga en primer plano la cuestión social como la que más precisa de un cambio urgente de políticas que han sido erróneas e injustas para la mayoría de la población, y brutales para los sectores menos favorecidos y en este sentido es imprescindible derogar la Reforma Laboral del PP que está en la base de la situación laboral y social que sufrimos hoy en día. Y este es un tema a tener en cuenta cuando se discute sobre la necesidad de cambios constitucionales. Los cambios son necesarios pero no sólo para solucionar la cuestión del reparto del poder territorial. Es imprescindible para revertir la desigualdad establecer como derechos fundamentales de ciudadanía el derecho a la salud, a la educación, a pensiones dignas, vivienda social o la dependencia. Revocar el cambio del artículo 135 y a la vez reforzar el derecho a la participación sindical tanto en los presupuestos de las administraciones como en el interno de las empresas. A la vez hay que contemplar cambios en la ley electoral y establecer medidas contra la corrupción política y económica.

Los problemas sociales que afectan a España y son responsabilidad del Gobierno del Estado son similares a los que afectan a Cataluña y han sido responsabilidad de los Gobiernos de la Generalitat con Más y Puigdemont al frente y con Junqueras detrás. Cómo muy bien ha escrito el anterior Secretario General de CCOO de Cataluña y que hoy honra con un lugar simbólico la lista de “Catalunya en comú”: “la acción humana, la política que se hace, impacta en el funcionamiento de la sociedad. Si se favorecen unos intereses y desprecian otros, si se recortan derechos, si se ataca la capacidad de defensa organizada de los trabajadores y trabajadoras, si se debilita la protección social y se hacen regalos fiscales a las rentas más altas, se entiende los porqués de la realidad. Hoy el Gasto Público en Protección Social de Cataluña es del 21’3% del PIB por debajo de Grecia (26’0%) Portugal (26’9%), Italia (29’9%) o la UE-15 (29’5%). Y en Educación en Cataluña, esa que nos estimamos tanto, invertimos un 3’60% del PIB, sólo detrás de Rumanía (2’75%) y lejos de Portugal (5’04%) y Francia (5’54%).” Se podría añadir que Catalunya es la comunidad donde se ha dado un mayor porcentaje de privatización sanitaria pública en beneficio de la privada.

La cuestión social es una prioridad en Cataluña, en España y en Europa, pero parece que a determinados intereses no los conviene que se hable de esto y por eso está ausente de las contiendas electorales detrás de inútiles discusiones sobre nacionalismos anticuados y/o excluyentes. Esperamos que ejemplos como la política social del Gobierno de Portugal, o el nombramiento de su Ministro de Economía como presidente del Eurogrupo, o la propuesta política de Corbyn en el Reino Unido sean iniciativas que prosperen y que más temprano que tarde lleguen también a nosotros y se pongan en primer lugar del debate político por la importancia de la cuestión hoy casi ignorada.

Las elecciones y la prioridad social