jueves. 18.04.2024

El 'País' desbarra

Lo que constituye un desatino político e intelectual del rotatitvo es su acusación directa a los sindicatos del paro y los despidos.

El pasado domingo, 3 de mayo, el rotativo 'El País' proclamaba en su opinión editorial titulado “Hace falta un cambio”, que los sindicatos deben adaptar sus modelos de acción a las exigencias de una economía global. Una reflexión sugerente si no fuera por su posterior análisis sobre la responsabilidad de los sindicatos en el periodo de la crisis. “La percepción de que los antaño poderosos sindicatos como CCOO y UGT han sido incapaces de mantener el empleo o de reducir la oleada de despidos a partir de 2008 y la evidencia de que los salarios se han desplomado, como consecuencia del empeoramiento global de las empresas, son el factor de deterioro más reciente de la imagen sindical”. Toda una revelación.

Empleo, despidos y salarios, tres factores de riesgo –sin duda- para el movimiento sindical. Lo que nunca imaginamos es que de los mismos, el diario de Prisa iba a hacer responsables a los sindicatos, nada menos que en la página que resume la opinión institucional del periódico. “…CCOO y UGT han sido incapaces de mantener el empleo o reducir la oleada de despidos…”.  Medios de acusado perfil conservador arremetieron tiempos atrás contra los sindicatos (de vez en cuando todavía lo hacen) “por impulsar estrategias reivindicativas y de movilización contrarias a los intereses del país; estrategias que solo traerán más paro y sufrimiento para la población española”. Es una opinión acorde a su ideario reaccionario, y hemos de entenderlas como crónicas políticas de la prensa ultraliberal y conservadora que, a duras penas, encajan el mandato constitucional sobre la función de los sindicatos.

Lo realmente sorprendente es la homilía editorial de El País. No tanto por su reflexión crítica sobre los sindicatos, algo consustancial al debate democrático. Lo que constituye un desatino político e intelectual es su acusación directa a los sindicatos del paro y los despidos. ¿Se refiere quizás El País a los centenares de trabajadoras y trabajadores despedidos por los gestores de su empresa, a los que ha hecho frente CCOO con todas las armas que la legalidad pone en su mano? No se puede desbarrar tanto. Ni siquiera la prensa de la derecha cañí se ha atrevido a acusar directamente a los sindicatos de “haber sido incapaces de mantener el empleo…”. A este paso, los grupos económicos y financieros, las empresas y los poderes públicos van a figurar en las crónicas de El País como víctimas de unos sindicatos insensibles con los nobles objetivos del capitalismo.

Con frecuencia el liberalismo institucional de El País, siempre cercano a la máxima felipista de la manoseada “ética de la responsabilidad”, clasificaba a los sindicatos entre los viejos aparatos de la democracia, necesitados  de aggiornamento ideológico, entendido este como una mayor complicidad con la estrategia de la economía y de la empresa. En un salto mortal sin red, nos dicen ahora que somos responsables del paro, y que solo defendemos “a los trabajadores instalados”. Pero que nadie se equivoque; a los autores del citado editorial, no se les podrá acusar nunca de perder el norte. Frente a la desfasada estrategia sindical, El País reverdece sus principios: reforma laboral de Rajoy, globalización liberal, deslocalización de empresas y outsourcing (de lo que tanto sabe el grupo Prisa) y subcontratación. Para hacer frente a esta realidad, que ellos bendicen, son necesarios los sindicatos. Amores que matan.

El 'País' desbarra