viernes. 29.03.2024

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OHL

Intervención íntegra de Laureano Lázaro Araujo en la Junta General Extraordinaria de OHL del 9-1-2018

Mi intervención está motivada principalmente por el punto sexto del orden del día, y también por el quinto (1). Ahora bien, lo que voy a decir tiene que ver necesariamente con la evolución de la empresa durante los últimos años. Voy a ser breve y directo, pero correcto, sin faltar al respeto a nadie.

Lo primero que me vino a la memoria casi automáticamente al leer que se propone la aprobación de un bono especial para el Consejero Delegado fue lo que sucedió hace pocos meses con una entidad financiera que años atrás fue muy solvente y que hoy ha desaparecido. Se fichó a una persona, Emilio Saracho, que, por el mero hecho de aceptar presidir el banco en cuestión, pidió y consiguió que se le asignaran 4 millones de euros. Tomó el timón del banco en febrero de 2017 y a primeros de junio de ese año la entidad se fue a pique definitivamente.

Soy accionista de OHL desde hace exactamente ocho años y cuatro días. Entonces me las prometía muy felices. La evolución en bolsa era excelente. Luego vinieron los descalabros, uno tras otro, sin parar. Pese a todo, acudí a la ampliación de capital de octubre de 2015. El entonces presidente, Juan Miguel Villar Mir, era un personaje digno de crédito, o al menos eso parecía. Doblemente catedrático, de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Escuela de Obras Públicas –utilizo la denominación antigua-; fue ministro de Hacienda y vicepresidente del Gobierno durante ocho meses (entre paréntesis diré que el presidente del Gobierno del que formó parte era Arias Navarro); el rey le otorgó el 3 de febrero de 2011 el título de marqués para sí y sus herederos; pertenece a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas desde el 5 de noviembre de 2013. Parafraseando la frase con que Vargas Llosa empieza su novela Conversación en La Catedral, cuando el protagonista Santiago Zavala se pregunta “¿en qué momento se jodió el Perú?”, yo me pregunto y pregunto a quien sepa la respuesta ¿en que momento se jodió OHL?

Hubo una época en que la presencia de esta empresa en los medios de comunicación era como protagonista de buenas noticias. Pero, de un tiempo a esta parte, sucede todo lo contrario. Sin ánimo de ser exhaustivo, baste recordar los acontecimientos a propósito de presuntos o reales escándalos en México, de los que el flamante Consejero Delegado Ejecutivo de OHL, Juan Luis Osuna Gómez tal vez tenga información privilegiada; o los litigios por cancelaciones de contratos en varios países, como Qatar, Argelia, Canadá…; o la presunta aportación de financiación ilegal al Partido Popular, caso por el que el padre del presidente de OHL está siendo investigado; o la salida del IBEX; etc. ¿Y qué decir del exconsejero Javier López Madrid, yerno del patriarca de la familia? Y no me refiero a su vida privada, que su vida privada es suya.

He hablado expresamente de presunciones y de asuntos litigiosos. A falta de sentencia, la presunción de inocencia va por delante. Pero les diré una cosa. El refranero español no es el Aranzadi, no es ni mucho menos una recopilación de leyes y sentencias. Ahora bien, me atrevo a decir que es un tratado de sabiduría popular. Y ese refranero dice que “cuando el río suena, agua lleva”. Y si quieren más refranero, añado que “a buen entendedor, pocas palabras bastan”.

Volvamos a las propuestas que nos hace llegar el Consejo de Administración, con particular referencia al asunto del Consejero Delegado, que tal vez sepa mucho de OHL México, por haber sido su presidente, y, por supuesto, de la división de concesiones. Se nos pide que aprobemos la concesión de un bono especial de ¡18 millones de euros, según he oído y leído! Tengo entendido que a Josep Piqué, que ocupó este puesto de octubre de 2013 a junio de 2016, se le indemnizó a su salida con 2 millones de euros. Pregunto y espero respuesta. ¿Es correcta o errónea esa información? He leído que a Tomás García Madrid, en ese cargo desde junio de 2016 a octubre de 2017, dieciséis meses, se le ha dado una indemnización que ha podido oscilar entre 6 y 12 millones de euros. ¿Puede precisar ante esta Junta General Extraordinaria la cuantía de esa indemnización, señor presidente? Ahora se nos pide que aprobemos un bono especial de 18 millones de euros al nuevo CEO. Ya lo creo que es especial. ¿Cuánto tiempo durará en el cargo? Aunque, bien mirado, eso de la permanencia en el cargo es casi lo de menos. Lo importante es: ¿A cambio de qué…?

Hacer esta propuesta es de no tener… conciencia de la realidad, ni del contexto empresarial, económico, político y social en que nos movemos. Las acciones que compré hace ocho años y cuatro días me costaron 19,20 euros cada una. Ayer cerraron la cotización a 5,21 euros. No me diga que haga la cuenta valorando los dividendos abonados y la ampliación de capital. Lo he hecho, señor presidente. Mi caso no es tan particular, sino muy general. ¿Con qué cuajo nos piden que se apruebe así porque sí un bono de 18 millones de euros? Dejen de jugar con nuestros ahorros.

Votaré en contra del punto 6 y también del 5, por las mismas razones. Y pido a los accionistas presentes que reflexionen, den un paso adelante y me acompañen en esta negativa. ¡Basta ya! Muchas gracias.


(1) Nota adicional aclaratoria. El punto quinto del orden del día rezaba: “Modificación de la Política de Remuneraciones de los consejeros” y el sexto proponía la “Aprobación de un bono especial para el Consejero Delegado”.

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