viernes. 29.03.2024

Iniciativa sindical contra la pobreza

La gestión de la crisis por el PP ha perseguido de forma calculada un deterioro de las condiciones laborales y sociales para la mayoría de la población.

Porque se debe y además se puede, la obligación de los gobiernos es atender a esta situación de emergencia social

La gestión de la crisis por los gobiernos del Partido Popular ha perseguido de forma calculada un deterioro de las condiciones laborales y sociales para la mayoría de la población, a beneficio, claro ésta, de unas minorías poderosas que bien poco se han visto resentidas, o han visto en la crisis y su gestión una magnífica oportunidad para aumentar sus patrimonios. Esto está teniendo consecuencias en un deterioro creciente del mercado de trabajo y en la consecuente extensión del empobrecimiento a una buena parte de la sociedad. Son ya numerosas las familias en las que todos sus miembros están en desempleo. Y muchas las familias en las que no se percibe ingreso alguno. 

Se podrá opinar si con mayor o peor acierto, pero es indiscutible que esta situación no ha dejado de preocupar al movimiento sindical representativo -CCOO y UGT- que han venido esforzándose, a menudo en una lucha desigual contra los poderes económicos y políticos,  para impedir o limitar el daño que las políticas de los gobiernos estaban causando. Así se viene haciendo en la negociación colectiva, a pesar de que la reforma laboral lo ponía muy difícil, y también con la participación en los distintos ámbitos institucionales, a través del Diálogo Social. Y esto, poniendo en juego la correlación de fuerzas de la que se ha dispuesto, variable, para mantener movilizado los entornos laboral y social.  

La pobreza se ha ido extendiendo, alcanzando a personas ocupadas en sub-empleos, mal remunerados y a un escasísimo tiempo parcial. 

Lo cierto es que la brecha social que se ensancha, hace que sean muchas las familias que no dispongan de recursos, ni tan siquiera de subsistencia. Eso es intolerable en sociedades que presumen de democráticas, en países en los que globalmente se cuentan con recursos económicos suficientes. Porque se debe y además se puede, la obligación de los gobiernos es atender a esta situación de emergencia social.

Por eso hay que apoyar y empujar con fuerza la Iniciativa Legislativa Popular de CCOO y UGT para que en las Cortes Españolas se discuta y apruebe una Prestación de Ingresos Mínimos, como derecho subjetivo para las personas de todo el Estado que se encuentran en pobreza extrema.

La implicación y colaboración de los representantes sindicales en los centros de trabajo, de las personas afiliadas a los sindicatos, de la ciudadanía más comprometida, va a ser determinante para que la iniciativa se extienda y llegue al Congreso, y ojala que también a las prioridades políticas de los distintos partidos, con un apoyo popular incuestionable.

Iniciativa sindical contra la pobreza