viernes. 19.04.2024

Poniendo en orden la Casa del Pueblo, el PSM

La previsión de que se pueda llegar a gobernar en la Comunidad de Madrid, son una coyuntura favorable para que el PSM se reconstituya.

Aprovecho para escribir estas pequeñas líneas o columna mientras por la radio y televisión estoy escuchando el anuncio de los resultados de las elecciones primarias a la secretaría general del PSM, en la cual se ha impuesto Sara Hernández. Estos acontecimientos siempre tienen sus celebraciones, pero aunque me gustaría ir a Callao, prefiero hacer reflexiones por escrito.

Ante todo, me viene a la cabeza la turbulenta historia que ha tenido el PSM, antigua FSM, incluido el final en la secretaría de Tomás Gómez hace unos meses, con la intervención del PSOE. El PSM caminaba hacia un desastre electoral, aunque seguramente se hubiese que buscar otra medida intermedia que no fuese la intervención. Durante los meses siguientes una gestora ha asumido la dirección del PSM y ha afrontado una convocatoria de elecciones autonómicas y municipales. Sin embargo, la gestora no podía eternizarse y el siguiente proceso electoral, unas generales, hay que afrontarlo con un PSM normalizado. También porque desde el PSM hay que elaborar un trabajo de gestión que ayude en la labor que desempeña Gabilondo en la Asamblea de Madrid y también en los diferentes municipios, ya sea en el trabajo de gobiernos municipales o de oposición.

En cierta manera, la recuperación del gobierno municipal en diferentes municipios, y la previsión de que se pueda llegar a gobernar en la Comunidad de Madrid, son una coyuntura favorable para que el PSM se reconstituya. Es una coyuntura, pero a la vez se convierte por eso mismo en una necesidad. Hay que desarrollar una gestión, unas pautas y directrices, preparar mociones en ayuntamientos y, en general, recuperar la visibilidad e identidad propia de la federación madrileña. A la vez, hay que dar solvencia al proyecto socialista para las generales, para que desde Madrid se aporte el granito de arena para que los socialistas, en este caso siendo cabeza de lista Pedro Sánchez, vuelvan a gobernar España. Esta labor va a corresponder a Sara Hernández y a la nueva dirección política. Y la verdad es que se deberá desempeñar el trabajo y arrimar el hombro desde el primer día, no solo de cara a la preparación de un congreso que se realizará el viernes, sino porque el volver a poner en marcha el PSM requiere gestionar desde el primer momento, porque así lo requieren el propio funcionamiento de un partido pero también lo requieren los ciudadanos, no solo los militantes. También requiere urgencia prestar atención a las agrupaciones y revitalizarlas, así como parar la sangría de bajas de militantes. Posiblemente sea una labor que se tenga que realizar a marchas forzadas. Creo que la primera pauta que se debe seguir es tomar como punto de salida el consenso. También hay que aprovechar el trabajo de las anteriores direcciones del PSM, y trabajar desde una perspectiva de renovar, no de romper, de debatir, de trabajar con lealtad hacia los militantes. Sara es una persona joven y en este caso pienso que va a ser una virtud, ya que será más sencillo que mire hacia el futuro. Hoy me gustaría acercarme a ver a Sara, y poder felicitarla, pero prefiero quedarme reflexionando sobre el futuro de la antigua FSM y como poder ayudarla.

Poniendo en orden la Casa del Pueblo, el PSM