martes. 23.04.2024

Hasta los mismísimos “boomers”

El Excmo. Sr. Ministro amenaza seriamente - todo lo que este Sr. avanza acaba convirtiéndose en una dolorosa realidad - con exigir otro esfuerzo más a los miembros de la generación llamada “baby boomers” y que se dejen recortar sus pensiones sin quemar la calle.

Por no quemar la calle, esa generación ha visto recortados derechos y libertades; ha visto cómo sus nóminas soportaban la mayor carga impositiva mientras las grandes corporaciones se escaqueaban a base de desgravaciones legales, artimañas varias y toda clase de ventajas que no tenemos los españolitos normales. Por no quemar las calles nos reconvirtieron; por no quemar carnets y correr a gorrazos a los sindicatos, dejamos que nos vendieran a cambio de un plato en la mesa de los consejos. Esos “baby boomers” apretaron los dientes y curraron como los buenos para cambiar aquél país de mierda en blanco y negro que heredamos de la dictadura - la misma que ahora niegan algunos - y no miramos horas, días o atajos con tal de que esto cambiara y se convirtiera en el páis que tenemos hoy y con el que este Sr. y otros muchos, hacen y han hecho, mangas y capirotes.

Sr. Ministro: si el sistema está mal parido, se diseña otro a favor de los intereses de los ciudadanos; esos a los que se ha metido en un rulo obligatorio sin otra opción que pagar y a los que se les escatiman las contraprestaciones porque el estado no se siente obligado a nada.

Sr Ministro: eso que ha lanzado Vd. como un globo sonda a ver qué pasa es una grosería; un contradiós que jamás debería tener origen en un gobierno socialista o de tinte progresista porque es reaccionario, miserable y traicionero.

Sr. Ministro: piense en utilizar sus conocimientos y experiencia para favorecer a la clase trabajadora, esa que cada vez acumula más integrantes de la clase media baja y baja y menos de la alta, en lugar de empobrecerla.

Sr. Ministro: vaya revisando los componentes de esa ecuación asentada como verdad inamovible y piense en cómo incorporar, cagando leches, a toda esa bolsa de paro juvenil que no accede al mercado de trabajo y a los que los mayores, probablemente, estemos haciendo de tapón en las empresas.

Sr. Ministro: ya que nos obliga a trabajar hasta los 67 años, haga el favor de velar porque las empresas no estigmaticen y discriminen a los mayores de 50; ejército de muertos vivientes habitantes de ninguna parte, de ninguna preocupación o desvelo  y de ninguna defensa.

Sr. Ministro: cuide de que las grandes empresas no mantengan enormes bolsas de trabajadores en una indecente rotación de seis meses activos y seis meses condenados a vivir del paro -que pagamos todos - sin que a Vd. le preocupe lo más mínimo su oscuro futuro.

Sr. Ministro: piense que algunos de esos que Vd. desprecia y machaca, tuvieron que empezar a trabajar cuando las empresas no cumplían con sus obligaciones y no daban de alta en la seguridad social a sectores enteros de actividades, hoy reguladas y normalizadas, sin que los empleados pudieran decir nada que no fuera “amén”. Por ejemplo, miles de deportistas que no pudieron cotizar porque los clubs se negaban en redondo a regularizar esa bolsa de trabajo negro.

Sr. Ministro: esa generación que Vd. machaca y desprecia, se  chupó meses de servicio militar obligatorio ejerciendo funciones para las que ni estaba preparada entonces, ni se les ha reconocido como un trabajo cualificado más tarde. Como mucho, se les han reconocido los meses de secuestro -sí, era un secuestro, sin más - para completar tiempos de cara a la jubilación. Para los nuevos: soldaditos de reemplazo sin ninguna preparación ejercimos de escoltas de generales en los años de plomo de ETA. Así, sin anestesia ni nada.

Sr. Ministro: sepa su Ilustrísima que estamos hartos y asqueados de políticos y técnicos que, escudándose en lo que haga falta, nos ningunean, esquilman y engañan: ahora,  antes y en el futuro.

Sr. Presidente del Gobierno de España: sería bueno que se tomara en serio la defensa de los ciudadanos normales que soportamos la inmensa carga de las finanzas del Estado y que no permitiera, en su gabinete, semejantes desvaríos. Nos hemos tenido que tragar -sin digerir - la indeseada, y mil veces negada, presencia de Podemos en su gobierno; hemos visto cómo aceptaba presiones de unos y otros para negar lo anteriormente asegurado y ahora nos deja vendidos frente a las eternas presiones para reventar el sistema de pensiones en favor de los bancos. Creo que es hora de dar la cara -ante quien sea - por esa generación que tanto ha dado y a la que tanto le han quitado gobiernos de uno y otro signo. Es hora de dejar de mirar a los rincones, a los márgenes y poner el objetivo en el grueso de una sociedad permanentemente ninguneada que, hoy, está hasta los mismísimos boomers de todos Vds.

Es gracia que espera alcanzar del recto proceder de VI. cuya vida guarde Dios muchos años.

Hasta los mismísimos “boomers”