viernes. 19.04.2024

Tres veces Galicia

Lo primero que se piensa al recorrer las carreteras y calles de las ciudades gallegas en esta extraña campaña electoral, suspendida hace unos meses por el coronavirus, es que el PP no existe. Se ven carteles del PSdeG-PSOE con sus logotipos y la foto de su candidato Gonzalo Caballero y las siglas muy grandes del BNG en todos los puentes y la foto de su candidata Ana Pontón.

Lo que si inunda todos los lugares y es permanente en televisión y prensa es la imagen de Feijoo acompañado de la palabra Galicia repetida tres veces. En un alarde de originalidad y variedad temática en algunas vallas dicen "Galicia e moito" que traducido al castellano significa "Galicia es mucho".

Mucho o poco, lo que no aparece nada son las siglas del Partido Popular, ni la palabra España ni ninguna propuesta política. Están convencidos que con repetir el totem de "Galicia" e identificarse con él ya tienen ganadas las elecciones. Cualquier observador neutral se atrevería a decir que eso es nacionalismo puro y duro, similar al que pueda representar el PNV en el país vasco o JxCats en Cataluña.

Todas las encuestas publicadas el domingo 5 de Julio, que han sido muchas tanto en prensa regional como estatal, coinciden en dar mayoría absoluta de diputados a la candidatura de Feijoo, continuando un éxito que se repite desde 1981. El Partido Popular ha gobernado desde entonces el 84% del tiempo de la historia autonómica de Galicia. Por ahora en la tierra de Breogan prácticamente no existe la que algunos denominan, sana alternancia.

¿Cual es la razón de esta continuidad y del apoyo mayoritario de los gallegos a un partido y a una forma de gestionar lo público?

Dos politólogos buenos conocedores de la realidad gallega dan algunas de las claves. Erika Jaraiz profesora de la Universidade de Santiago de Compostela y Xosé Luis Barreiro Rivas dirigente del Partido Popular gallego durante la transición expresan que en su momento se produjo una identificación entre el votante gallego y la formación conservadora que perdura hasta nuestros días.

Fue Xosé Luis Barreiro, como el mismo narra en un artículo publicado en La Voz de Galicia, quién escribió unos párrafos escritos a mano en el inicio de la campaña electoral de 1981 que se resumieron en el slogan que utilizaron los populares en aquella campaña. "Galego coma ti".

¿Que decían aquellos párrafos?. En primer lugar indicaban que el centro político gallego estaba vacío por el abandono de la UCD y sus graves errores en la elaboración del Estatuto de Galicia y las equivocaciones que destruyeron el liderazgo de Adolfo Suarez. Por otro lado el nacionalismo gallego de izquierda se había instalado en la extrema izquierda desde donde era imposible conectar con la mayoría electoral, de marcado carácter conservador y tradicional.

La conclusión es toda una lección de magisterio político que refleja la personalidad y el profundo conocimiento de sus coterráneos que atesora Xosé Luis Barreiro, personaje maltratado a raíz de una moción de censura impulsada conjuntamente con el PSOE  para desbancar de la presidencia de la Xunta a Gerardo Fernández Albor con quien había sido Vicepresidente.

"Los nacionalistas le dicen al ciudadano."tes que ser galego como nos" mientras el PP les decimos "queremos ser galegos coma tí". Es decir que mientras el nacionalismo quiso ser maestro del pueblo, nosotros habíamos convertido al pueblo en nuestros maestros. Así de simple".

La única incertidumbre que parece enturbiar el previsto nuevo triunfo de Feijoo en Galicia puede ser el signo de la abstención y las consecuencias del confinamiento en la comarca de La Mariña de Lugo, si bien la encuesta publicada por La Opinión de A Coruña le da su mayor incremento precisamente en la provincia lucense que elige 14 diputados de los 75 que componen el parlamento gallego alcanzando el 53% de los votos y 8 o 9 diputados en dicha circunscripción.

Sólo en la provincia de Pontevedra la suma de los diputados de PSdeG, BNG y Galicia en común igualan el número de diputados del PPdeG.

La valoración que hacen los gallegos de la gestión de la pandemia por el gobierno central es buena y mejor todavía la llevada a cabo por la Xunta a la que conceden casi un siete sobre diez. De forma prudente y serena parecen aplicar el criterio muy extendido de que "todos han hecho lo que han podido" frente algo imprevisto y contra lo que no había respuestas seguras.

Otro aspecto en el que parecen estar de acuerdo hasta los propios afectados es el hundimiento de la marca vinculada a Podemos en Galicia, que se desploma en beneficio fundamentalmente del BNG y muy ligeramente del PSdeG. Una vez más las  divisiones y enfrentamientos han hundido a esa izquierda que no termina de encontrar su sitio. Ni la presencia de la bien valorada ministra de trabajo Yolanda Díaz ni de Pablo Iglesias parece haber dado la vuelta a la decadencia electoral.

Feijoo en los últimos días ha lanzado un órdago al hablar de un "Gobierno a la alemana para España". Obviamente en España eso no es posible y el lo sabe dado que en el estado gobierna el PSOE y Pedro Sánchez y ni el más iluso puede pensar que Casado gobernaría de forma subalterna con el PSOE. Feijoo hace esta propuesta pensando en Galicia. ¿Porqué no un gobierno de coalición con él en el rol de "Merkel" tendiendo la mano a los socialistas?. Seguro que muchos sectores del PSdeG que llevan decenas de años en la oposición y rechazan los pactos con los nacionalistas de izquierda no le hacen ascos a la propuesta.

Sin embargo todavía falta el escrutinio final de las urnas este domingo 12 de Julio y en tiempos convulsos todo puede pasar. Las últimas encuestas dejan fuera del Parlamento a partidos como Marea, Ciudadanos y Vox por lo que el trasvase de esos votantes hacia formaciones con posibilidades reales de conseguir diputados puede modificar los resultados dado que la suma de todos ellos oscila entre el 5 y el 8% del total de votantes.

Tres veces Galicia