martes. 23.04.2024

La desleal oposición: baronías contra el PSOE

PSOE FERRAZ

El partido que gobierna España padece la oposición consanguínea, desleal, trapisondista y chabacana de unas baronías con mando en taifa

De su historia centenaria no hay duda de que el PSOE actualmente vive la andanza más extravagante. El partido que gobierna España con una heterogénea mayoría parlamentaria nacida de una amplia refutación al ejecutivo derechista de Mariano Rajoy, padece la oposición consanguínea, desleal, trapisondista y chabacana, de esas baronías con mando en taifa, que construyen, en términos de facción y felonía, espacios caudillistas compadecidos con intereses muy personales ajenos, cuando no contrarios, a la ideología, valores y sociología del socialismo democrático. Son los jefes de cabila que bajo el manto de Susana Díaz asaltaron Ferraz para ser más tarde desautorizados por la militancia con la derrota humillante de Díaz en las primarias.

Fernández Vara, el presidente extremeño, muy beligerante en compartir cosmovisiones color sepia con los conservadores carpetovetónicos, alentó a que el grupo socialista en el Parlamento de Extremadura votara junto al PP y C’s la implantación inmediata en Cataluña del artículo 155 en contra manifiestamente del criterio del Gobierno de España y en maridaje radical con las posiciones más irreductibles del conservadurismo con respecto a Cataluña. Susana Díaz, por su parte, bunkerizada y derrotada en Andalucía, amenaza ya sin pudor con desestabilizar el Mediodía peninsular ante las elecciones municipales si se la obliga a dimitir. Son fenómenos graves que nos muestran como unos liderazgos con poca aportación intelectual y política pero con exceso de ambición malsana han puesto en un  descabellado brete al socialismo español.

Han sido batallas donde se ha pasado del dominum rerum al delirium tremens con esa ligereza que concede el vacío argumental; amortizada la ideología y los valores políticos, el poder queda como naturaleza, pero la naturaleza es estiércol, nos dice Adorno, y el concepto “natural” de que sólo la fuerza astuta, que sobrevive, tiene razón. De este modo, el líder, o lideresa, se convierte en un fin en sí mismo. Y así como el objetivo es algo que se puede alcanzar o no, el fin es algo que se cumple continuamente. De todo esto se infiere el destierro de las responsabilidades ideológicas, morales y filosóficas lo cual conduce a una descarnada lucha por espacios de poder personal donde, sin cortapisas intelectuales ni reparos éticos, todo vale, incluso propiciar la degradación de la posición y función del Partido socialista en la sociedad si se estima que lo que estorba para el medro personal es el mismo socialismo.

Como en el viejo poema, cuando el leñador entra en el bosque, los árboles saben que el mango del hacha es uno de los suyos. Es el drama de una organización de izquierdas cuando algunos líderes reinventan el caciquismo para su interés personal y para ello se abandonan los principios y el sujeto histórico que es la razón de ser de la ideología que el partido representa. Es la más urgente regeneración democrática que debe acometer el socialismo español: la suspensión de los nuevos caciquismos para restaurar la unidad y la coherencia, ya que la ideología, los valores y los principios no tienen alternativas honorables.

La desleal oposición: baronías contra el PSOE