jueves. 18.04.2024

¡Sólo quedan 136 días hasta el 24 de mayo!

Desde que el PP se hizo con el poder, no ha parado de referirse de una forma machacona a la “herencia recibida”...

El permanente sonsonete de la herencia recibida

Desde que el PP se hizo democráticamente con las riendas del poder, primero en la mayoría de Ayuntamientos y CC.AA., y posteriormente en las generales, no ha parado de referirse de una forma machacona, cansina, partidaria y obscena con este sonsonete de la “herencia recibida”, como mecanismo para justificar el conjunto de medidas que ha ido adoptando a lo largo de estos tres años, junto al incumplimiento sistemático y clamoroso de todo su programa electoral.

Los recortes en todos los campos: la eliminación de derechos, la inacción, el incremento del paro que supera la tasa del 25 por ciento, y en los jóvenes del 50 y con mas del 60 por ciento sin cobrar nada absolutamente; la eliminación de escuelas y maestros, de centros sanitarios y de trabajadores sanitarios; de congelación de las retribuciones de los empleados públicos –o de reducción como es el caso de Castilla-La Mancha- o de eliminación de la paga extraordinaria de navidad de 2012; de parálisis total de toda clase de obra publica; de no aceptar la dación en pago y propiciar así miles de desahucios; de destruir los derechos laborales dando lugar al despido de miles y miles de trabajadores con empleos de calidad, precarizando aun mas el empleo; de subir los Impuestos –el IRPF o el IVA, amen de las tasas y arbitrios-, de reducir fuertemente las prestaciones de la Ley de Dependencia; de incrementar la deuda publica a tasas nunca alcanzadas, hasta prácticamente el 100 del PIB; de empobrecer a la mayoría del país, salvo a los ricos que hoy lo son mas; de incrementar las desigualdades sociales hasta situarnos como el país de la Unión Europea donde mas han  aumentado; expulsando a miles de nuestros hijos a buscar trabajo fuera del pais, que en muchos casos, son subempleos; por no decir el recorte de libertades publicas –colectivas e individuales-, culminando con la llamada “Ley Mordaza”, y un largo etc.

Nadie dijo que el país estaba boyante, y mucho menos que no hubo algunos gastos innecesarios. Muchos fuimos críticos con determinadas actuaciones, pero este país necesitaba modernizarse: necesitaba carreteras, ferrocarril, escuelas, hospitales, mejorar los servicios públicos y sociales, mejorar las pensiones, etc. Y en eso todos estábamos de acuerdo, incluso pedíamos mas, también los que hoy nos Gobiernan. ¡Ahí esta la inmensa mayoría del gasto!

Pero lo que se ha dicho mucho menos, es que el problema fue de ingresos y no de gastos, y aquellos se vieron mermados por la actuación de cientos de desaprensivos e inmorales, ya fueran empresas, empresarios o personas individuales, que se dedicaron a la especulación y al dinero fácil y que en lugar de desarrollar la economia y pagar sus impuestos como corresponde, se dedicaron a corromper políticos y a evadir capitales, descapitalizando parte de nuestra economía, y haciendo que lo que debía costar 10, costara 12 o 14. Fueron ellos los que de verdad nos endeudaron, junto con las Banca, a la que ha habido que inyectarle más de 50.000 millones de Euros de dinero público. La especulación, el fraude fiscal y la corrupción se instalaron en sectores demasiados amplios de la sociedad, pero muy especialmente allí donde el Partido Popular gobernaba y entre sus gentes, sin olvidar otros lugares, organizaciones o personas que a todos nos avergüenzan y enrojecen.

La herencia fueron mejores escuelas, hospitales, servicios sociales, pensiones, cultura, y que por su falta de escrúpulos de una parte importante de los votantes del PP, empezando por sus dirigentes,  algunos de ellos en la cárcel o imputados y que ahora están saliendo a la luz, la deuda fue mucho mayor de la que tenia que haber sido.

Todos sabemos, o debíamos saber, que ese argumento es una falacia, una mentira, un enganche con el que han intentado justificar ese conjunto de medidas, que tenían y tienen como objetivo básico  el debilitamiento del Estado del Bienestar, de los servicios públicos y de las organizaciones sociales capaces de hacer frente a sus nefastas medidas.

Para herencia de verdad, la que ellos nos van a dejar, pero habrá que crear las condiciones sociales y políticas necesarias para salir de ella, transmitiendo ilusión y confianza a los ciudadanos para que dentro de 136 días el cambio se haga realidad.

¡Sólo quedan 136 días hasta el 24 de mayo!