La social democracia Europea en particular y la izquierda en general tiene motivos más que suficientes para estar preocupados, por no decir alarmados. La situación debe obligarlas a detenerse por un momento y reflexionar seriamente sobre los motivos de fondo que hacen que las ideas más retrogradas tanto en el campo económico y social como en el de las libertades, sean las que avancen en el viejo continente en detrimento de aquellas señas de identidad propias que nos han definido y diferenciado durante años.
A lo largo de casi un siglo se fue desarrollando un modelo de crecimiento propio, que posibilitó la creación, desarrollo y consolidación del Estado del Bienestar, basado igualmente en la tolerancia, el respecto y en un amplio marco de las libertades individuales y colectivas, aunque también con grandes deficiencias, sobre en el campo social.
¿Donde está la socialdemocracia Europea que encarnaron Willy Brand, Olof Palmer, Mitterrant, o Jacque Delors, por decir solo algunos de quienes marcaron e influyeron tanto en sus propios países como en el conjunto de Europa en la creación de este modelo social avanzado y progresista? .
Hoy todo ello está en entredicho. Han renacido, y con una fuerza inusitada, impensable hace unos años, partidos xenófobos, intolerantes, ultranacionalistas, antieuropeos y netamente fascistas que ponen en riesgo real ese modelo social.
Es evidente que no es ni un fenómeno ni localista ni aislado, como lo era hace unos años, sino que es de carácter general: Austria, Holanda, Suecia, Suiza, Alemania, Inglaterra, Francia, sin olvidar los países del Este.
¿Qué ha ocurrido para que algo así haya prendido con tanta fuerza en Europa y también en EE.UU?. ¿Qué se ha hecho mal para que avancen estas propuestas que nos llevan a la división de la sociedad y a la liquidación del modelo social y de libertades Europeo como estamos viendo con el fenómeno de la emigración?. ¿Porqué amplios sectores de los trabajadores votan y defienden ideas y a partidos fascistas, como el Frente Nacional en Francia? ¿Porqué que cada vez es más amplio el sentimiento anti europeo que ha dado lugar a que los ingleses voten mayoritariamente abandonar la Unión Europea y el partido impulsor de esta propuesta, vaya a barrer en las elecciones del 8 de Junio?. ¿Cómo puede entenderse que en España un partido que ha hecho de la corrupción su forma de hacer y estar en política, siga gobernando?. ¿Qué razón hay para que los partidos socialdemócratas, estén quedándose como partidos marginales? o ¿qué ha pasado en Francia para que al final las únicas alternativas sean el fascismo de Le Pen o el neoliberalismo conservador de Macron?.
Solo me corresponde dejar constancia de que hay un grave problema de identidad, de credibilidad, de propuesta de modelo social y de sociedad, al que hoy por hoy ni la socialdemocracia, ni la izquierda en su conjunto están dando respuesta. Lo cierto, por más que nos duela, es que la izquierda se está desangrando, y con ello la posibilidad real de seguir avanzando en un modelo social y económico que, partiendo de lo ya hecho, sea capaz de seguir desarrollando y profundizando en el Estado del Bienestar.
Por el contrario, quien si avanza son aquellas fuerzas políticas que apuestan por desmontar lo público ya sean pensiones, enseñanza o sanidad, los sistemas de protección social, el modelo de relaciones laborales e imponer un marco autoritario de libertades.
O nos ponemos de inmediato a reflexionar en profundidad, a trabajar con altura de miras, dejando al margen sectarismos y partidismos inútiles, y se es capaz de construir una propuesta solida, creíble y con capacidad de ilusionar a la sociedad, o el futuro de la Europa social está en serio peligro.