viernes. 19.04.2024

Ministra no diga más sandeces

A veces, va uno por el pasillo y oye al vuelo en la radio o en la televisión una noticia rara, llamativa. Y ante la posibilidad de que sea algo importante, te detienes a escuchar con atención.  

Es lo que me ocurrió días atrás con la actual Ministra de Trabajo, la misma que en 2012, sin rubor “daba las gracias a la Virgen del Rocío por sacarnos de la crisis”; la Ministra de la Reforma Laboral, cuya derogación acaba de aprobar el Parlamento. Esta por sorpresa y a bocajarro nos suelta que “la jornada laboral, con carácter general, acabe a las 18 horas”

Dicho así hasta parece una idea positiva y plausible, digna de tener en cuenta. Pero si escarbas un poco ves que su propuesta choca como el día y la noche, como el agua y el aceite, con el conjunto de medidas laborales que ha ido adoptando durante estos cinco años de Gobierno del PP y su Ministerio, dando la impresión, más bien la seguridad, de que sólo busca distraer sobre los auténticos problemas que tenemos los trabajadores y la sociedad, en lugar de dar solución a los mismos.

En efecto, al lanzar al viento esta sandez, la Ministra olvida, por ejemplo,  que hay cuatro millones de trabajadores cuyo problema no es terminar a las 6 de la tarde, sino que cuando se levantan no saben dónde ir, porque están parados. 

Tampoco ha caído que con su reforma laboral ha precarizado de tal manera el mercado de trabajo, ha creado tal inseguridad y miedo en los trabajadores, que muchísimos de los que tienen trabajo solo piensan en si lo seguirá teniendo al día siguiente. 

También ignora la ministra a los miles de trabajadores que tienen involuntariamente un contrato a tiempo parcial de una, dos, o cuatro horas; pero que se ven obligados a trabajar muchas más, sin cotizar a la seguridad social.

Además su reforma ha debilitado a conciencia la negociación colectiva, que es el lugar natural donde sindicatos y empresarios han de regular, entre otras muchas materias, la jornada de trabajo.

Y la Sra. Ministra dice esto al tiempo que amplía cada vez más los horarios de apertura de los comercios, especialmente de las grandes superficies. Para ella, los trabajadores del comercio no necesitan conciliar la vida laboral y familiar. Ni los del sector servicios, especialmente los de hostelería. Alguien se imagina los restaurantes o bares cerrados a las 6 de la tarde?.

No, el mercado laboral no está para ocurrencias. El problema, como ha dicho esta semana el Parlamento, es que hay que derogar su lesiva reforma laboral, que se ha de reducir la eventualidad, que el contrato a tiempo parcial debe estar regulado, que se ha luchar contra el fraude a la Seguridad Social, que se ha de reforzar la negociación colectiva, que se ha de garantizar el futuro y el poder adquisitivos de las pensiones y que, en definitiva, hay que crear las condiciones para que haya trabajo digno y con derechos para todos.

Ministra déjese de sandeces, aunque la propuesta pueda sonar bien, y siéntese a negociar, estos y otros problemas, con los sindicatos que son a los que la Constitución encomienda para  representar y defender los intereses de los trabajadores.


JUANJOPD. No me quiero despedir hoy sin un recuerdo para un gran sindicalista, un gran luchador por los derechos de los trabajadores, un hombre de izquierdas y sobretodo una gran persona, como era el compañero y amigo Juanjo González, para el que, como dijo Miguel Hernández, temprano madrugó la madrugada.

(Enla imagen:Juanjo Gonzalez)

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