jueves. 28.03.2024

El derecho a saber

Hoy queremos manifestar a la ciudadanía, en el Día Internacional del Derecho a Saber, la importancia de ejercer con plenitud ese derecho, y resaltar los valores que representan: el derecho a la información, al control de lo público, a la participación y a la rendición de cuentas de cuantas decisiones realicen los políticos, para que sean conocidas y controladas por la ciudadanía, con el fin de comprender mejor a nuestra compleja sociedad de la globalización que tiende a operar en la opacidad. Queremos saber y entender, porque queremos salir de esta noche oscura sistémica.

Hoy precisamos de ese saber, de entender, para controlar la oscuridad sistémica de nuestras instituciones, en la que no es fácil encontrar respuesta, porque las buscamos demasiado en los vertederos de ideas obsoletas. Buscamos con frecuencia lo que está agotado para reanimarlo, cuando tenemos que aplicarnos más en la innovación, aunque sea más dificultoso. No caminemos por las vías más fáciles, pues tienen sus trampas. Avancemos por los caminos más desabridos, porque nuestro espíritu se fortalecerá, y la ciudadanía precisa de una nueva energía que dé como respuesta una democracia participativa.

Estas manifestaciones, deseo que lleguen a todos los municipios y territorios, para resaltar que, en este Día Internacional del Derecho a Saber, debe ser un acontecimiento que nos anima a reflexionar sobre lo que en la sociedad moderna representa la aspiración de ese Derecho. Saber, es muchas veces disentir, investigar los porqués de la vida, analizar nuestras disconformidades con más información. Es, en definitiva, cultivar el espíritu crítico, que nos lleva siempre, como a los niños, a preguntar ¿por qué? Y en las respuestas de quien tienen la obligación de explicar lo que les pedimos encontraremos soluciones, descontentos y hasta desprecios: ¿Para qué quiere éste saber esto? El que pregunta desea ir desde su desconocimiento a la certeza, y en ese ejercicio de su derecho no tenemos que preguntar ¿para qué lo quiere saber? ¡Quiere saber! Es su derecho fundamental. Preciosa aspiración de la ciudadanía para salir de la opacidad reinante, esa oscuridad que lucha por salir desde la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano proclamado el 26 de agosto de 1789.

Escribo esto con tristeza, por la amarga experiencia de vivir la ausencia de alcanzar la meta ideal de una sociedad transparente. Y comprobar y sentir en propia carne cómo te asaltan por el camino algunos despiadados, despojándote de lo puesto, sin darse cuenta de que caminamos sin alforjas: no tenemos equipaje, solo ideas y ansias de libertad, para que las desigualdades no arrasen nuestra convivencia. No nos anima el poder: solo pretendemos que todos podamos SER.

En el día del saber, el deseo es abrir las instituciones para que la transparencia no se convierta en un mercadeo de ranking, sino en una forma de vida para ser más justos y solidarios con todos. Pues quiero resaltar que hoy en día la riqueza se concentra más que nunca y está rompiendo el deseo de convivencia, básico para construir un país y una sociedad global.

Hoy es buen día para pensar que no debemos servir intereses del “imperio económico” que nos quiere dominar bajo los aspectos más depredadores del mercado, y sus ataques a los recursos naturales, ya sean energías, tierra o agua. Deseo un régimen de convivencia que ejercitando sus derechos desenmascare a los que ejercen el poder desde un clasismo ideológico que se manifiesta en la sociedad con consecuencias fatales.

Hoy precisamos promover un sistema educativo que fomente valores, porque desde esa fortaleza, se podrá erradicar el sexismo, el racismo y la neocultura que impide practicar la dignidad humana. Hoy es un buen momento para comprometernos en recuperarla, defender nuestra madre naturaleza, promover y fomentar formas de sentir y de ser más solidarios, pensando que hay que ir sustituyendo cantidades y gustos infinitos, por un sentido de la proporcionalidad, para alejarnos de las euforias desarrollistas en beneficio de limites justos.

Y una necesidad más: impulsar la diversidad con un sentido muy fuerte de horizontalidad, para promover la cohesión social. En el Día del Derecho a Saber, la ciudadanía tiene que dar un paso en reforzar ese sentimiento de ser humano, porque ejercitando el conocimiento, no perpetuaremos el concepto inhumano en el que nos quieren recluir.

El derecho a saber