jueves. 18.04.2024

El sentido común en tiempos de nueva realidad postcoronavirus

incognitas

La premisa de partida es que es para cada uno de nosotros el llamado sentido común, del que se ha dicho que no es el más común de los sentidos. Una primera aproximación sería decir que es la capacidad de juicio para ante una situación cotidiana tomar la decisión más razonable posible. Autores como Bergson lo definen como la facultad para orientarse en la vida práctica. A mí me interesa resaltar el concepto de sentido común, como aquel conjunto de creencias de una determinada comunidad, considerados prudentes y que sirven a los miembros de esa comunidad para tomar decisiones razonables ante los problemas de cada día. Este sentido común parte de conocer las cualidades captadas por los sentidos y que se comparan con experiencias previas que cada uno de nosotros hemos tenido, es decir está muy en relación con la función cognitiva de la percepción.

Si he defendido la definición de un conjunto de creencias de una comunidad, estaremos de acuerdo en que desde aquí, el sentido común estaría más en relación con un pensamiento colectivo que con el de cada individuo de esa comunidad. Por tanto, la filosofía del sentido común hace referencia no ha un concepto cotidiano popular de andar por casa, sino que responde a una sabiduría colectiva.

Este paradigma puede explicar que el sentido común no sea el más común de los sentidos, sino el más común de una comunidad. Pero en una comunidad determinada hay un pensamiento único?. Parece que no. Luego tampoco en la misma comunidad el sentido común hará referencia a los mismos valores para individuos de esa comunidad, y esto es determinante, para sorpresa de muchos, como algo que “es de sentido común, no lo es para todos”.

Y qué relación podemos establecer entre el sentido común y la responsabilidad?. D’Ords pone de manifiesto la importancia de los ámbitos de formación: la familia –en particular los padres–, los profesores que se comportan como verdaderos maestros, la vida espiritual, no equivalente a práctica religiosa en mi opinión, el ambiente social en el que la persona crece. Si éstos destilan buena filosofía, crean sentido común, fruto de la reflexión no sistemática propia del hombre que vuelve sobre lo vivido y distingue el bien, porque siente su atracción, por su connaturalidad con él.

Aristóteles, en su Ética a Nicómaco hizo alusión a la realidad de que la ética sirve para reforzar y ver más claro lo que ya se está viendo, como nos recuerda Maria Alejandra Vanney. Esta es la clave de la relación entre  responsabilidad y sentido común, quien ha interiorizado los distintos ámbitos de formación ejercerá con responsabilidad en cualquier cuestión de la vida cotidiana.

Y en este encuadre del sentido común, como podemos predecir que será el comportamiento responsable derivado del sentido común en el período de post pandemia que se nos avecina?. Pues si consideramos que vivimos en una sociedad compleja, con múltiples subgrupos diferentes en cada comunidad, y por tanto sin compartir valores comunes, parece difícil que en todos ellos se pueda tener un sentido común, común a todos ellos, verdad?. Y si eso es así, que podemos esperar del ejercicio de la responsabilidad basada en actos que emanen del sentido común?.

Desde este análisis más o menos pormenorizado del sentido común y su relación con la responsabilidad repito, que podemos esperar en la nueva realidad postpandemia COVID 19?. Voy a dejar responder a esta cuestión a los lectores de Nueva Tribuna que pacientemente decidan reflexionar conmigo sobre esta pregunta, no fácil de responder.

Por último, como ha manifestado Eugene O’Neill, creer en el sentido común de los humanos es la primera falta de sentido común.

El sentido común en tiempos de nueva realidad postcoronavirus