El 39º Congreso ha vuelto a marcar un punto importante en la historia del PSOE, acompañado en este caso de una intensa movilización de muchos afiliados
En la larga historia del PSOE se han celebrado Congresos especialmente significativos para la vida de este partido y para su proyección política, e incluso histórica. Entre estos congresos hay que recordar el primer Congreso Ordinario que tuvo lugar en Barcelona entre el 23 y 25 de agosto de 1888, después del acto fundacional que había tenido lugar en Madrid durante la comida fraternal del 2 de mayo de 1879 y de la reunión posterior en la que se aprobó el primer programa del Partido el 20 de julio de ese mismo año.
Otro Congreso fundamental fue el que tuvo lugar en abril de 1921, después de fuertes debates y varias reuniones y congresos previos, que permitió zanjar el debate sobre la incorporación o no incorporación a la III Internacional postulada por Lenin. Igualmente significativo fue el Congreso Extraordinario de julio de 1931, en el que se consolidó la alianza del PSOE con diversos partidos republicanos, tema que ya había sido objeto de deliberaciones muy vivas en Congresos anteriores. Un cuarto Congreso significativo fue el que tuvo lugar en marzo de 1948, en el que se eligió Presidente del Partido a Indalecio Prieto y en el que se aprobó una nueva estrategia de alianzas con las fuerzas políticas democráticas para restablecer un régimen de libertades en España.
Un quinto Congreso significativo fue el que se celebró en Suresnes en 1974, en el que se impulsó el traslado efectivo de la dirección del PSOE al interior de España. Congreso que tuvo su continuidad política en el 27º Congreso, celebrado ya en España entre el 5 y el 8 de diciembre de 1976, aún bajo el régimen anterior, y en el que se consolidó la nueva línea política del PSOE, que permitió que este partido fuera una de las piezas fundamentales del proceso de Transición Democrática y de la aprobación de una Constitución consensuada en 1978.
Un sexto Congreso especialmente relevante fue el que se celebró en mayo de 1978, y el siguiente Congreso Extraordinario de septiembre de 1979, donde se afianzó una política de carácter socialdemócrata y un liderazgo de Felipe González que acabó conduciendo al triunfo electoral de 1982.
Amén de estos grandes hitos, el PSOE ha celebrado también otros Congresos importantes, como el que abrió la vía a la elección de los candidatos a la Presidencia del Gobierno en elecciones primarias (celebrado el 22 de junio de 1997), lo que se tradujo en la elección de Josep Borrell como candidato ampliamente apoyado por los militantes (55%). Otros hitos igualmente importantes fueron los que permitieron establecer la representación paritaria entre hombres y mujeres en las listas electorales y órganos del partido, los que avanzaron nuevas propuestas y conquistas del Estado de Bienestar y de reconocimiento de las libertades cívicas.
En esta perspectiva histórica, el 39º Congreso ha vuelto a marcar un punto importante en la historia del PSOE, acompañado en este caso de una intensa movilización de muchos afiliados y afiliadas organizados en plataformas democráticas y en otras instancias del PSOE. Lo que se ha plasmado en un proceso muy intenso de debate sobre propuestas programáticas y en unas elecciones primarias, que finalmente concluyeron con la elección por mayoría absoluta de Pedro Sánchez, y con la aprobación de un programa sustantivo de reformas democráticas, de nuevas propuestas estratégicas y de política económica nucleadas en torno a lo que se ha calificado como “una nueva socialdemocracia”.
Precisamente, el documento titulado “Por una nueva socialdemocracia”, después de ser ampliamente debatido no solo entre los sectores que apoyaron a la candidatura de Pedro Sánchez, sino también entre el conjunto de la organización, ha dado paso a unas resoluciones congresuales muy completas, aprobadas por el 39º Congreso, junto a unas propuestas avanzadas de democratización de la vida interna en el PSOE, que hacen de sus afiliados la verdadera columna vertebral decisoria del partido, permitiendo avanzar nuevos pasos en la profundización de sus métodos democráticos e implicativos, que ya caracterizaron a este partido –y lo diferenciaron de otras organizaciones− desde los primeros momentos de su fundación.