martes. 19.03.2024

Los Presupuestos 2017, un trágala social

montoro

Los recortes vuelven a recaer sobre las espaldas de pensionistas, desempleados y empleados públicos

El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales para 2017 ya está en el Congreso. Es la ley más importante de cada año. En su elaboración y tramitación parlamentaria el Gobierno y los partidos reflejan públicamente sus respectivos niveles de sensibilidad social. Más allá de la oratoria está en juego el Estado de bienestar y el sustento de muchos. Ya se han formulado enmiendas y críticas varias de casi toda la oposición, más duras contra más a la izquierda. Es lo lógico y habitual. Porque con estos PGE que no sorprenden, y con los que vengan de este cariz, España no va a ser lugar para viejos ni jóvenes.

En CCOO venimos oponiéndonos a esta política presupuestaria que deteriora nuestro modelo social y productivo. Un año más nos encontramos con unos presupuestos que atentan  contra las personas desempleadas, pensionistas y empleados público y otro año más denunciamos que el Gobierno no haya debatido las cuentas públicas con los agentes sociales. Este año negando la comparecencia de los agentes sociales en el Congreso de los Diputados. No obstante, desde CCOO trataremos de enmendar en lo posible estas cuentas compartiendo nuestras propuestas con los grupos parlamentarios y movilizándonos en la calle.

Montoro presenta unas cuentas que califica como “sociales”, argumentando que  libran 4.000 millones más en pensiones y dedican un 56% al gasto social. Asegura que servirán para crear más de 500 mil empleos. Sin embargo, a pesar de las presuntas bondades de los PGE, no hay lugar para presumir que sean expansivas. Él mismo anunció en enero rebajas de 16.000 millones y unos PGE "exigentes". Son requerimientos de Bruselas y su pertinaz “consolidación fiscal”, esa que tanto gusta a los bancos franceses y alemanes y por la que se tendrá que rebajar el déficit público desde el 4,33% del PIB de 2016 al 3,1% del PIB de este año. Y eso que llevamos diez años de recortes con una inversión pública que ha bajado 22.000 millones desde 2007. Por tanto, vamos a seguir con unas cuentas muy austeras en lo social. Rajoy dice que estos PGE “apuntalan” el bienestar, el mismo que él tanto viene quebrando.

Con estas cuentas la recuperación no va a llegar a los más damnificados por la crisis, y al menos 12 millones de personas van a perder poder adquisitivo

La realidad es que los PGE 2017 son falsamente sociales. Así, por ejemplo, la aritmética dice que suben en Sanidad (2,3%) y Educación (1,7%) pero bastante menos respecto al crecimiento de nuestro PIB. La escusa de la deuda servirá un año más para preservar los privilegios y el beneficio de los de siempre por encima de la mejora y extensión de los servicios públicos o de las prestaciones sociales. En pleno crecimiento económico el PP les endosa estos presupuestos que siguen perjudicando a los más perjudicados por la crisis, a la clase trabajadora y a lo poco que va quedando de clase media.

Además de lo apuntado para Sanidad y Educación, con estos PGE no se puede recuperar un nivel mínimo en I+D+i (si es que alguna vez contó con suficiente financiación) para poder transformar nuestro modelo productivo en algo bastante más solvente. Tampoco hay ninguna partida para el pacto contra violencia género. Y poca cosa para las necesidades de la Dependencia, mucha racanería en las becas, la partida de infraestructuras baja casi un 11%, apenas nada librado para el medio ambiente, muchos empleados y empleadas de Correos a verlas venir con el nuevo recorte... En definitiva, nada que asegure que la ciudadanía de una potencia económica media vaya a sufrir menos desigualdad, pobreza e incluso exclusión.

Aunque la Seguridad Social está recaudando más, acumula un gran déficit que alcanza los 18.000 millones. También la casi exhausta hucha de las pensiones que, desde los 70.000 millones que Rajoy heredó, cuenta ya con unos escasos 15.000 millones

El empleo de baja calidad, precario, es ya marca España, el “justo premio” a tantos años de penurias. Pese a que el déficit del Estado es menor y a que desde hace un año se ha elevado la recaudación fiscal hasta el 7%, una vez más las cuentas se cuadran con más recortes. Así, aunque la Seguridad Social está recaudando más, acumula un gran déficit que alcanza los 18.000 millones. También la casi exhausta hucha de las pensiones que, desde los 70.000 millones que Rajoy heredó, cuenta ya con unos escasos 15.000 millones, aunque Montoro asegura que se emitirá deuda para evitar el penoso trance de verla quebrada.

El PP previsiblemente logrará la aprobación de estos maquillados presupuestos con algunas concesiones pactistas a Ciudadanos y a nacionalistas vascos y canarios, y templando ánimos con el pacto por el empleo en las Administraciones Públicas, tras decretar un exiguo 1% de subida salarial. Por ahora hay enmiendas de totalidad que no van a prosperar. La aprobación en junio de estos PGE (ya veremos cuántas enmiendas incorpora) reforzará la posición política de este Gobierno en minoría ante un eventual adelanto electoral.

En definitiva, más reducción del gasto, más políticas regresivas y fiscalidad poco redistributiva para incrementar la desigualdad. Seguiremos con empleos mal pagados y precarios en aras del crecimiento de una economía endeble y poco fiable.

Bruselas y el PP siguen tensando sin acabar de ahogar. Los recortes vuelven a recaer sobre las espaldas de pensionistas, desempleados y empleados públicos. Con estas cuentas la recuperación no va a llegar a los más damnificados por la crisis, y al menos 12 millones de personas van a perder poder adquisitivo. Por tanto, son un trágala más del ideario neoliberal, que sigue sisando a la economía doméstica y promoviendo la desigualdad y la pobreza laboral y social n nuestro país.

Los Presupuestos 2017, un trágala social