Que el PP y el PSOE hayan sumado juntos menos del 50% de los votos y que Izquierda Plural (IU,ICV-EUiA,Anova,LV) y Podemos sumen juntos un 18% en estas Elecciones Europeas solo son números, pero creo que son los avisos de un Tsunami político que se está fraguando y que va a desencadenar un verdadero cambio de escenario político en España.
En Cataluña también el eje CiU/PSC es ya historia, y la izquierda que apuesta por el derecho a decidir y por la Cataluña Social debe prepararse para asumir las responsabilidades de liderar la reconstrucción del país y en ningún caso apuntalar los viejos rescoldos del poder.
Si algo han demostrado estas Elecciones Europeas es que hay espacio para la Ruptura Democrática con el sistema heredado de la Transición y el inicio reconstituyente para un Nuevo Proyecto de país.
Hemos comprobado que en Europa no es fácil, los resultados de los partidos fascistas y xenófobos y el insuficiente crecimiento de la izquierda transformadora (no en Grecia ni en España) deben llevarnos a la reflexión de que los viejos esquemas políticos son limitativos para el crecimiento y consolidación de una alternativa a la Troika y que necesitamos más transversalidad, mas atrevimiento y más conexión popular con política entendida desde la gente y por la gente y no desde los partidos y para los partidos (aún que estos se llamen de izquierdas). Hay que superar las viejas familias políticas para construir un frente anti Troika como ha sugerido el compañero Alexis Tsipras con verdes de izquierda, alternativos, antisistema, revolucionarios y socialistas consecuentes.
En un artículo antes de las Elecciones Europeas decía que ahora era el momento, y ahora después de los resultados insisto en afirmarlo, ahora es el momento. El ciclo político electoral se ha iniciado, la crisis política es una evidencia y los signos de hundimiento del régimen son claros (también evidentes sus resistencias y fortalezas) pero, la pregunta del millón es si nosotros estamos preparados, si tenemos la ambición política necesaria para estar a la altura de las circunstancias por encima de nuestros chiringuitos (con perdón) y nuestros egos mayúsculos.
Es necesaria ahora una suma multiplicadora, en base a programas de propuesta y acción. La suma debe desarrollarse desde las bases de las organizaciones y movimientos políticos y debe extenderse, barrio a barrio, municipio a municipio, sector a sector. Debería por parte de los partidos de izquierda estar prohibido preparar las elecciones municipales al margen de esa suma multiplicadora y en desconexión con la movilización popular solo para fortalecer unas siglas o una marca política.
Para la Izquierda Plural es momento de alegría, modestia y ambición política. Alegría por la campaña y resultados obtenidos. Nuestra militancia es oro y ha trabajado de lo lindo en una buena campaña y resultado. Modestia ya que en la izquierda transformadora, ecologista y feminista no estamos solos, hay que constatarlo no burocráticamente, sino implementando desde ya, desde los militantes a los dirigentes (especialmente los dirigentes) una actitud y una propuesta que tenga la suma en un programa de ruptura su objetivo. Ambición Política, hay que generar una ilusión de victoria desbordante que incorpore a miles, millones de personas descreídas en la política y las convierta en protagonistas de ese momento histórico y mágico en que derrotaremos al régimen.
La Izquierda Plural somos gente honrada que hace política por convicción con propuestas verdaderamente revolucionarias, pero, hay muchísima gente que no lo sabe y muchísima gente que no lo cree. Hay que hacer los cambios necesarios, y digo los necesarios a cualquier precio, para que esa gente lo conozca y lo viva con nosotros.
La marcha atrás ha empezado, todo está a nuestro favor si tomamos las decisiones adecuadas que se esperan de nosotros, proponiendo un cambio profundo con una Nueva Política y por un Nuevo País, toda la gente que ha participado en Huelgas Generales, Mareas y contra desalojos son imprescindibles, pero también aquellos cabreados, indignados y asqueados que han perdido la ilusión y la convicción en sistema político corrupto y endogámico que necesita una primavera de cambio.
Démosle un disgusto al régimen, creemos un movimiento político que en un Tsunami enriquecedor siembre de nuevo estas tierras de la vieja Europa.