jueves. 28.03.2024

Pensiones. A quién quieren engañar; A quién quieren estafar

Con motivo del debate parlamentario sobre techo de gasto del 2016 tuve la ocasión de denunciar al Ministro Montoro y su reiterada costumbre de mentir en sede parlamentaria.

Los Ministros Montoro y Bañez se comportan como un equipo de trileros dirigidos por Rajoy

Con motivo del debate parlamentario sobre techo de gasto del 2016 tuve la ocasión de denunciar al Ministro Montoro y su reiterada costumbre de mentir en sede parlamentaria.

Una cosa es que los presupuestos sean solo eso, una previsión de  ingresos y gastos. Y la otra es que, año tras año, el Gobierno del PP presente unos Presupuestos tan ficticios y falsos como antisociales y centralizadores.

Pretender que el año 2016 se cierre con un déficit público del 2,8%, cuando el 2014 se ha cerrado con un déficit del 5,7% es algo más que una ficción. Significa una reducción de más de la mitad en dos años, del 5,7% al 2,8%, cuando durante entre el 2013 y el 2014 la reducción del déficit ha sido del 0,6% y el año 2014 se ha cerrado por encima de las previsiones (del 5,7%, cuando el objetivo era el 5,5%).

Ahora con la Presentación de los PGE 2016 se confirma este engaño y ya queda claro como Rajoy piensa cuadrar sus números a martillazos.

Uno de los ajustes lo piensa conseguir con una nueva asfixia de las CCAA. No en vano, ya adelantó Montoro que el mayor ajuste en la reducción del déficit iba a recaer en las CCAA, al exigirles un déficit del 0,3% a finales del 2016. No está de más recordar que ajustar sobre las CCAA además de centralizador es antisocial, porque la inmensa mayoría del gasto de las CCAA es gasto social.

Y el otro escenario de este engaño- estafa se produce en los números de la Seguridad Social, de las pensiones.

Si ya las previsiones del 2015 eran absolutamente irreales, las del 2016 son una provocación.

Para que se hagan una idea. El Presupuesto del 2015 preveía un aumento de los ingresos por cotizaciones totales del 6,8% sobre el 2014. La ejecución del Presupuesto a mitad del ejercicio, Junio 2015, sitúa el incremento sobre el 2014 en un 1,32%, es decir menos del 20% de las previsiones. Eso significa que el déficit de la Seguridad Social, previsto en un 0,6% puede alcanzar el 1,2%, es decir una desviación entre ingresos y gastos que puede superar en mucho los 10.000 millones de euros.

En este escenario de ejecución del 2015, el Gobierno Rajoy presenta unos Presupuestos de la Seguridad Social para el 2016, en los que la única cifra cierta es la del gasto en pensiones. Que, a pesar de los duros recortes impuestos en 2013, va a superar los 121.000 millones de euros, con un crecimiento del gasto total en pensiones contributivas del 2,8% y de las no contributivas del 2,2%.

En el apartado de ingresos, los Ministros Montoro y Bañez se comportan como un equipo de trileros dirigidos por Rajoy.

Con un aumento de los ingresos por cotizaciones que a Junio del 2015 están en el 1,32%, el Gobierno de nuevo nos hace una previsión de crecimiento de las cotizaciones para el 2016 del 6,7%. Conviene destacar que en el caso de las cotizaciones de empresas y trabajadores la previsión de incremento es del 8,3%, dado que las cotizaciones por desempleados que paga el SEPE caen un -13,3%, porque cada vez hay menos desempleados que cobren prestación y reciban cotizaciones.

No es que estas previsiones sean exageradas, es que son francamente un engaño en toda regla. Pues si en momentos de crecimiento de los cotizantes por encima del 3% - menos si se mide en empleo equivalente a tiempo completo- los ingresos por cotizaciones solo suben un 1,32%, no puede justificarse de ninguna manera una mejora de los ingresos de cotizaciones del 8,3% para el 2016. Y el Gobierno lo sabe, pero lo oculta hasta después de las elecciones generales.

Esta es una de las consecuencias de la Reforma Laboral del PP y CIU. Como el empleo que se crea es cada vez más precario en términos de temporalidad, parcialidad y también salariales y como se ha incentivado la sustitución de unos trabajadores protegidos por otros más precarizados, el resultado es que aun mejorando el número de cotizantes no mejoran los ingresos por cotizaciones. A un empleo precario le corresponde una seguridad social en precario.

El resultado de este engaño es el de una gran estafa. Al Gobierno del PP solo le interesa presentarse con unos presupuestos aseados antes de las próximas elecciones generales. Aunque el resultado sea acumular en dos ejercicios un déficit que puede alcanzar en términos acumulados los 25.000 millones de euros. En momentos en que el Fondo de Reserva está agotando su margen de maniobra.

Es pues urgentísimo abordar la reforma que la Seguridad Social y el país necesitan. La sostenibilidad del sistema de seguridad social no pasa por más recortes en el gasto en pensiones, sino por un incremento de los ingresos. Un incremento que para no penalizar el empleo no puede venir de manera estructural de más cotizaciones, sino de una mayor aportación vía fiscal con la que financiar las llamadas prestaciones de muerte y supervivencia – viudedad y orfandad- que siendo unas pensiones no estrictamente contributivas se están pagando íntegramente con cotizaciones.

Claro que para poder hacer este esfuerzo fiscal en la Seguridad Social debe abordarse el gran reto de nuestro país, transitar de una fiscalidad cadavérica a una fiscalidad suficiente, equitativa y eficiente tal como exige la CE.

España dispone de unos ingresos fiscales situados en el 37,8% del PIB, un 8% menos que la media de la UE, lo que supone 80.000 millones de euros de ingresos menos cada año.

Para tener una sociedad justa y una economía competitiva hace falta entre otras cosas disponer de la musculatura fiscal de Dinamarca con ingresos fiscales del 58,8% del PIB, o Finlandia del 55,5% o Suecia del 51,1% o de Austria del 48,1%. Y si no se quiere ir tan lejos podemos quedarnos en el 44,6% de Alemania.

Mientras no lo conseguimos al menos que no nos engañen, que no nos estafen de nuevo en Diciembre del 2015 como hicieron en Noviembre del 2011.

Y para que no haya malentendidos esta reflexión sirve también para el 27S, sea cual sea el resultado último de la forma de Estado que decida la ciudadanía de Catalunya. Porque uno de los temas que en general se soslaya en el debate político catalán es que una buena parte de nuestra insuficiencia fiscal viene de las balanzas fiscales con el Estado Español, pero otra mucho más importante aún tiene su origen en un sistema fiscal cadavérico del que también son responsables y en primera línea las élites económicas y políticas catalanas. 

Pensiones. A quién quieren engañar; A quién quieren estafar