viernes. 29.03.2024

Madrid después del 24M: cartografía electoral

Algunas encuestas aciertan, claro que sí. Quienes se equivocan o sencillamente mienten y engañan son muchos de los que viven de analizarlas.

Algunas encuestas aciertan, claro que sí. Quienes se equivocan o sencillamente mienten y engañan son muchos de los que viven de analizarlas. En esta serie de dos artículos se tratará de ilustrar cómo y cuánto vota el Madrid de los ricos y el Madrid de los pobres.


Aporía algebraica [i] o antiguo juego del ‘ganapierde’: “A veces ganando el que más, se pierde todo”.

Anónimo   s.IX d.C.

Antes de nada, una palabra más para cerrar el asunto de las encuestas. Recuérdenlo si tienen a bien para las venideras. Están ya ahí al lado.

Cómo han acertado y quiénes

cartografia-electoralLa respuesta directa sobre intención de voto no engaña y en esta ocasión menos aún: la cocina era innecesaria. Los ingredientes estaban en condiciones para digerirlos mejor frescos. Lo dijimos y algún instituto así lo hizo (Metroscopia por ejemplo) y acertó bastante, precisamente por no usar ‘cocina’, aunque errase por motivos de muestra (telefónica). A MyWord (para obSERvatorio de la SER) que con muestra más depurada (online) acertó en intención, le perdió en cambio una extraviada cocina de diseño. Algo parecido le ocurrió al CIS agravado por su insuficiente actualidad en la captura de datos. Otras, como una creada casi para la ocasión –DEMOS-, inauguró la ceremonia de la confusión al conseguir “colocársela” tempranamente a un periódico de orientación progresista con resultados de extravagante triunfalismo hacia el partido en el poder, desmoralizando así a los seguidores del diario. Los media en general y los ‘tertulianos’, como casi siempre, se limitaron a recitar ‘mantras’ y a improvisar sandeces.

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                         Fuente : Elaboración propia a partir de varias Encuestas publicadas

O sea que esta vez las contestaciones de los entrevistados , al menos en Madrid y Barcelona , que yo sepa, han coincidido casi milimétricamente -concejal arriba, concejal abajo-, con los resultados de las urnas. Otra cosa han sido las estimaciones de los expertos o los vaticinios de los comentaristas.

Pero puesto que esto es ya casi historia, pasemos enseguida a echar un vistazo a esos resultados reales, fijando la mirada en la ciudad de Madrid., no sin antes hacer un condensado prólogo valorativo.

Lo primero que se constata desde una visión de conjunto sobre este mosaico de más de ocho mil teselas del Reino de España es la plena confirmación de la aporía algebraica con la que se abre este doble artículo y con el que, a modo de epílogo, se cerrará con el segundo el análisis electoral desarrollado en otros que le precedieron.

Especialmente divertido aunque sin dejar de ser grotesco es la cándida modalidad de esa práctica del viejo juego del “ganapierde” que Cospedal ha practicado para la ocasión al cosechar una derrota en diferido tras amañar la ley electoral en su Comunidad ahora perdida.

Por su parte, su Partido en conjunto parece estar aquejado, tras los resultados obtenidos, de un mal identificable hoy como “puerilidad en tanto enfermedad senil del conservadurismo más rancio”, valga el retruécano del título de un famoso opúsculo que llegó a tener relativa celebridad en los albores del pasado siglo, concretamente en la Rusia zarista, con la que tan bien encajan algunos de los actuales exponentes del universo conservador.

La versión estrictamente manicomial de tal enfermedad se ha encarnado en una de las aspirantes derrotadas tras quedar la primera en la lista de “premiados”. Asistimos así enmudecidos a las llamadas de Esperanza Aguirre a la formación de un gobierno de concentración que serán secundadas mañana por su (¿antiguo?) Partido, como ya lo hiciera ayer dando apoyo a su arrebatado ofrecimiento a Carmona y Villacís para alzar juntos barricadas institucionales delante de esas ciudadelas de los soviets, erigidas sobre el voto popular de tantos y tantos distritos perdidos

¿Alguien sabe qué ha pasado en Madrid?

charlotSí. Lo ha dicho mejor que nadie Ernesto Ekaizer al evocar aquella escena de Tiempos Modernos en que Charlot, tras recoger la bandera roja caída accidentalmente de un coche de bomberos, se ve encabezando insospechadamente una interminable columna de huelguistas en manifestación por una calle del viejo puerto de Nueva York.

La transposición actual de aquella épica imagen, la encarna ahora en Madrid una abuela risueña en bicicleta y sin bandera, a la que en vez de aquel cortejo fordista de ayer le sigue hoy con entusiasmo un turbión de teleoperadoras, de reponedores de hiper, de enfermeros, de maestras, de ingenieras de telecomunicación, de montadores de pladur, de peluqueras, de estilistas, de embotelladores de coca cola, de masajistas, de supervivientes de la industria cinematográfica con y sin glamur, de jardineros, de funcionarias de los tres niveles de la Administración, de conductores de metro y autobús, de médicos de la seguridad social, e incluso de alguna taxista de a mil euros al mes ,de encofradores ,gruistas y arquitectos en paro crónico y sobre todo de parados , de muchas paradas ….O sea de aquellas personas que algunos en sus laboratorios de fabricación de estadísticas se empeñan en seguir agrupando y encasillando bajo la pudorosa denominación de’ clases medias’ empleadas en el “sector servicios”, para eludir el desapacible término de “clase trabajadora”.

Y no conviene seguir engañándose con las pláticas de los “sociólogos en plantilla” que nos aseguran que la distribución espacial de los votos es solo la fiel representación de la cada vez más desigual distribución de la riqueza y de los ingresos, o sea de eso que una inveterada práctica de corrupción del lenguaje han dado en llamar impúdicamente “rentas”, como si  quien malvive de sus 500 € de salario mensual lo estuviese haciendo de sus “rentas”, al igual que cualquier otro convecino del Madrid de los ricos

Nada de eso de por sí hubiera alterado apenas un ápice un mapa político que con similar distribución de ingresos y riqueza, llevaba perdurablemente enquistado más de dos décadas, con un dominio del azul hasta en lo más extremo de sus contornos.

No, lo que ha ocurrido es que el sedimento de la progresiva pauperación originada en un proceso inmisericorde de desposesión y despojo calculadamente promovido por los poderosos, ha cristalizado en una nueva e inestable “placa” que al encajarse ha removido ahora la vieja orografía.

Pero lo verdaderamente nuevo no es esto, sino que el material integrante de ese ignorado sedimento es la conciencia adquirida por esas capas medias o populares cuyo pensamiento logró colonizar con éxito y de modo duradero hace ya largo tiempo una derecha cavernícola, asentada plácidamente en sus canteras de extracción de rentas (éstas sí auténticas “rentas”).

(Continuará)


[i] Aporía. Del gr. ἀπορία, dificultad de pasar. Algebra (del árabe: الجبر al-ŷabr 'reintegración, recomposición' ) es la rama de la matemática que estudia la combinación de elementos de estructuras abstractas acorde a ciertas reglas.

Madrid después del 24M: cartografía electoral