viernes. 19.04.2024

El único camino

AsambleaMadrid

“Las semillas generalmente se ‘despiertan’ y germinan bien cuando el suelo está húmedo y las condiciones de temperatura son favorables para que ellas puedan crecer. Pero no todas las semillas tienen los mismos requisitos de germinación, por lo que es importante conocer qué es lo que cada tipo de semilla necesita".

“Biología de las semillas y de las plántulas”


La campaña para las elecciones madrileñas del 4-Mayo ha arrancado ya de hecho. A modo de acto inaugural se han puesto a punto los pertrechos demoscópicos, que ya han disparado sus primeras salvas -de momento de artificio- para anunciar el triunfo clamoroso de las derechas locales, o más bien de los rescoldos todavía humeantes del fuego de Colón, con Díaz Ayuso como portadora del pebetero.

De cumplirse esos vaticinios -y pueden hacerlo, pero también puede que no-, habríamos pasado casi sin solución de continuidad del gobierno más estrambótico que ha sufrido Madrid en su más reciente y todavía corta historia democrática (ni siquiera medio siglo en total), al más esperpéntico que cabe imaginar.

Y ocurrirá de seguro si los demócratas de esta capital de las Españas no lo impedimos con los solos recursos de los que disponemos; limitados pero suficientes, a condición de usarlos de modo diametralmente distinto de lo que prescribe la letal combinación de pesimismo fatalista, de rutina indolente y de aplicación de viejos recetarios para conducirnos de modo directo e inexorable a un nuevo desastre.

¿Qué recursos? Los que hay, es decir los tres partidos de izquierda -las tres formas de entenderla- que a día de hoy -o hasta anteayer- tenían presencia en la Asamblea del Ensanche de Vallecas: PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, por orden de mayor a menor representación.

¿De qué forma? Dejando de lado solo por un tiempo -provisional y breve- las propias siglas, por más gloriosas que sean, para englobarse bajo una nueva que identifique una lista única. Es decir, la anticipación de la coalición que irremediablemente habría que poner en pie de resultar ganador el conjunto de aquellas siglas por separado. Dejar ya hecho antes lo que en cualquier caso tendría que acabar haciéndose después para gobernar. Tan sencillo y tan difícil como eso.

Sin ‘complejos’, como dictó Aznar en los 90, es decir con alegre sonrisa ante la más que previsible acusación de reeditar un frente popular socialcomunista.

No se trata de apelar con nostalgia a épicas de resistencia al fascismo que fue, sino de hacer frente al que vuelto travestido, con pragmatismo para llevar a cabo una real alternativa de rescate social y de salvación de una democracia asediada que es preciso reconstruir sobre bases renovadas.

Sin místicos llamamientos a la Unidad con mayúsculas, ni menos aún con melancólicos lamentos por la crónica división de las izquierdas, menos ahora cuando en las derechas florecen los cismas.

Se trata tan solo -y nada menos- que de la inteligente adaptación a las condiciones de unas ciudades (del concreto y peculiar sistema de esta región) y de una sociedad a la altura de los tiempos, con decisión y empuje para arrinconar tanta roña y cutrería como la que hoy aglutina ese frente patriotero comandado por la insigne encarnación del casticismo posmoderno que hoy se cobija bajo la marca Ayuso& Monasterio.

Pronúnciese cada partido cuanto antes sobre si está o no dispuesto a formar esa lista única, supeditando todo lo demás a ese objetivo, Y háganlo pronto para que quienes estamos llamados a votar obremos en consecuencia.      


Si pronuncio la sentencia de muerte de una persona malvada y no le has advertido o hablado para disuadirla de sus actos malvados y así salvar su vida, esa persona morirá a causa de su pecado, pero yo te haré responsable de su muerte. Pero si le has advertido y él persiste en sus actos malvados, morirá a causa de su pecado, pero habrás cumplido con tu deber”. (Ezequiel 3: 18-19 o 33: 7-11)

El único camino