viernes. 26.04.2024

Cantó, Cantó

cantooo

Había expectación por conocer la siguiente zona de tránsito de Cantó en su periplo ideológico-laboral. Una vez que cambió las frías aguas de Ciudadanos por las más cálidas del Partido Popular utilizando la corriente del golfo, desconocíamos cual sería la siguiente arribada.

Diaz Ayuso mantuvo la emoción no dándole una consejería acorde con los méritos del personaje, lo cual pudo estar justificado bien, precisamente, por los méritos del personaje o bien porque, nobleza obliga, no todo lo que hace Diaz Ayuso tiene porqué estar mal. Aunque la verdadera razón es que doña Isabel tenía encomendada a don Antonio una misión solo al alcance de los más capaces. Se trataba de defender el español. Según dice ella misma, llevaba tiempo anunciando que defender el español estaba en el podio de sus objetivos políticos, solo después del de mandar a Pedro Sánchez a la cola del paro.

Parece ser que, lo primero que hizo, fue dirigirse a la Real Academia de la Lengua para pedir una franquicia. Sin embargo le dijeron eso que aparece en los locales más prestigiosos, lo de "Esta casa no tiene sucursales".

Amilanarse no está en el diccionario de Diaz Ayuso por lo que, lejos de desistir, se puso a la labor ya que, debió pensar, ¿Qué otra cosa puedo hacer con Tony Cantó?. Y le ha nombrado Defensor del Español. Hay quien cree que también, tratándose de defensas, también pensó en Sergio Ramos, que había rescindido su contrato con el Real Madrid, pero no está confirmado. Con lo cual, ya está Cantó dispuesto a defender el español, y a cobrar por ello una cantidad que, aunque va a ser menos que lo que cobraría Sergio Ramos, tampoco está nada mal.

Lo primero que ha dicho Cantó es que "la defensa del español va a crear empleo" y como la caridad, siempre se ha dicho, empieza por uno mismo, él ya ha conseguido colocarse. Y no es que lo diga yo, es que lo ha dicho él mismo al decir eso de que "el chiringuito soy yo". O, sea, él, el mismísimo Tony Cantó.

Eso lo ha dicho porque, inmediatamente, se han generalizado las acusaciones de que ese nuevo cargo es un "chiringuito" creado a la medida, de tamaño chiringuito, de los méritos de Cantó. El momento veraniego, además, es propicio para esta figura porque el chiringuito es muy de estas fechas, cuando se ponen puestos de bebidas al aire libre. Claro que, a lo mejor se refiere el término a la segunda acepción del diccionario, la que habla de "chorrito menudo".

Lo primero que hay que decir es que, esto de colocar a un amigo en una oficina ad hoc, es relativamente moderno. Antes se colocaban de asesores. Ahora, hubiera sido más lógico que le hubieran puesto en una Oficina de Infiltrados, para pastorear a los apostatas de Ciudadanos. Pero no, el observatorio del idioma que hay en la Puerta del Sol ha debido detectar algún peligro inminente que solo podía conjurarlo Tony Cantó.

Aunque, hay que desconfiar de las intenciones beneficiosas para el español que se han aducido. Si el PP quisiera defender el español, podría haber enviado a Cantó a Cataluña, por ejemplo, para hacerlo aunque fuera poniendo mesas petitorias, esa parte tan importante del ADN de ese partido. Pero no, lo que ha hecho es nombrarle en Madrid. ¿Porqué?. Aquí no cabría la pregunta retórica, aunque la he hecho. Pues evidentemente, porque en Madrid gobierna Diaz Ayuso y en Cataluña no pinta nada, al menos de momento mientras no haya un nuevo congreso en el PP.

Y, ¿por qué no le ha puesto como defensor de algo más madrileño, como el cheli?. Porque Cantó es de Valencia y su acento no es que no sea el de Ramoncín, por ejemplo. Es que no llega ni al de Pepe Bono, el mejor cheliparlante de fuera de Madrid.

Pero, seamos claros. El problema no es la defensa del español. Fuera lo que fuera lo que hubiera sido nombrado Tony Cantó en la Comunidad de Madrid, incluso en cualquiera en las que gobierna el PP, incluso en Ceuta, el escándalo hubiera sido parecido. ¿Porqué?. Pues por la sencilla razón del currículo de Tony Cantó. Solo en una consejería, dirección general, departamento, sección o negociado de Cine, Teatro y Televisión, podría estar justificada la aparición de Cantó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.

Porque lo de Cantó es un "cante". Y esto, que cualquiera puede entender lo que significa, puede ser lo que menos guste a Cantó de este artículo. La razón es que "cante" no tiene en el diccionario, ese libro de cabecera de Tony Cantó, la acepción que cualquiera podría utilizar para decir que lo de Cantó, cantó.

Cantó, Cantó