sábado. 20.04.2024

OIT: Informe sobre España. Crecimiento con empleo

Merece la pena saber que hay un Informe que no baila el agua del Gobierno de Rajoy, ni de los capitostes del IBEX-35...

oit

El propio Informe de la OIT comienza reconociendo que el título hace referencia a una necesidad y un deseo, que a una realidad de nuestro país

Recientemente, en la sede del Consejo Económico y Social (CES), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó un Informe titulado, España: Crecimiento con Empleo. Las conclusiones de este informe han tenido poca audiencia, por motivos variados, entre los que no podemos descartar el marasmo informativo que tapa cualquier cosa que no represente un escándalo. Cataluña, Cañete, los violadores diversos en las calles o en las cárceles, las tarjetas de Cajamadrid. Estos asuntos tienen gran y merecida audiencia, hasta el punto de que terminan comiéndose el tiempo de los informativos.

Sin embargo merece la pena saber que, por una vez y esperamos que como saludable precedente, hay un Informe que no baila el agua del Gobierno de Rajoy, ni de los capitostes del IBEX-35, ni del Círculo de Empresarios, presidido por la inefable Mónica de Oriol, siempre dispuesta hacer apostolado de la bajada de salarios, la precariedad laboral generalizada (y especialmente de nuestros jóvenes) y el deterioro de las condiciones de trabajo.

El propio Informe de la OIT comienza reconociendo que el título hace referencia a una necesidad y un deseo, que a una realidad de nuestro país. El riesgo, en estos momentos, es que la salida de la crisis se produzca sin la creación del empleo necesario para impedir que millones de personas queden en la cuneta, sin empleo y sin ver garantizadas sus posibilidades de subsistencia.

Afirma la OIT, que España ha comenzado a salir de la crisis, gracias a que crecen nuestras exportaciones, pero que las repercusiones económicas y laborales siguen siendo muy significativas. El país debería dedicarse a promover la diversificación económica y la fortaleza de las empresas para que la creación de empleo se consolide.

Recomienda la OIT, que hay que ayudar más a las personas a buscar empleo, a permanecer y mantenerse en el mismo y a adquirir nuevas cualificaciones, para lo cual hay que reformar (atención, la OIT dice REFORMAR) los Servicios Públicos de Empleo. Imagino que se refiere al SEPE estatal y a los Servicios de Empleo autonómicos (allí dónde hayan conseguido sobrevivir y no ser directamente suprimidos).

Dice la OIT, que sería necesario propiciar reformas encaminadas a facilitar la contratación y fomentar la calidad del empleo, aumentando la cobertura de los convenios colectivos y la negociación colectiva, distribuyendo mejor los ingresos y evitando deteriorar más los salarios.

La OIT hace un llamamiento a que el Gobierno garantice una protección social más adecuada, adaptando la política macroeconómica a las estrategias sociales y de empleo (y no al contrario, se entiende). La OIT realiza el ofrecimiento de colaboración de sus servicios técnicos y de apoyo, para propiciar una recuperación intensiva del empleo y plantea el reforzamiento del diálogo social, apuntando la creación de un órgano tripartito, al estilo de lo hecho en Irlanda, que permita planificar estrategias, seguirlas, valorarlas y proporcionar directrices que mejoren la economía, el empleo y la protección a las personas.

Este Informe, que incorpora estas conclusiones, no puede ser del agrado del círculo de avaros financieros, neoconservadores en lo político y ultraliberales en lo económico, que se ha hecho con las riendas del país y lo dirige todo con mano de hierro.

No puede ser del agrado de un Gobierno que sigue oteando los brotes verdes y no puede tolerar que alguien le diga que esta lenta recuperación va de más exportación, pero con una inversión y un consumo interno extremadamente débiles, con unas finanzas públicas muy precarias.

No puede ver con buenos ojos que nos recuerden que nuestra caída de empleo ha sido la más dura de Europa, por culpa de que dependíamos mucho de la construcción y machacando a los trabajadores con contratos temporales. Por eso el paro se ha cebado en los jóvenes y en los trabajadores de bajo nivel educativo, condenados a un desempleo de cada vez más larga duración. Parece que se crea más empleo, en los últimos meses, pero entre el aumento de la temporalidad y la inestabilidad de la recuperación, puede que todo acabe en un reparto miserable de lo poco que hay y no en nuevo empleo.

La OIT alerta que el aumento de nuestra productividad se asienta en la pérdida de empleo en casi todos los sectores. Nuestras empresas siguen siendo algunas de las más endeudadas de Europa, pero también las que ahora tienen más dificultades para acceder al crédito, por lo cual no pueden invertir, ni crear empleo, ni superar su estrangulamiento. La tasa de supervivencia de nuestras empresas se encuentra por debajo de la media europea. El apoyo a la gestión empresarial y un crédito que funcione, serían elementos clave para superar este duro momento.

El Gobierno de Rajoy debería promover la inversión productiva, mejorar el acceso a la financiación y el dinamismo de las empresas, aumentar los recursos para la formación. Son algunas de las recetas de la OIT para España.

No puede sentarle bien a Rajoy que la OIT le recuerde que realiza mucho esfuerzo en autoempleo, pero que tiene un mercado de trabajo dualizado, con excesivo componente de temporalidad en contratos a tiempo parcial.

Mientras esto ocurre, el riesgo de pobreza aumenta entre los desempleados, pero también entre quienes tienen trabajo. Es necesario mantener, por lo tanto el gasto público en políticas activas y pasivas de protección a las personas desempleadas.

Según la OIT, desde el reforzamiento del diálogo social (que el Gobierno Rajoy confunde con mera consulta) hay que incentivar la contratación, reforzar la formación, y dotarse de apoyos a los ingresos de desempleados y familias de bajos ingresos. Pero para hacerlo, hay que reformar los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) incapaces de dar una atención personalizada a las personas desempleadas.

Durante décadas hemos desarrollado marcos de diálogo social, que los gobiernos autonómicos y nacionales del PP se están encargando de desmantelar. Por eso, la OIT recomienda reactivar el diálogo social, en lugar de continuar con la imposición de las famosas “reformas estructurales” que siempre golpean a los mismos.

Hay que reforzar la negociación colectiva, el papel del convenio colectivo. Por el contrario, la reforma laboral ha permitido al empresario descolgarse del convenio a la carta, modificando condiciones de trabajo, no aplicando cláusulas que no le interesan, o limitando la prórroga de los convenios mientras no entra en vigencia uno nuevo (ultraactividad).

El resultado es que hay menos convenios y cubren a menos personas, produciendo vacíos de regulación de las condiciones de trabajo, más inaplicaciones de cláusulas y más modificaciones unilaterales del empresario de las condiciones pactadas en convenio.

En cuanto a los salarios, la OIT se desmarca también de las doctrinas ultraliberales. Las reformas laborales y la propia crisis, han traído moderación salarial generalizada, pero es alarmante que el Salario Mínimo Interprofesional haya perdido poder adquisitivo, así como los salarios del sector público.

Las decisiones no deben ser impuestas, sino negociadas, fruto del diálogo social, mejorando la calidad y cobertura de los convenios colectivos, consolidando la interlocución y representación dentro de las empresas y apostando por crecimientos salariales razonables que impulsen el consumo interno y mejoren las condiciones de vida.

Para concluir, el Informe de la OIT, junto al llamamiento a reforzar el diálogo social y crear instrumentos de definición de estrategias, seguimiento y evaluación, identifica los elementos que deben formar parte de una estrategia social y de empleo. En primer lugar, crear entornos favorables a la creación de empresas y su desarrollo. Apoyar a los grupos vulnerables, fomentando su vinculación e integración al mercado de trabajo. Apostar por la calidad del empleo, creando vínculos más estrechos entre demanda y oferta, a través de la reforma de los Servicios Públicos de Empleo (SEPE).

Estamos ante un Informe elaborado por un organismo internacional prestigioso, en el que se encuentran representados Gobiernos, empresarios y sindicatos de todo el planeta. Un Informe que huye de los tópicos, en cuanto al tratamiento de los problemas. Que apuesta por las soluciones negociadas, frente a las impuestas. Que propugna el equilibrio frente a la unilateralidad. Que aporta conclusiones y recomendaciones muy alejadas de los tópicos-típicos a los que nos tienen acostumbrados Gobiernos, ministros, presidentes de bancos, tertulianos, supuestos expertos a sueldo y no pocos responsables de estrambóticos círculos de poder empresarial, que perciben la amenaza cierta de tener que negociar y compartir su poder con sus trabajadores y con el conjunto de la sociedad, que reclama soluciones y respeto a sus derechos laborales y sociales.

OIT: Informe sobre España. Crecimiento con empleo