jueves. 25.04.2024

Igualdad y liderazgo de organizaciones

Una pregunta recurrente en estos días aciagos de crisis, paro, e incertidumbre, es ¿para qué sirve un sindicato?...


Una pregunta recurrente en estos días aciagos de crisis, paro, e incertidumbre, es ¿para qué sirve un sindicato? La verdad es que hay varios vídeos y argumentarios al respecto. Entre uno de los mejores, aquel que, en torno a las imágenes de La vida de Brian, nos va desmenuzando lo que han conseguido los sindicatos a lo largo de la historia. O aquel otro en el que asistimos a una reunión de ejecutivos de una empresa en la que el Presidente de la Compañía se realiza la misma pregunta y los asistentes van desglosando los logros que el sindicato ha alcanzado y que les benefician a ellos mismos, en forma de pensiones, subidas salariales, seguro de desempleo, permisos por maternidad, vacaciones anuales, etc...

Otra pregunta recurrente consiste en preguntar, ¿qué hacen los sindicatos con los dineros de la formación? Existen igualmente informaciones de todo tipo sobre la gestión de los dineros provenientes de la cuota de formación que pagan trabajadores y empresas. Los sindicatos ejecutan una parte ínfima de dichos recursos y, sin embargo, la propaganda machacona nos hace aparecer como los monopolizadores de esos recursos. De nada vale que presentemos informes oficiales que vienen a demostrar lo contrario. Que son las Comunidades Autónoma y las empresas directamente, las que gestionan la mayor parte de los recursos y que todos los sindicatos del país juntos no acceden ni al 10 por ciento de los recursos totales manejados por el sistema.

En estos días he tenido oportunidad de toparme con un ejemplo que pone en evidencia qué hacemos los sindicatos y a qué cosas dedicamos el dinero que recibimos para formación: La inauguración de la I Edición del Máster en Liderazgo y Dirección de Organizaciones. Creo que es una de las mejores demostraciones del trabajo por la igualdad de oportunidades y del destino que creemos deben tener los recursos para la formación.

CCOO acabamos de iniciar, conjuntamente con la Universidad Rey Juan Carlos, a través de la Cátedra de Género, integrada en el Instituto de Derecho Público, la VII edición del Máster en Políticas de Igualdad. Iniciamos ahora una nueva experiencia, con esta I Edición del Máster en Liderazgo y Dirección de Organizaciones. Se trata de formar, desde la perspectiva de la igualdad de género, a mujeres y hombres capaces de afrontar los retos de la dirección de organizaciones sociales, políticas o sindicales.

El Máster consta de 600 horas de de teleformación, utilizando la plataforma de la Fundación FOREM, organizadas en torno a cuatro bloques en los que las personas participantes van a adquirir habilidades directivas; conocimientos sobre la legislación, políticas y estrategias de igualdad; dirección de equipos; habilidades de comunicación; inglés; o trabajo en red.

Gracias esos famosos dineros de la formación, esta primera edición del Máster no tendrá coste para las y los participantes que, a través de una formación on-line, podrán contar con materiales, conferencias, tutorías, foros de intercambio, contacto con el profesorado, ejercicios, talleres de prácticas y cuestionarios de evaluación.

Las personas que completen esta formación, obtendrán un Título propio del Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos en Liderazgo y Dirección de organizaciones.

Desde CCOO estamos convencidos de que seremos, después de esta crisis, lo que sean y aporten las personas que se están formando en estos momentos. Tendremos el futuro que esas personas sean capaces de definir. Personas más cualificadas y comprometidas con la igualdad deben marcar el camino de superación de esta crisis.

Este máster es, por todo ello, uno de los mejores ejemplos de para qué sirve un sindicato y cómo hay que invertir en formación de futuro para profundizar en la igualdad, la aplicación real de la transversalidad de género y la paridad efectiva en la composición de los equipos y órganos de dirección. Una tarea de día a día, de esas que no causa escándalo y no suele salir en las páginas de la prensa. Pero una tarea necesaria e ineludible para transformar y mejorar el país.

Gracias a las mujeres y hombres que sostienen este compromiso callado, desde el sindicalismo o desde el mundo de la universidad. Gracias a las mujeres y hombres que acaban de iniciar este Máster, porque su esfuerzo, también silencioso y muchas veces solitario ante un ordenador, es la mejor garantía de que mañana seremos más iguales en derechos y más libres en nuestras vidas.

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