jueves. 18.04.2024

La habilidad de los conquistadores

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Este país es lo que tiene, siempre hay alguien dispuesto a hacer negocios, aprovechar las oportunidades, poner el cazo, repartir juego trucado para recoger beneficios fáciles. Siempre hay alguien poniendo oídos al cuento de El Dorado que nos espera al doblar el recodo de cualquier día, o al otro lado de cualquier montaña.

Llega a mis manos un documento fundacional de una de esas cruzadas madrileñas de conquista del futuro, en el que se sella la alianza de casi todos los grandes del país, desde constructoras a empresas energéticas, industriales, petroleras, alimentarias, gasísticas, bancos, sanidad privada, tecnológicas, de transportes, logísticas, universidades privadas, fondos de inversión más o menos buitres, consultoras y despachos de abogados, aseguradoras, cerveceras, clubs de futbol, empresas deportivas, de servicios y muchas más.

Como adorno de la operación podemos encontrar al Teatro Real, el Círculo de Bellas Artes, o el Instituto Cervantes, que dan una pátina de honorabilidad, cultura y filantropía, además de un barniz de beneficencia que asegura la presidencia de Cáritas Española, junto a la presidencia honorífica del alcalde de Madrid y la honorífica vicepresidencia para la vicealcaldesa.

Entre los objetivos fundacionales de la expedición aparece la recuperación sanitaria, cultural y económica de Madrid tras la pandemia, a golpe de proyectos culturales centrados en el español, la cultura, la salud y el bienestar. Para ello se convierte en muy importante idear proyectos, decenas de proyectos de diseño, facilitar su desarrollo y encontrar la financiación para los mismos.

Mucho bienestar, mucha colaboración público-privada, escuchar a la sociedad, formación de alianzas, firma de convenios, organización de eventos, encuentros, presentaciones, ruedas de prensa, inauguraciones y primeras piedras. Todo muy bien armado, trabado, diseñado por consultoras de alto estánding, con mucha transformación digital y mucha sostenibilidad ambiental de por medio.

Y es que esa es la clave del asalto a El Dorado que se avecina, la auténtica razón de ser de esta expedición que navegará el Manzanares, desde la Caja Mágica hasta el Club de Campo, pasando por el Matadero, Madrid Río, Príncipe Pío, el Puente de los Franceses, o las inmediaciones del Palacio de la Moncloa.

Ya han aparecido algunas de las grandes ideas filantrópicas. En una de ellas un montón de voluntarios recorrerán 10.000 bares y restaurantes de Madrid predicando las barras digitales, invitando a ver vídeos educativos, asesorando in situ y ofreciendo descuentos en aplicaciones y páginas web, así como en la utilización de las todopoderosas plataformas de distribución de comida a domicilio en moto, bicicleta, o patinete.

En esta ocasión, la puesta de largo del proyecto se ha realizado en el Mercado de Chamberí, con muchas grandes empresas bancarias, consultoras, o de bebidas y, por supuesto, el Alcalde y el Presidente de Cáritas. Mucho bombo, mucho platillo, muchos medios de comunicación. Mañana nos vemos y seguimos la fiesta.

Y efectivamente, pocos días después nueva noticia, nuevo invento, proyecto, evento. Ahora tocan los pobres, los barrios y los distritos más golpeados por la desigualdad y la pobreza. Han decidido regalar dispositivos informáticos de segunda mano, repartidos tal vez en el berlanguiano motocarro de Plácido, para que acaben con la brecha digital. Las brechas de salud, vivienda, empleo, educación, rentas o atención social, ya si eso las dejamos para otro día.

Por lo pronto ordenadores, tablets, portátiles, que quedan en desuso en grandes empresas pasarán a manos de miles de niños pobres para su uso en casa, o en los colegios, eso sí con asesoramiento psicológico de diseño universitario, formación a cargo de una gran corporación tecnológica y cientos de voluntarios coordinados por Cáritas, organizados en equipos liderados por psicólogos y psicopedagogos.

Sólo los muy ignorantes pueden tener dudas sobre la importancia de un programa que los propios responsables de la educación madrileña califican de importantísimo para el acceso a la educación en igualdad de oportunidades y recursos para acceder al ecosistema digital.

Todo un nuevo paradigma, palabra mágica, que no debes olvidar, ecosistema digital. Eso y la economía circular, que parece consistir en que los pobres reutilizan y reciclan lo que les cae de arriba. De hecho ya lo hacen los africanos con nuestros móviles. El objetivo de miles de niños y niñas de barrios pobres reciclando aparatos, recibiendo acompañamiento psicológico de corte universitario por parte de voluntarios de Cáritas cierra cualquier círculo globalizado e hiperconectado, desde luego.

Como es lógico, para la ocasión, qué mejor que presentar el proyecto en un Colegio nacido de la extinta Fundación Cajamadrid con presencia de universidades públicas y privadas, aseguradoras, empresas tecnológicas, entidades de fomento de la investigación, entidades artísticas, eso que llaman sociedad civil y empresas variadas del entorno y la guinda de UNICEF.

Resulta que, profundizando en estas noticias, me topo con una que dice que Madrid Futuro captará 8.000 millones de euros de los Fondos Europeos para la Recuperación tras la pandemia en más de 60 proyectos. Y no dejo de pensar que tras tanta filantropía, lengua española, cultura, recuperación económica, brechas y barras digitales y economía circular, se encuentra la cruzada, la expedición de descubrimiento y conquista, para encontrar un nuevo El Dorado.

Tropas aguerridas y feroces, entre las que no faltan aventureros, soldados de fortuna, gentes de letras, cronistas, notarios y misioneros, enarbolan la eterna cruz y afilan su imperial espada.

La habilidad de los conquistadores