sábado. 20.04.2024

20-D: España, país de trabajadores y trabajadoras

Es tiempo de elecciones. Tiempo para la política. Vamos a tener la oportunidad de escuchar a los representantes de los partidos en mesas redondas, foros, tertulias, debates.

Es tiempo de elecciones. Tiempo para la política. Vamos a tener la oportunidad de escuchar a los representantes de los partidos en mesas redondas, foros, tertulias, debates. Los políticos y sus propuestas electorales bajan a la plaza del pueblo en busca de votos y respaldo para sus candidatos y candidatas.

Aunque el ruido será mucho y las declaraciones más estrambóticas acapararán mucho tiempo y muchas páginas y minutos en los medios de comunicación, parece que no es mal momento para que los trabajadores y trabajadoras intentemos situar en la agenda de los políticos y políticas, nuestros problemas y nuestras propuestas.

Además, es nuestra obligación constitucional. Los partidos vertebran la voluntad política, dice el artículo 6 de la Constitución y los sindicatos, los intereses de los trabajadores y trabajadoras (artículo 7). Es obligación nuestra, pero es deber de los poderes públicos, escuchar y gobernar con la participación de las organizaciones que vertebran la sociedad.

Por eso, CCOO, hemos elaborado nuestras propias propuestas, para que sean contempladas en los programas electorales de los partidos políticos.

  1. La primera de ellas tiene que ver con una nueva política económica. Dice Manuel Vicent, en una entrevista sobre su libro “Desfile de Ciervos” que, si salimos de esta crisis, repetiremos la fiesta. El modelo de crecimiento asentado en el pelotazo, el ladrillo, el consumo interno y el endeudamiento de empresas y familias, era insostenible y debería ser irrepetible.<

Por el contrario, necesitamos una política económica orientada al crecimiento sostenible, que cree empleo y recupere los derechos perdidos en materia laboral y el Estado de Bienestar. Una política que actúe sobre el tejido productivo, la calidad y la innovación de nuestro tejido industrial y de servicios. Redefinir nuestra política energética, demasiado dependiente del petróleo. Apostar por la ciencia, la tecnología, la innovación.

Nuestro tejido empresarial es de pequeñas empresas y microempresas, lo cual lastra sus posibilidades de desarrollo y exportación. Un esfuerzo que hay que acometer desde la inversión pública, como motor de la recuperación de la inversión privada y la creación de empleo.

  1. En segundo lugar, CCOO apostamos por la negociación y aprobación de una Carta de Derechos de los Trabajadores y Trabajadoras. Una carta que debería verse recogida en una futura reforma constitucional y que incorpore: el trabajo estable y de calidad. La no discriminación por razones de edad, sexo, origen, condición social, orientación sexual, sindicación, etc.La ocupación efectiva que restituya la causalidad en la contratación y las causas justas en el despido. La salud laboral. La libre sindicación y el libre desarrollo de la acción sindical. Cambiando las leyes que conducen a la persecución de sindicalistas por el libre ejercicio del derecho de huelga. Libertad que debe extenderse a los centros de trabajo, porque las libertades democráticas no pueden detenerse a las puertas de la empresa.

Una carta de derechos que contemple un salario mínimo y suficiente que eleve el Salario Mínimo Interprofesional a 800 euros en 2016. El trato digno y la formación continua de cada trabajador y trabajadora.

Los derechos de los trabajadores y trabajadoras son incompatibles con los recortes y retrocesos introducidos en la negociación colectiva. Las sucesivas reformas laborales aprobadas durante la crisis, no sólo han abaratado y facilitado el despido, sino que han destrozado la fuerza vinculante de los convenios. Es necesario revertir las reformas laborales y restituir un marco justo de relaciones laborales.

Los derechos laborales a un empleo estable, a un salario digno, a unas condiciones de trabajo decentes, a la salud, a la cualificación, deben completarse con el desarrollo de las políticas públicas necesarias para luchar por la igualdad y combatir la exclusión social. Quien carece de empleo debe ver mejorada su protección por desempleo y quien carece de recursos debe contar con una renta mínima que asegure su suficiencia económica y su autonomía personal.

Cualquier futuro Gobierno debe incorporar entre sus prioridades la sostenibilidad y revalorización de las pensiones y el impulso de la Ley de dependencia, después de que, durante la crisis, los recortes en la Ley hacen que más de 500.000 personas hayan visto impedido el acceso a los recursos y prestaciones que les debería asegurar la ley.

Nuestro sistema fiscal es, además, profundamente injusto con los trabajadores y trabajadoras. Nuestros ingresos públicos siguen muy por debajo de la media europea. El IRPF se ha convertido en un impuesto sobre las rentas del trabajo, del que se evaden las rentas del capital. El impuesto de sociedades suponía el 23% de los ingresos fiscales en 2006 y el 9% en 2012.

Debemos recuperar los impuestos a los más ricos. Debemos revisar el tratamiento injusto del IVA. Debemos de avanzar en impuestos medioambientales y a las entidades financieras. Debemos combatir el fraude fiscal y la economía sumergida, fortaleciendo los cuerpos de inspectores de Hacienda. La crisis y los recortes del PP han supuesto un deterioro inaceptable del gasto público. Gasto en Educación, en Sanidad, en Vivienda, en Servicios Sociales, Migraciones.

El documento que CCOO presenta en estos días a los partidos políticos es un mapa para situar la ruta de los trabajadores y trabajadoras en la próxima legislatura. La crisis ha sido utilizada para imponer recortes que han producido una crispación social y política, que sólo puede abordarse desde el diálogo y la restitución de la justicia laboral y social.

Quienes nos gobiernen a partir del 20-D deben saber que se puede intentar gobernar sin los trabajadores y trabajadoras, pero nunca en contra de ellos, porque sería tanto como gobernar contra la vida, o de espaldas a ella. Y eso nunca construye proyectos viables para un país.

20-D: España, país de trabajadores y trabajadoras