martes. 16.04.2024

La intolerancia y las derechas

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En pleno rifi-rafe electoral un candidato de la izquierda moderada, preguntaba al candidato de Ciudadanos si en Madrid pactarían con Vox y este en vez de contestar, le increpa, ¿acaso no va él a pactar con los del póster de Lenin? Al primer amago, empezamos bien. Dónde vas, manzanas traigo.

Reflexiona y piensa a quién votas y qué hay detrás de muchos de estos modernos con tufo a sotana pederasta y sacristía con internet, “Por la gracia de Dios” y tus impuestos

Esta vez, con unas pocas horas de diferencia, es un colegio concertado, donde el director se presenta a las elecciones por el PP, se dirigen a los alumnos para adoctrinarles, que pidan su voto y que extiendan el mensaje de la verdad entre sus conocidos y familiares (… están contra tu colegio, están contra la vida, por eso quieren el aborto, las izquierdas todo lo que no les gusta siempre quieren prohibirlo, etc….).

Y es que ya tocan las narices, en los años que llevan los humanos sobre la tierra y que la religión se dedica a embrutecer a las personas. En pocos periodos como el actual, con la irrupción de los sindicatos, partidos de izquierdas y otras organizaciones de carácter reivindicativo, laico, progresista, etc., hemos estado más cerca de dar pasos hacia la igualdad, conseguir derechos humanos, sociales, de género, etc. (con, y a pesar de todos los errores cometidos).

Desde sus grandes organizaciones como la Internacional Demócrata Cristiana (la mayoría de los grandes partidos de derechas pertenecen), Vaticano, etc., etc., inciden no solo en nuestra economía de forma importante, gobiernan con nuestros dinero bajo sus injustos criterios, desde cómo organizarnos la vida de forma cristiana (lo mismo rapiñan inmuebles, en la enseñanza, exentos de impuestos, manejando más dinero B que los cárteles de la droga, etc.), dándonos lecciones de honradez, imponiéndonos los días de descanso laboral con arreglo a su calendario- santoral de hechos históricos inexistentes, ¿por qué un ateo tiene que cumplir las fiestas religiosas (Navidades, Semana santa, Santos varios cuando ellos digan, y para más inri que lo celebren con nuestro dinero)? Y nos llaman intransigentes y autoritarios.

No niego que en la parte baja de ese escalafón existen unas cuantas personas “bien intencionadas”, ellos no inciden en los políticos de derechas que gobiernan los ayuntamientos, comunidades y la nación y en el Vaticano.

Puedo entender que cuando la edad media era de 30 años, tan “jodida” para la gran mayoría agarrarse al consuelo de creer que hubiera otra vida, fuera una opción ligada a la gran ignorancia “reinante”, poca y mala, no tiene ningún sentido, mejor creer en la otra vida eterna y buena.

En las últimas décadas el conocimiento sobre nuestros orígenes y sus causas ha avanzado a pasos agigantados (todavía insuficientes) pero no solo el aumento de la población unido a lograr más del doble de esa edad media para una gran parte de la humanidad, nos hacen cada vez más innecesaria la idea de Dios (la gran mayoría de los científicos son ateos, agnósticos y, o, laicos) y mucho menos la idea del pecado. ¿Cómo se puede decir hoy en plena campaña electoral, que si una mujer es violada y se queda embarazada debe abstenerse de abortar, parir, criar, si no quiere cometer pecado mortal?

No voy a entrar en la importancia de la Revolución de Octubre de 1.917 o la victoria sobre los nazis (excepto en España) en 1.945, entre otros hitos históricos y su incidencia en nuestros días, pero vemos con qué facilidad resurgen, sobreviven y administran poder esas ideas de fanáticos “parabolanos” contra las personas que no confiesan con sus creencias. Más del 90% de toda la información, actos de la vida cotidiana, que recibimos y soportamos en España, y en general sobre el cristianismo, vienen del entorno católico y por tanto “incontestable”.

El imperio romano se mantuvo y convivió durante cuatro siglos con el politeísmo, desde entonces (el cristianismo en el continente americano, no existe hasta su invento en 1.492) el cristianismo se apodera y controla la vida de las personas en lo económico (Papas, Emperadores y Reyes), destrozan todas las raíces culturales (Bibliotecas, Templos Estatuas, prohibiendo la enseñanza de las ciencias, la filosofía, etc. Etc.). Reescribiendo en cada concilio una Historia de la Humanidad plagada de mentiras y hechos delirantes que al día de hoy siguen vigentes, en las sagradas escrituras, Biblias (de hecho los presidentes del imperio, muchos diputados y funcionarios juran sobre ella).

Donde se dicen barbaridades como que el Mundo se creó un 23 de octubre del año 4.004 antes de C. (con lo que vamos sabiendo sobre la antigüedad de la Tierra, ahora dicen que a lo mejor fue un poco antes, pero solo un poco).

Que su dios tan poderoso a los pocos días tubo que descansar, a lo mejor no era tan poderoso y además crear al hombre, un tal Adán y tan sabio fue que no se dio cuenta que solo Adán (por muy Onan que quisiera), no podía procrear ¡que fallo para ser tan sabio!, lo arreglo con una costilla (como Tonys Romans o así, eso si todos lo seres humanos somos iguales a su imagen y semejanza y afirman que solo se puede ser hombre o mujer, física y sexualmente hablando ¡qué barbaridad!). Y lo arreglan modosamente una vez metidos en ese jardín haciendo a una mujer (mujer tenía que ser) abrazar la zoofilia y “tirarse” una paloma o palomo, para mandar a su hijo al Mundo, pero como todavía no existía Amazon, no lo manda a llevar su mensaje a la Humanidad, a una urbe como Roma, Atenas o Alejandría, no, lo manda a un pueblillo en medio del desierto con menos habitantes que en una urbanización del pocero. Y así podríamos estar días y días comentando sobre estas verdades bíblicas, sin pies ni cabeza ni en nada científico que las sustente, pero no os engañéis los que creen en estos ejemplos son los que mandan y gestionan los presupuestos, son sus candidatos.

Ahora, reflexiona y piensa a quién votas y qué hay detrás de muchos de estos modernos con tufo a sotana pederasta y sacristía con Internet, “Por la gracia de Dios” y tus impuestos.

La intolerancia y las derechas