jueves. 28.03.2024

Hacia un Estado laico

Un Estado laico es el que aplica el principio de igualdad a todos, tanto a los creyentes de cualquier religión como a los no creyentes...

Un Estado laico es el que aplica el principio de igualdad a todos, tanto a los creyentes de cualquier religión como a los no creyentes. Por esa misma razón, no permite la discriminación por cuestiones religiosas pero tampoco favorece a ninguna confesión determinada. En el Estado laico no existe una "religión de Estado" y se mantiene la separación entre la Iglesia y el Estado. El Estado laico se asienta en los pilares de tres grandes conceptos: libertad, igualdad y fraternidad. 

La Conferencia Política del PSOE ha hecho una gran apuesta por el laicismo. ¡Está decidido! Durante este fin de semana han quedado resueltos los puntos más problemáticos de las relaciones de cooperación, que el PSOE quiere que se modifiquen entre el Estado y las diferentes confesiones religiosas. 

Un carácter básico del ideario político socialista es este mencionado Estado laico. Es una obligación moral tratar este asunto reconociendo que tanto la anterior ejecutiva socialista, como el Gobierno de la pasada legislatura no fueron coherentes con sus principios. ¡El aumento de la financiación a la Iglesia, evidentemente, jamás sería una medida destinada a luchar por la autofinanciación! Pero esta Conferencia Política nos devuelve la oportunidad perdida. ¡Esta ejecutiva se compromete más que nunca con su ideología! Y este compromiso no se basa en adjetivar al Estado como laico, sino que entra en profundidad en las cuestiones que lo materializan como tal.

El debate sucedido en la comisión de reformas institucionales giró en torno a varias cuestiones. Las de mayor calado fueron las referidas a la denuncia de los acuerdos del Estado español con la Santa Sede y la autofinanciación de las confesiones religiosas. Finalmente quedó aprobado un documento muy completo desde la perspectiva laica, gracias a las aportaciones de la Sectorial de Participación y Diversidad. Estas enmiendas hicieron posible el compromiso firme del PSOE para proponer que se suprima la referencia a la Iglesia Católica en nuestra Constitución; que se elimine el privilegio a la Iglesia Católica que le permite registrar a su nombre fincas no inscritas en el Registro de la Propiedad; que se inste al Gobierno a denunciar los Acuerdos con la Santa Sede, y que el partido se comprometa a mantener la denuncia de estos acuerdos desde el Gobierno con el objetivo de derogarlos; que la religión salga del horario y del currículum escolar: y finalmente un compromiso claro por la autofinanciación de las confesiones religiosas que deberán financiarse por las donaciones de sus fieles. 

Más allá de todas estas cuestiones, que son muy importantes, cabe destacar la importancia del objetivo de denunciar los Acuerdos con la Santa Sede. Cuando el PSOE cumpla con este compromiso, nuestro país será más libre, más igual y más justo. 

Digo todo esto porque en ningún lugar de la Constitución indica que el Estado debe acordar con otro Estado (la Ciudad del Vaticano) qué privilegios debe tener la Iglesia Católica en nuestro país. En mi opinión no debe tener absolutamente ninguno puesto. Todos conocemos que su doctrina discrimina, con una hipocresía escandalosa, a la mayoría de nuestra sociedad. 

Una vez adquirida estas obligaciones en la Conferencia Política, se deben llevar al Parlamento. Necesitamos cumplir con estos compromisos, porque lo contrario hará ciertas esas voces que falsamente dicen que el PSOE solo ataca a la Iglesia cuando necesita apoyo de sus bases. La realidad es que el PSOE es el único partido político que puede denunciar con el fin de derogar los Acuerdos entre España y la Santa Sede. El PSOE es el único partido que puede hacer que España sea laica.

Y a todos esos políticos y periodistas al servicio de la ignorancia del PP, que dicen que el PSOE ha girado a la "izquierda radical" por estos compromisos que ha asumido, les recomiendo que hablen con cualquier ciudadano francés conservador. La neutralidad del Estado ante la Iglesia es puramente lógica en un Estado democrático.

Hacia un Estado laico