viernes. 26.04.2024

De moción en moción y tiro porque me toca

mocion sanchez

Con todo esto de la moción a Rajoy le llevan los demonios. En su comparecencia de este viernes no ha podido ser más soez con Sánchez al afearle por su condición de ‘don nadie’ en términos políticos

La situación política en España es endiablada. La sentencia de la Gürtel ha removido una vez más los fantasmas que llevan acompañándonos desde el inicio de legislatura. Parece que fuera hoy cuando Pedro Sánchez intentó ser presidente del Gobierno y no pudo porque Podemos le negó el favor político. Cuando se marchó cabizbajo a un rincón con su ‘no es no,’ tras la repetición de elecciones, y volvió renacido gracias a las bases pero ya sin escaño en el Congreso. Cuando el PSOE se abstuvo tímidamente en la fracasada moción de censura de Podemos y luego todo se diluyó por el lío catalán en el que llevamos inmersos meses.

En los últimos tres años, este va a ser el tercer intento de sacar a Rajoy de La Moncloa. Pero el presidente es duro de pelar y no ha dudado en echarle los perros a aquel adversario que se acercara demasiado a las lindes de Moncloa. En eso está precisamente a las puertas de un fin de semana en el que, por cierto, ha cancelado su asistencia al partido de la final de la Champions que se juega en Kiev. La crisis política es de cierta envergadura, eso no lo puede negar ni él.

Y sí, parece que volvemos dos años atrás. Y, quizá por eso mismo, el anuncio de una nueva moción de censura provoca tanto vértigo. El PSOE dice que quiere gobernar en solitario, pero solo tiene 84 escaños. Sería inédito por no decir imposible. Sin comerlo ni beberlo, los socialistas han sabido coger al vuelo la oportunidad que se presentaba para recobrar protagonismo político y salir del tedio del aislamiento. Han sido valientes y han insuflado ánimos a la ‘tropa’ de la izquierda ciudadana hastiada ya de tanto fracaso. Hay quien se pregunta: ¿por qué una moción de censura a toda prisa sin ni siquiera sondear a sus posibles aliados? El único efecto que se conoce a día de hoy es que esta moción hará que se retraten todas las fuerzas políticas, también aquellas que demonizan al PP pero estrechan la mano tras la puerta para ciertos acuerdos convenientes. Las razones que ha esgrimido Sánchez están medidas al milímetro: la moción es para gobernar, para formar un gobierno monocolor en un periodo de transición que desemboque (no inmediatamente) en elecciones generales.

Con todo esto a Rajoy le llevan los demonios. En su comparecencia de este viernes no ha podido ser más soez con Sánchez al afearle por su condición de ‘don nadie’ en términos políticos y advertirle de que si quiere ir a duelo, él está dispuesto a aceptar el órdago.

Pues habrá duelo.

Un Rajoy, un PP, y me atrevería a decir que unos votantes, que siguen viendo la corrupción como un mal menor. El presidente no quiere convocar elecciones con este pollo político montado, principalmente porque siente en la nuca el aliento de Albert Rivera y, además, porque ya se ha currado lo peor, ¡¡los presupuestos!!, “los mejores”, ha dicho, y ahora tocaba descansar.

Pero aquí no hay resuello que valga. Al que más le interesa sacar las urnas es a Ciudadanos que encabeza todas las encuestas de intención de voto. Así, Rivera, se ha sacado un conejo de la chistera y en una voltereta mental ha propuesto otra moción, de categoría “instrumental” para desalojar al Gobierno y convocar inmediatamente elecciones. ¿Por qué razón va C’s a apoyar a un PSOE arropado por Podemos cuando todos los vientos soplan a su favor y saca ventaja a los demás en términos electorales? Podemos también jugueteó con la idea del sorpaso y salió rana. Y en esas seguimos, gobernados por Rajoy desde 2011 y con Gürtel desayudándonos todos los días.

Podemos tampoco muestra prisa por celebrar elecciones. Con esta bomba de relojería que ha supuesto la sentencia de Gürtel, todo se ha trastocado bastante. La formación morada esta inmersa en un debate y consulta interna sobre el propio liderazgo de Iglesias. Quizá por eso su bajo perfil en una rueda de prensa fugaz ante los medios que no ha llegado ni a los 6 minutos y en la que lo único que ha manifestado es su apoyo al PSOE “sin condiciones”, pero también su aviso a Sánchez para que empiece a hacerse a la idea de que va a necesitar aliados para gobernar, lo que conlleva correspondientes contrapartidas.

La situación política es endiablada y el próximo lunes será un día intenso. Iglesias sabrá si sus bases le quieren mantener al mando, que será lo más probable. El Congreso tramitará la moción del PSOE y conoceremos si C’s presenta otra alternativa. Sánchez reúne al Comité Federal a toro pasado, y la opinión pública volverá a sacudirse con la Gürtel por el posible ingreso en prisión de algunos de los condenados.

En este ‘déjà vu’, coincide hasta el mes. Como en ese intenso mes de junio de 2016, volveremos a subirnos este junio a la montaña rusa de la política española. Menos mal que están aprobados los presupuestos, que diría Rajoy.  

Pese a todo, ojalá triunfe la moción. Apuesto por ello.

De moción en moción y tiro porque me toca