viernes. 29.03.2024

Las movilizaciones en los centros sanitarios gallegos

Los gobiernos central y de la Xunta de Galicia están introduciendo una serie de medidas destinadas a recortar el derecho a la atención sanitaria de los ciudadanos, que van desde la supresión del derecho a la asistencia vinculado a la residencia (ahora es necesario haber cotizado a la seguridad social lo que deja fuera a la mayoría de los jóvenes, amas de casa o inmigrantes sin papeles) ); el copago de fármacos, prótesis o traslados en

Los gobiernos central y de la Xunta de Galicia están introduciendo una serie de medidas destinadas a recortar el derecho a la atención sanitaria de los ciudadanos, que van desde la supresión del derecho a la asistencia vinculado a la residencia (ahora es necesario haber cotizado a la seguridad social lo que deja fuera a la mayoría de los jóvenes, amas de casa o inmigrantes sin papeles) ); el copago de fármacos, prótesis o traslados en ambulancias; mientras de anuncia el pago por determinadas prestaciones hasta ahora gratuititas. La finalidad de estas medidas es acabar con la universalidad, equidad y carácter redistributivo del sistema sanitario para abrir espacio a los seguros sanitarios privados y a la provisión privada de los servicios.

Al mismo tiempo que se suprimen derechos y se recortan prestaciones, se está procediendo al derribo y desmantelamiento de los centros privatizando los hospitales y centros de salud, reduciendo plantillas con despidos de trabajadores de los centros o amortizando las plaza vacantes por jubilaciones y generando un clima de frustración y desánimo en los mismos que repercutirá sobre la calidad asistencial y la productividad de los trabajadores del sistema.

Afortunadamente el aprecio de los ciudadanos por el sistema sanitario público y por sus profesionales, corroborados por todas las encuestas, ha generado un movimiento de resistencia y de oposición a su deterioro y privatización.

En Galicia las Plataformas para la Defensa de la Sanidad Pública llevan años convocando manifestaciones ciudadanas en contra de la privatización de la sanidad como en Vigo, Pontevedra, Santiago, Ferrol, A Coruña, Ourense, Lugo, Monforte, Valdeorras, Vilagarcía, Barbanza, A Mariña, Cangas, Moaña, Marin, Bueu, etc..En todas ellas al lado de los ciudadanos han estado trabajadores sanitarios, con una presencia más o menos importante,, ya que algunos veían en las mismas una intencionalidad política o partidista.

Sin embargo ahora con las medidas de la Xunta de Galicia de precarizar las condiciones de trabajo de los sanitarios, a los que se ha reducido el 20% de sus salarios, eliminado días de descanso o pagas extras, la situación ha dado un salto cualitativo: Son los propios trabajadores de los centros los que están tomando la iniciativa contra la privatización de manera unitaria y sin exclusiones superando la tradicional fragmentación entre los sindicatos profesionales y los que agrupan a todas las ramas de la producción o los servicios. En este cambio de actitud ha tenido un importante papel el que los sanitarios han tomado conciencia de manera mayoritaria, de los graves perjuicios asociados a la privatización que van desde la reducción de plantillas, los recortes salariales la pérdida de estabilidad o la limitación de la libertad de decisión por las empresas privadas (como ocurre en países con sistemas empresariales como el norteamericano).

En los últimos meses se suceden las convocatorias de concentraciones en los centros sanitarios y manifestaciones públicas convocadas por los sindicatos de la sanidad contra el deterioro, desmantelamiento y privatización del sistema público. Esta estrategia ha dado un salto adelante con la convocatoria de encierros en los centros sanitarios de las Xuntas de Personal en todos los hospitales de Galicia. Ahora son los ciudadanos a través de las Plataformas para la Defensa de la Sanidad Pública que agrupan a organizaciones sociales, de enfermos, ONGs, sindicales y políticas, las que están expresando su solidaridad con los sanitarios.

Esta alianza, que parece consolidarse de manera imparable, puede ser la esperanza para frenar la política de privatización de la sanidad pública en Galicia y en el resto del Estado.

Las movilizaciones en los centros sanitarios gallegos