jueves. 25.04.2024

En el horizonte europeo

Alemania y la derecha neoliberal que ahora mismo rige sus destinos, deben decidir si quieren seguir construyendo una Europa Social y con derechos...

Alemania y la derecha neoliberal que ahora mismo rige sus destinos, deben decidir si quieren seguir construyendo una Europa Social y con derechos.

Y la izquierda ¿Dónde está la izquierda? Debe avanzar en una propuesta europea que poder presentar a su inmensa base desencantada, si no quiere asistir, junto a su propio funeral, al surgimiento de todo tipo de populismos.

Las medidas que se han venido adoptando e imponiendo hasta aquí al conjunto de la Unión Europea, han sumido a ésta en la más grave recesión que se recuerda.

Los últimos datos conocidos a través de Eurostat, han confirmado que la eurozona sufre la recesión más prolongada de su historia; con el Producto Interior Bruto (PIB) de los diecisiete bajando otro 0,2% en el primer trimestre del año.

Hasta aquí, más allá de algunos matices, habían habido coincidencias con el Fondo Monetario Internacional (FMI)  -que ahora anuncia discrepancias y que seguramente tendrán eco y expresión en la próxima reunión del FMI; y desde dentro de la propia Alemania  -quizás ante la próxima cita electoral-, porque hasta ahora la socialdemocracia (SPD) tampoco se habían desmarcado más allá de algunas cuestiones menores, de la política europea que ha venido impulsando la Canciller Ángela Merkel.

Pero ahora resulta que, en las antípodas de la política económica de recortes y reducción de la economía que se ha impuesto en Europa y en especial en la eurozona, tenemos a Japón; país que tras un ambicioso programa de reactivación económica puesto en marcha a finales del pasado año, acaba de revelar que en el primer trimestre del  año su economía creció un 0,9%, alejando las expectativas de recesión.

Y también  sabemos ahora, que los datos del primer trimestre en los  Estados Unidos, con una política económica de fomento del crecimiento, han cerrado el trimestre con un crecimiento económico del 0,6%.

Todos estos datos ahora conocidos, están haciendo que afloren algunas discrepancias (entre comillas si quieren todavía lo de la intensidad de las discrepancias) tanto entre el FMI y Alemania como entre el propio presidente de la Comisión Europea y la Canciller.

Hasta nuestro “mudito” presidente Rajoy parece plantearse, ahora, la conveniencia para España de establecer una troica con Francia e Italia para presionar a Alemania y forzar algunos cambios en la política económica…

No, no lo dicen así. No hablan de presionar sino de “acordar con Alemania”. Pero esa es la nueva realidad que empieza a despuntar.

La economía europea necesita estímulos para crecer, y la eurozona necesita (aunque no se hable de ello y no esté en ninguna agenda inmediata) los eurobonos y un Banco Central con competencias de Reserva Federal para poder combatir la crisis sin la creación de dos orillas terribles: la de los países deudores, con dificultades para financiarse y que deben pagar altos intereses para conseguirla (lo que a su vez les aleja cada vez más de  la recuperación económica); y la de los países acreedores cuyos bancos y fondos hacen buenos negocios con el mantenimiento de la situación actual.

En el horizonte apuntan las primeras discrepancias serias en mucho tiempo. Solo espero que sirvan para variar el rumbo de la insensata política económica que se viene imponiendo por Alemania, y hasta aquí, también por la propia Comisión a través de su asentimiento.

¡Está en juego el propio futuro de la Unión Europea!

En el horizonte europeo