jueves. 28.03.2024

El timo del rescate

Las explicaciones del Gobierno español y de la Troika en relación al llamado "rescate español" se parecen cada vez más al juego de los trileros: la bola siempre está en otro cubilete...

Las explicaciones del Gobierno español y de la Troika en relación al llamado "rescate español" se parecen cada vez más al juego de los trileros: la bola siempre está en otro cubilete. Vean, si no, cómo han ido evolucionando los argumentos de Bruselas y del Gobierno del PP sobre el tema:

Primero: a estas alturas, aún no hay acuerdo sobre si los fondos llegados a España son un rescate o no. Según Rajoy, estamos sufriendo tantos recortes de derechos porque es el precio a pagar por haber evitado el rescate.

Segundo: Rajoy dice que no es un rescate a España, sino sólo a la Banca, pero los préstamos van a cargo de los Presupuestos y su devolución corresponde en último término el Estado español; o sea, a los ciudadanos, a través de los impuestos.

Tercero: los préstamos son a los Bancos, pero las contrapartidas del Memorándum de Entendimiento en forma de recortes y contrarreformas las pagamos la ciudadanía. Algunas por anticipado, como la Reforma Laboral; otras, en diferido, como la de la Seguridad Social.

Cuarto: para justificar que con las ayudas públicas a una empresa privada como los Bancos se dejan de aplicar las sagradas leyes del mercado, se dice que de no hacerlo se colapsaría el crédito a empresas y familias. Pero la Banca ha recibido préstamos directos por 41.000 millones de euros que, junto a otras ayudas indirectas, suman un total de 185.000 millones de euros, y las empresas y familias continúan sin poder acceder al crédito de manera normalizada.

Quinto: todo ello se justifica en nombre de la reactivación económica y el empleo, pero hemos llegado a los 6,2 millones de parados, un millón más que al llegar el PP al Gobierno.

Sexto: cuando desde ámbitos académicos, profesionales y políticos se propone dedicar estas ayudas de manera directa a desendeudar familias hipotecadas y dar fluidez al crédito a las empresas, se dice que no pueden servir para eso. ¿Y entonces, para qué estamos pagando?

Séptimo: alguien, en nombre de Bruselas, declara que los fondos europeos no pueden ser utilizados para otra cosa distinta de aquella para lo que fueron aprobados. Pero, ¿no habíamos quedado en que era para posibilitar que la Banca cumpliera su función de facilitar crédito a empresas y familias? En qué quedamos...

Llegado a este punto, sólo se me ocurre una doble explicación: que el objetivo real de las ayudas a la Banca española no era ayudar a la reactivación económica, sino a que los Bancos españoles pudieran pagar los créditos concedidos por Bancos y mercados internacionales para financiar la bacanal especulativa; y que la crisis está siendo utilizada para imponer a la sociedad unas contrarreformas que la ciudadanía nunca hubiera aceptado en una situación de soberanía democrática plena.

El timo del rescate