jueves. 25.04.2024

Bersani. Vincitore

Con un poco más de tranquilidad se pueden valorar los resultados electorales de Italia. Prácticamente todos los medios de comunicación han salido en tromba hablando de ingobernabilidad, desastre e incluso de nuevas elecciones inmediatas como única salida. Nada de eso es cierto. La realidad es otra y muy contundente. Bersani, y su candidatura de Italia Bien Común ha ganado.

Con un poco más de tranquilidad se pueden valorar los resultados electorales de Italia.

Prácticamente todos los medios de comunicación han salido en tromba hablando de ingobernabilidad, desastre e incluso de nuevas elecciones inmediatas como única salida. Nada de eso es cierto. La realidad es otra y muy contundente.

Bersani, y su candidatura de Italia Bien Común ha ganado. Tiene mayoría absoluta en el Congreso, es primera fuerza en el Senado y ha vencido, avanzando de forma relevante en votos y porcentajes, en las elecciones regionales de Lazio, Molise y casi seguro en Lombardía.

Por tanto el Centro Izquierda puede gobernar y va a hacerlo. El Presidente Napolitano, llamará al ganador y le encargará la formación del gobierno. Si eso no se produjera nos encontraríamos nuevamente ante un desprecio a la voluntad popular, ante un nuevo golpe a la “democracia representativa” como se produjo con el nombramiento de Monti, que entre otras cosas por eso, ha sido el gran derrotado de estas elecciones.

El otro derrotado sin duda, y crucemos los dedos para que sea de forma definitiva y para siempre, es Berlusconi, que abusando de su control de los medios de comunicación y apoyándose en los sectores más corruptos, fascistas e insolidarios de Italia, con un discurso ultranacionalista y apelando a un antigermanismo de baja estofa, ha conseguido un resultado superior al que le otorgaban las encuestas.

El movimiento 5 estrellas ha cosechado un altísimo número de votos y sus propuestas y energía renovadora creo que impulsarán de forma decisiva, más allá de las primeras declaraciones de mantenerse al margen, a la renovación democrática de Italia y contribuirán a poner en marcha políticas progresistas y de avance para los más desfavorecidos.

Se abre por tanto la posibilidad de un Acuerdo Programático para el nombramiento de Bersani, con amplio apoyo social, que ponga en primer plano el compromiso de una reforma de leyes importantísimas para la refundación y consolidación de la democracia italiana. Una nueva Ley Electoral, la imprescindible reforma fiscal que garantice una mayor equidad, Ley Anticorrupción no sólo centrada en los representantes políticos sino en todas la Administraciones Públicas, la reducción del elevadísimo número de diputados y senadores, la discusión de la ley de conflicto de intereses y muchos otros puntos concretos donde existe una importante identificación programática entre el Partido Democrático de Bersani y las principales reivindicaciones de los ciudadanos italianos que han votado contra el modelo de gestión impuesto por Berlusconi desde hace casi veinte años.

La Comisión Europea inmediatamente ha puesto sus límites al cambio. Exigen que Italia cumpla sus compromisos adquiridos durante el gobierno de Monti. Ante esto cabe preguntarse si no es el momento de exigir a la Unión Europea avanzar en la mutualización de la deuda, en el impulso a los eurobonos, a la aprobación de un Plan Marshall propuesto por los sindicatos para la reactivación económica e industrial de los países de la Unión con mayores tasas de desempleo como se hizo con Alemania después de la segunda guerra mundial avanzando en políticas de cohesión y solidaridad e impidiendo que los mercados financieros puedan cebarse uno a uno contra Grecia, Portugal, Irlanda, España… e Italia.

Este resultado es un pasito más en el avance de las fuerzas progresistas en Europa, como lo fue la victoria de Hollande en Francia y puede suceder en las elecciones previstas en Alemania para el otoño. Las políticas neoliberales, restrictivas y privatizadoras de lo público que son actualmente hegemónicas en Europa, están levantando a los ciudadanos no sólo en las calles, sino también en las urnas. El resultado italiano es una impugnación de las políticas de austeridad.

¿Qué ocurriría en España si ahora se produjeran unas elecciones generales?

Bersani. Vincitore