jueves. 28.03.2024

¿Quién manda en España?

La iglesia es el gran poder. Se lleva nuestros dineros, pagamos a sus profesores, a los sacerdotes, y, además, aguantamos todas sus impertinencias. ¿Hasta cuándo?

Aparte de los poderes financieros, el money, que siempre ha tenido voz y mando, ahora Europa y la llamada Troika, ajena en principio a nosotros, es la que dirige la política económica y social de nuestro país. País cada vez más empobrecido y con mayor número de ciudadanos en exclusión social, con una tasa de paro que el mismo FMI augura en el 27%. Una España en la que los ricos -los menos- son cada vez más ricos a costa de los pobres -la inmensa mayoría- que cada vez son más pobres y en constante aumento y desprotección.

Y aunque el FMI acaba de reconocer que las ''recetas'' de extrema austeridad exigida, en especial, a los pueblos periféricos no consigue los resultados esperados, sino que, por el contrario, restan crédito a las expectativas deseadas, sigue obstinadamente en defender que no hay otra solución posible: seguir enriqueciendo a los ricos. Y aquí, Rajoy, dobla la testuz y asiente masacrando a ‘’su’’ pueblo mientras este aguante.

Otro de los grandes poderes fácticos es el de la mentira, el cinismo y la reiteración de los mantras propios del totalitarismo nazi proyectándolos contra aquellos cuya única oportunidad de protestar por los robos sufridos es manifestar públicamente su malestar ante tales injusticias y los que las provocan.

El otro gran poder, el de siempre, el que nos ha acompañado desde el siglo XV con los dichosos Concordatos con la Santa Sede, es la Iglesia católica.

Por referirme a lo más cercano en el tiempo, durante la guerra civil la Iglesia se postuló al lado de los golpistas contra el legítimo Régimen de la II República y que derivó en la barbarie guerracivilista. Y posteriormente apoyaron al fascio más repulsivo y lo hicieron de la forma más despreciable e inhumana posible. Estuvieron al lado del ''generalísimo'' y sus crímenes, lo llevaban bajo palio, con mayor adoración que al santísimo sacramento, hecho que los ‘’auténticos católicos’’ deberían haber denunciado como la más insoportable de las herejías.

Pero el miedo impregnaba el corazón de las gentes. El terror establecido era más fuerte que cualquier otra cosa entre las gentes no adictas al régimen dictatorial.

Franco consiguió de Pío XII la firma del Concordato Iglesia-Estado español en 1953 y que estuvo vigente hasta la Constitución de 1978, siendo sustituido por cuatro acuerdos firmados en 1979.

Durante los años de democracia, desde aquel arreglo que se llamó Transición, ninguno de los partidos políticos que han estado al frente del Gobierno español ha tenido los redaños necesarios para hacer de España un Estado laico. Ni Suarez, ni Felipe González, ni Aznar, ni Rodríguez Zapatero, ni ahora Mariano Rajoy han independizado los quehaceres del Estado de la voluntad de la Iglesia.

La Conferencia episcopal de la España de hoy, presidida por Rouco Varela, acaba de tirar de las orejas al Presidente de este desGobierno.

Rouco, desde su gran poder, y dada su manera de expresarse, aúlla contra Rajoy exigiendo que se legisle ya de una vez contra los matrimonios homosexuales y que se reforme la ley del aborto, así como que se solvente en Educación la religión como asignatura principal y obligatoria. Y ha advertido «Sobre el Gobierno y el legislador recae en este campo una grave responsabilidad propia y cierta, que no puede ser transferida ni eludida».  

La reacción de Gallardón no se ha hecho esperar en lo que atañe al aborto, en primer lugar. Como un manso cordero se ha puesto a trabajar para tener contento al Presidente de la Conferencia Episcopal.

Wert ha negociado en solitario con los obispos el potenciar la asignatura de Religión: La fórmula, la de “una asignatura evaluable, pero no computable”. Es decir, los alumnos se tendrán que examinar de Religión y las calificaciones figurarán en su expediente y contarán para repetir curso (aunque el nivel de suspensos en Religión es ínfimo). Y su alternativa debe ser una asignatura verdaderamente dura.

Los obispos, en sus conversaciones con Wert, han conseguido su mayor victoria: la supresión total de la asignatura Educación para la Ciudadanía, puesta en marcha por el anterior Gobierno socialista y que fue respaldada por el Tribunal Supremo tras años de polémica y ruido.

Ya podemos asegurar que Rajoy doblará su rodilla ante las exigencias de Rouco, y lo que éste le demanda será todo absolutamente cumplido. Que se note quién dispone en este país.

El PSOE está manifestando su protesta principalmente por el tema del aborto. Así se explica Elena Valenciano. Y aunque toda ayuda es poca, la verdad es que, a estas alturas, que el PSOE quiera replantear las relaciones Iglesia-Estado cuando han tenido en sus manos la posibilidad de separar ambos poderes, el civil y el religioso, y Zapatero dejó en el cajón del olvido la Ley de Libertad Religiosa -ya preparada para ser votada en el Parlamento- cualquiera de los avisos que pueda lanzar Rubalcaba suena a oportunismo, no a auténtica oposición y valentía.

La iglesia es el gran poder. Se lleva nuestros dineros, pagamos a sus profesores, a los sacerdotes, y, además, aguantamos todas sus impertinencias. ¿Hasta cuándo?

¿Quién manda en España?