martes. 16.04.2024

¿Se renovará el PP?

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La trayectoria política y personal de Soraya, su indudable experiencia parlamentaria y de gobierno, y su no implicación en las tramas de corrupción, la convierten en la dirigente más próxima a ese perfil que se necesita para renovar el PP

La renovación del Partido Popular es una necesidad publica y una cuestión que debería preocupar e interesar a toda la ciudadanía de nuestro país, incluidos quienes nunca les hemos votado y nunca les votaremos.

La derecha es una opción con la que se identifica una parte importante del electorado español. Así ha sido históricamente siempre que ha habido votaciones democráticas. Y no es presumible que esta realidad cambie, al menos de una forma sustancial.

Tan solo en 1982, en unas circunstancias excepcionales, con la Unión del Centro Democrático cuarteada y su líder Adolfo Suarez defenestrado por los conspiradores de su partido, con una Alianza Popular todavía estrechamente ligada al franquismo, pudo un Partido Socialista renovado despertar una gran ilusión y alcanzar una inmensa mayoría electoral. Nunca más se ha repetido esa situación.

En diversas ocasiones he defendido y sigo defendiendo, a pesar de los pesares y de los errores que han ido acumulando, que la irrupción de CIUDADANOS en el mapa político español, en el centro derecha, es una buena noticia para nuestra democracia, porque representa una opción mas democrática, moderna, laica y europea que el Partido Popular para muchos votantes del centro derecha, aunque algunas de sus posiciones en el tema del conflicto con los nacionalistas catalanes y vascos sea más reaccionaria que la del propio PP. Pero es evidente que el partido de Albert Rivera ni abarca ni abarcara a los sectores mas conservadores de la derecha española.

Porqué es importante para la democracia española la renovacion del Partido Popular

Por ello es importante que la otra referencia para el electorado de derechas, afronte una profunda renovación. Que se desprenda de sus vínculos emocionales con la dictadura franquista, que corte radicalmente con las practicas corruptas, que se distancie de los sectores más especulativos del capitalismo español, que deje de apoyar y apoyarse en los ámbitos mas reaccionarios de la jerarquía eclesiástica, que supere sus tics del viejo anticomunismo en su actitud con la izquierda alternativa, que evite los ramalazos xenófobos y antinmigrantes, que sea mínimamente comprensiva con la realidad de los nacionalismos vasco y catalán, y en fin que apueste con todas las consecuencias por el impulso de la Unión Europea.

Un Partido Popular escorado a la derecha extrema, dificultaría mucho la labor de un gobierno progresista, llevaría al Tribunal Constitucional una ley sí y otra también, utilizaría el Senado como un cerrojo permanente a cualquier iniciativa avanzada, utilizaría de forma demagógica las relaciones con los nacionalistas y manejaría los fantasmas de la emigración.

Es posible que leyendo esto haya quien piense que una renovación satisfactoria del PP sería un milagro inaudito y que nunca lo veremos. Es posible que así sea, pero deberíamos apostar, por lo contrario.

Lo sucedido tras la doble dimisión de Rajoy, desatando enfrentamientos personalistas y duras criticas cruzadas entre los candidatos a las primarias y la sorprendente “rebaja” de los afiliados con derecho a voto, no son un buen síntoma.

El futuro político, económico, social e internacional de España, nos está exigiendo, y cada vez con mayor urgencia. tomar decisiones importantes, para lo que resultan imprescindibles amplias mayorías parlamentarias, incluyendo al Partido Popular además de Ciudadanos. La propia reforma de la Constitución requiere el concurso de ambos partidos.

¿Soraya Saenz de Santamaria o Pablo Casado?

Por eso no resulta indiferente quién sea la persona que lidere el Partido Popular en sustitución de Rajoy. De los candidatos presentados en las primarias, la ganadora Soraya Sáenz de Santamaria, aunque no me guste, parece la opción más positiva para una renovación, aunque sea limitada.

La trayectoria política y personal de Soraya, su indudable experiencia parlamentaria y de gobierno, y su no implicación en las tramas de corrupción, la convierten en la dirigente más próxima a ese perfil que se necesita para renovar el PP. Es ambiciosa, meticulosa, trabajadora, se maneja bien con los medios de comunicación y evita meterse en charcos. Ha sido la más estrecha colaboradora de Rajoy durante muchos años y sin embargo no ha terminado achicharrada como él. Pero también es cierto que no sabemos mucho de lo que realmente piensa ante los grandes retos que tiene la sociedad española y cual seria su programa de gobierno, desligada ya de Rajoy.

Por el contrario, Pablo Casado, mas allá de lo que en su día ocurra con su master, es un dirigente que se ha caracterizado por su extremado conservadurismo dentro del PP, por su agresividad con la izquierda y su experiencia política es de secundario obediente. Seguramente sería una vuelta al aznarismo.

En definitiva, no da lo mismo el triunfo de Sáenz de Santamaria que el de Casado. En todo caso el resultado será un buen indicador de la posición política del aparato y los cuadros fundamentales del PP, que es posible que no coincidan con las bases que acaban de votar, algo que ya vivimos en el caso del PSOE recientemente.

¿Se renovará el PP?