sábado. 20.04.2024

¿Que quiere Podemos?

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Es evidente que las propuestas económicas presentadas en el Congreso por parte del gobierno socialista no son la panacea, ni mucho menos y que no son medidas plenamente satisfactorias desde una visión de izquierdas. Son básicamente un cambio de rumbo

Parafraseando el dicho popular, “que poco dura la alegría en casa de la izquierda”. La salida del PP del gobierno y la constitución del gobierno de Pedro Sánchez, devolvió la ilusión a la izquierda y en general a mucha gente. No le han dado ni los 100 días de cortesía.

Que el PP iba a ser implacable y más aun con el nuevo presidente que han elegido, era más que evidente. Ciudadanos, descolocado tras la moción de censura, ha optado por disputar el electorado conservador, escorándose cada vez más hacia la derecha; ya veremos que resultado les da.

Los independentistas catalanes, entregados a la demencial deriva de Puigdemont, han optado por el “cuanto peor, mejor”, no fuera a suceder que las actitudes negociadoras de Pedro Sánchez les estropearan la imagen y pudieran perder parte del electorado nacionalista menos intransigente.

Lo que resulta incomprensible es la posición de Podemos. Su abstención es una gravísima decisión que puede conducirnos en poco tiempo a unas elecciones anticipadas. Por segunda vez en dos años, sus votos objetivamente benefician a la derecha.

El gobierno de Pedro Sánchez en menos de dos meses ha acumulado medidas positivas, concretas, reales. Desde los nombramientos de dirigentes ligados a la izquierda alternativa, hasta el inicio del cambio en RTVE, la apertura de un nuevo clima negociador con los independentistas, el nuevo clima abierto con el PNV, los sucesivos compromisos anunciados en política fiscal, laboral, pensiones, educación, medio ambiente, sanidad. Las actuaciones humanitarias en relación a la inmigración, la actitud digna en el ámbito de las relaciones internacionales y con Estados Unidos. El anuncio de las exhumaciones en el Valle de los Caidos…

Pedro Sánchez en un mes y medio se ha reunido mas con CCOO y UGT y la patronal, que Rajoy en todos sus años de gobierno. En política económica y fiscal había conseguido flexibilizar las exigencias de control del déficit de la Unión Europea y lo había trasladado parcialmente a las Comunidades Autónomas concediéndoles un mayor margen de maniobra.

Todo eso les parece poco al grupo parlamentario de Podemos. No sabemos muy bien que querían y desde luego tengo serias dudas que ellos en el gobierno hubieran hecho tanto en tan poco tiempo. Parece que no han aprendido nada de lo complicado que es gobernar en minoría, no les esta sirviendo para nada la experiencia compleja y ambivalente de los Ayuntamientos del cambio, Madrid, Valencia, Barcelona, Zaragoza, Coruña, Ferrol o Cádiz.

Con la intervención de Alberto Garzón en el Congreso de los Diputados, plagada de lugares comunes, da la impresión de que no saben muy bien en qué país y en qué mundo están.

Es evidente que las propuestas económicas presentadas en el Congreso por parte del gobierno socialista no son la panacea, ni mucho menos y que no son medidas plenamente satisfactorias desde una visión de izquierdas. Son básicamente un cambio de rumbo, un empezar a deshacer los cinco años de gobierno ultraliberal del PP y de la ultima etapa del gobierno de Zapatero. Desarrollar una política fiscal, económica y social progresista, va a requerir años, una clara mayoría parlamentaria de izquierdas y un clima económico en España y en la Unión Europea de crecimiento sostenido. Decir lo contrario es engañar a la gente y hacer demagogia.

Podemos se ha vuelto a equivocar, como ya lo hizo con sus propuestas para el Consejo de RTVE, que no había por donde cogerlas y que impidió que un periodista experimentado y de izquierdas como Arsenio Escolar pudiera ser nombrado presidente del Ente Público.

El grupo parlamentario de Podemos será responsable de que el gobierno tenga que hacer ajustes presupuestarios que repercutan negativamente en las políticas sociales, en el gasto de las Comunidades Autónomas o las inversiones en infraestructuras. Tendrán que esforzarse mucho en sus explicaciones.

Se han dejado llevar por motivos electorales, obsesionándose por diferenciarse del PSOE, pero no deberían olvidar que su declive electoral se inició con la abstención del 2016 y se puede agravar de nuevo.

Si vuelve la derecha al gobierno, y vaya derecha!, la actitud de Podemos tendrá mucho que ver con ello.

¿Que quiere Podemos?