sábado. 20.04.2024

Pedro Sánchez caminará por el filo de la navaja

La rápida y sensata reacción de la dirección de Podemos, da un respiro a Pedro Sánchez y facilita recuperar la imprescindible interlocución entre ambos partidos

Tras los catastróficos resultados electorales del PSOE en junio del año pasado, muchos, a izquierda y derecha, consideraron que este partido estaba abocado a su paulatina desaparición, siguiendo las huellas del PASOK griego. Pero no, los socialistas no están muertos, han demostrado ser un partido vivo como bien refleja que hayan votado PRESENCIALMENTE 150.000 afiliados,  algo absolutamente inédito en la democracia de nuestro país.

También hubo quienes, en este caso fuera y dentro del PSOE, consideraron a Pedro Sánchez un cadáver político, burlándose de su voluntad de recorrerse España y las agrupaciones socialistas para recuperar el liderazgo que le habían arrebatado de mala manera. Seguramente tod@s tenemos amig@s socialistas que en estos meses nos han asegurado con absoluta convicción que Pedro Sánchez no tenía ninguna posibilidad de ganar a Susana Diaz; incluso han difundido bulos como que a los mítines de Sánchez iban sobre todo afiliados o simpatizantes de PODEMOS.

Pedro ha librado una batalla contra casi todas las figuras históricas del PSOE, contra los barones y los aparatos territoriales y de la Comisión gestora, contra la infame actitud del Grupo PRISA y contra la hostilidad de la inmensa mayoría de los grandes medios de comunicación social. Aunque hay que tener cuidado al comparaciones de situaciones muy distintas, el viejo aparato socialista debería haber tomado nota de lo ocurrido en el Partido Laborista inglés.

Para quienes pontifican de que el resultado de Sánchez es una victoria pírrica, hay que responder que los resultados de Susana Diaz han confirmado una realidad y es que su discurso vacío, su prepotencia, su estilo viejuno, pueden todavía convencer a los sectores más retardatarios del socialismo español, pero del Guadiana para arriba Susana ha cosechado un desastre sin paliativos, especialmente en Cataluña, País Valenciano, Asturias, Galicia, Navarra, País Vasco, Baleares, Madrid…Anticipando lo que hubiera pasado de presentarse a las elecciones generales. Frente al infame editorial de El País, que decía que Susana era el futuro y Pedro Sánchez el pasado, hay que responder que si algo ha quedado claro es que Susana es el pasado rancio y clientelar y no precisamente el pasado positivo de los gobiernos de Felipe González o la primera legislatura de Zapatero. La desgracia es que la protagonista de este desastre haya sido la primera mujer, que en la totalidad de los partidos políticos estatales, se hubiera presentado como candidata a la Presidencia del gobierno.

Pero Pedro Sánchez y en su conjunto los socialistas, no lo tienen nada fácil.

Superar la profunda brecha interna va a requerir caminar por el filo de la navaja, compatibilizando una política de integración de los sectores derrotados, y a la vez reafirmar sin titubeos la línea programática que ha salido mayoritariamente. No tolerar que el viejo aparato vuelva a las andadas a la vuelta de la esquina, sin caer en una actitud revanchista, moviéndole las sillas a todos los que han estado enfrente. Repito, no es fácil, pero ahí está una de las garantías para la recuperación electoral de los socialistas. El próximo Congreso del mes de junio nos dará las claves de si Sánchez ha acertado en ese equilibrio entre la firmeza y la integración.

Si dentro del partido el trabajo de Pedro Sánchez y su equipo es difícil, en el campo político tampoco el camino va a ser de rosas. Pedro ha mantenido un discurso muy claro frente al gobierno de Rajoy, pero tampoco se puede liar la manta a la cabeza de la noche a la mañana. Tiene que trazar alianzas con PODEMOS, con los nacionalistas y a ser posible neutralizar la oposición de Ciudadanos. Tiene que recuperar la confianza de los sindicatos, de las ONGS y movimientos sociales. Tiene que dar la seguridad a las clases medias de que tiene una alternativa sólida y coherente, un partido pacificado, y un equipo capaz de asumir responsabilidades de gobierno. Por ello sería muy arriesgado lanzar una moción de censura de manera inmediata, sin tener urdidos los mimbres de una alternativa parlamentaria viable. Como tampoco sería conveniente que sin haber consolidado mínimamente su proyecto, bloqueara desde ya mismo la acción del gobierno, provocando como respuesta unas elecciones anticipadas.

Así que, en el campo político, Pedro Sánchez también va a tener que deslizarse por el filo de la navaja. Demostrando de manera clara que los socialistas ya no son los de la abstención sin contrapartidas o de los frecuentes guiños al gobierno en las Cortes y a la vez convencer a la ciudadanía de que son capaces de hacerse cargo de un gobierno de coalición progresista, que garantice estabilidad, con propuestas consensuadas con sus alianzas políticas y sociales, incluyendo iniciativas para el desbloqueo del conflicto catalán.

La rápida y sensata reacción de la dirección de PODEMOS, da un respiro a Pedro Sánchez y facilita recuperar la imprescindible interlocución entre ambos partidos.

Por ultimo no olvidemos que Pedro ha ganado con un compromiso de renovar la socialdemocracia desde la izquierda y no puede frustrar ese compromiso, por muchas dificultades que le pongan fuera y dentro del PSOE.

En definitiva, después de muchos meses de disgustos, por fin la ciudadanía progresista de nuestro país ha tenido una buena noticia. Los socialistas tienen una ocasión de oro para iniciar su remontada y esperemos que los demás sectores de izquierda estén a la altura de las circunstancias y superen estrechos intereses partidistas del corto plazo, de esta manera entre todos colaboren en la consecución de la alternativa al gobierno de Rajoy.

Pedro Sánchez caminará por el filo de la navaja