sábado. 20.04.2024

Pronósticos electorales

En economía se utiliza el término “ceteris paribus” que significa "manteniéndose todo lo demás constante" Partiendo del referido latinajo me atrevo a aventurar el futuro electoral del país.

En economía se utiliza el término “ceteris paribus” que significa "manteniéndose todo lo demás constante" Partiendo del referido latinajo me atrevo a aventurar el futuro electoral del país.

El PSOE ganará las elecciones en Andalucía de forma holgada. Tal vez rozando la mayoría absoluta. El PP rebajará los resultados del 2011. Irrumpen Ciudadanos y Podemos.

Las elecciones andaluzas marcarán la tendencia  de estas dos últimas formaciones: Ciudadanos al alza, con propensión a ser una fuerza determinante y Podemos evidenciando que su ruido e ínfulas no se corresponden con la realidad. Los vientos electorales soplan en rachas y volátiles pero dudo mucho que Podemos supere el 15% y nada me extrañaría que su tajada electoral se aproxime más al 10% que al 15%.

La razón habría que buscarlo en un campo ignorado en política pero a mi juicio vital: la etología. 

Así, mientras Podemos representa el voto de la ira, la rabia y la venganza, Ciudadanos aspira a catalizar los deseos de cambio dentro de la justicia y las Instituciones en el marco de una economía de mercado respetuosa con el Estado del bienestar. O al menos ese es el producto que están vendiendo y que muchos electores parecen dispuestos a “comprar” con su voto.

En su línea bolivariana, Podemos apuesta por una ruptura que rompería la Constitución de 1978 y que nos adentraría en  procelosos avernos. Campa la desesperación en muchas dehesas de España, pero no tanta como para entregar el país a discípulos de Chávez, Lenin o el idiota demenciado de Gramsci, por más que se disfracen de socialdemócratas, transversales o lo que sea menester en función del momento.

Por otra parte, los estados de ira, rabia y venganza no resultan sostenibles mucho tiempo. Millones de años de evolución han moldeado la conducta humana para apearse de la ira y la rabia a la menor ocasión razonable. Básicamente porque estas pulsiones, si bien comprensibles, son muy nocivas y su contumacia acarrea graves daños.

Así, por paradójico que pueda resultar, la medicina prescrita por un partido de derechas, Ciudadanos, se presenta esta vez como un poderoso antagonista contra la izquierda extrema de Podemos.

Si tomamos un ejemplo médico, Podemos representaría al doctor que, tras diagnosticar con el mayor pesimismo, sugiere una operación a corazón abierto con trasplante de órganos y el consiguiente riesgo mortal. Ciudadanos, ante análogo diagnóstico, promete la curación a través de fármacos y  dieta. Es obvio hacia donde se decantarían la mayoría de los pacientes.

En base a lo anterior, no resulta aventurado entrever que Andalucía va a ser la proyección de los siguientes comicios, sobre todo de las elecciones generales y que, en gran medida, va a marcar el sentido de muchos votos.

Nos acercamos, pues a un Parlamento nacional con ramalazos de “italianización” pero que a mi juicio va a contar con un PP en decadencia, Podemos desinflado y cada vez más ajustado a su espacio electoral: la extrema izquierda, y dos partidos, PSOE y Ciudadanos, condenados a entenderse y pactar.

En este sentido, la llamada “gran coalición” entre la izquierda y la derecha no la acabarían formando el PP y el PSOE, sino este último partido y Ciudadanos. No es un escenario ideal, al menos a mi juicio, pero, desde luego, sí parece mucho más despejado y halagüeño que un dominio político de la derecha rancia del PP o los delirios ruinosos y despóticos de la extrema izquierda… Humildemente, creo que esto es lo que va suceder. Al tiempo, y “ceteris paribus”.

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