jueves. 28.03.2024

El bachiller Miguel Ángel Rodríguez rebuzna contra los empleados públicos

Hace poco más de una semana, el bachiller Rodríguez rebuznó contra los empleados públicos. Exigía despedir a la tercer parte y reducir sus ingresos en igual cantidad...

Hace poco más de una semana, el bachiller Rodríguez rebuznó contra los empleados públicos. Exigía despedir a la tercer parte y reducir sus ingresos en igual cantidad. También arremetía contra la estabilidad en el empleo, pese a acceder por oposición y resultar necesaria la independencia de la política.

Pues bien, en una carta amable y comedida, Elena Vicente, presidenta de FEDECA (Federación de Cuerpos Superiores de la Administración) respondió a algunas maldades del citado bachiller.

Así, hemos sabido que la empresa de publicidad Carat España, S.A. cobró más de 26 millones de euros en contratos públicos desde que el referido bachiller ocupó la presidencia. “Es conocido -prosigue Elena Vicente- que  desde su incorporación, esa agencia de publicidad contrató con ministerios y con la televisión pública. De Fomento recibió casi 4 millones de euros a través del GIF, un mes después de que llegase a la presidencia de Carat; para el Ministerio de Trabajo elaboró la campaña por la que cobró más de 7 millones de euros, y su adjudicación dio mucho que hablar. Interior también le encargó algunas campañas publicitarias, una de ellas sobre la seguridad vial, por un importe de casi 15 millones de euros. Solo por los encargos de TVE en 2003 facturó más de 450.000 euros”.

Los científicos españoles han de abandonar el país. M.A. Rdoríguez ocupó altas responsabilidades (a libre designación, obviamente). Por ello, ha sido necesaria la ingesta previa de bicarbonato, pero, finalmente, he decidido seguir por Youtube los rebuznos proferidos en TV por el bachiller Rodríguez.

Me acompañaba una amiga psicóloga quien, tras escucharlos, emitió el siguiente diagnóstico:

“Manifiesta una inquina feroz hacia los empleados públicos porque son el espejo que le devuelve la imagen de si mismo. Los empleados públicos todo lo han conseguido por su propio esfuerzo, en libre concurrencia con otros competidores-opositores. Con todo el mérito y honor. Nada le deben a nadie. Ante nadie deben doblar el espinazo y babear sumisamente para mantener un status superior a su talento y cualidades. No se prostituyen ante un político o un banquero.

Esa dignidad hiere a quienes saben -aunque no lo confiesen- que cuanto son y tienen provino del favor de  terceros. Para más inri, la mayoría de los empleados públicos poseen una cualificación académica y profesional muy superior a la de ese sujeto”.

Huelga aclarar que en la psicología, ciencia que recorre los laberintos de la conducta humana, soy profano. Por ello dejo al prudente arbitrio del lector el diagnóstico de mi amiga.

No obstante, lo anterior, y sin que sirva de precedente, me gustaría enlazar con otras opiniones, en este caso personales, sobre los injustos ataques que los funcionarios en particular y los empleados públicos en general reciben de sujetos totalmente prescindibles en la vida pública.


Nota.- Me complace aclarar que la expresión “rebuznar” admite una segunda acepción “hablar de forma estúpida”. No se sientan, pues, aludidos los amantes de nuestra fauna autóctona.

El bachiller Miguel Ángel Rodríguez rebuzna contra los empleados públicos