jueves. 25.04.2024

Ortega no leyó a Jacob Burckhardt

caza

A vueltas con el arte venatorio

He leído algunas reflexiones sobre la cacería de venados y jabalíes en campos de nuestro vecino Portugal, al parecer, con la participación de algunos conciudadanos. Algún lector de mi artículo anterior de fecha 26.12.20, El discreto encanto de la clase ociosa, me ha hecho algún reproche, sin apuntar al blanco dónde yo apuntaba. Parece que no coincidimos en la pieza a abatir. Por si lo siguiente aclara más mi reflexión, ahí os lo ofrezco:


No nos resistimos a reproducir literalmente un párrafo del Prólogo de Ortega y Gasset al libro del Conde de Yebes. Juzguen ustedes mismos:

No es, pues, un azar ni mera insolencia subversiva la inveterada furia de los populares contra el privilegio de la caza. Está sobremanera justificada: en ella revelan que son hombre como los de arriba, y que es normal en el ser humano la vocación, la ilusión felicitaria de la caza. Lo que es un error es creer que ese privilegio tiene un origen arbitrario, que es pura injusticia y abuso de poder. No; pronto vamos a ver –no sólo la deportiva y suntuaria, sino toda la caza, sea la que fuere- reclama limitación y privilegio. Dispútese, peléese cuanto se quiera sobre quiénes han de ser los privilegiados, pero no se pretenda que los cuadrados sean redondos y que la caza no sea privilegio. Pasa con esto como con muchas otras cosas: desde hace dos siglos en la Humanidad occidental se combate para que no haya privilegios. Lo cual es estúpido, porque en ciertos órdenes el privilegio es inexcusable y su existencia no depende del humano albedrío. Es de esperar que el Occidente dedique los próximos dos siglos a pelear –pues no hay esperanza de pausa en su ingénita pugnacidad-, a pelear, digo, por algo menos estúpido, asequible y nada genial como sería una mejor selección de los privilegiados.

En las épocas de signo inverso, que no son revolucionarias, y evitando la insincera utopía, se atienen a lo que las cosas son, la caza no sólo fue un privilegio respetado por todos, sino que los de abajo exigían a los de arriba su ejercicio, porque veían en la venación, sobre todo en sus formas superiores –montería, cetrería y batida a las grandes fieras-, una disciplina vigorosa y una ocasión para demostrar el coraje, la reciedumbre y la destreza, que son los atributos del auténtico poderoso.

Y en otra frase se empareja así la caza con la regla monástica y la ordenanza militar. Que junto con monarquía y nobleza -reputados cazadores-, conforman el triunvirato de nuestra patria y de las esencias de lo español. Dios, Patria, Rey.

Me resisto, por el posible cansancio del lector, a incluir otros amplios párrafos del citado Prólogo, que escrito en plena posguerra, miserable para muchos españoles –Junio de 1942-, desde Lisboa y sin haberse decantado aún la IIGM a favor de los aliados, en plena ofensiva del eje, nos muestran a un verdadero filósofo de la “clase ociosa”.

De la verdadera nobleza estamos tanto más alejados cuanto más tiempo hayan sido nuestros antepasados osados malhechores. La práctica de la cetrería no huele más a nobleza de lo que huelen a bálsamo los nidos de las aves mismas. La agricultura, tal como la practicaban los antiguos, está mucho más cerca de la nobleza que este insensato corretear por bosques y montañas, con lo cual llegan a semejarse a los propios animales. Una cosa así debiera ser simplemente una diversión, pero en manera alguna un asunto vital. Poggio en su diálogo De la nobleza, con Niccoló Niccoli y Lorenzo de Médici. (Recogido por Jacob Burckhardt en  La cultura del Renacimiento en Italia).

Cuanto mayor es el rigor con que el humanismo dominó las ideas de los italianos, con tanta mayor firmeza se llegó al convencimiento de que la cuna no decidía sobre el valor del hombre. Jacob Burckhardt. (1)

A Ortega ya le había dado tiempo de leer a Burckhardt. ¿No? o estaba inmerso en la Contrarreforma del siglo XX contra La Rebelión de las masas.


VEINTE AÑOS DE CAZA MAYOR,  escrito por el CONDE DE YEBES, con un prólogo de 42 páginas de JOSÉ ORTEGA Y GASSET. Ediciones El Viso. 1942.
LA CULTURA DEL RENACIMIENTO EN ITALIA. JACOB BURKHARDT. 1860.
TEORÍA DE LA CLASE OCIOSA. THORSTEIN VEBLEN. 1899

(1) Títulos reales y nobiliarios de España. Wikipedia recoge 2827 títulos actuales en España. Recogen: Ducados, Marquesados, Condados, Vizcondados, Baronías, Señoríos, Grandezas Personales, Los Grandes de España son representados hoy en día a través de la Diputación Permanente de la Grandeza de España. Tiene otorgadas funciones asesoras de la Administración Pública y del Rey en cuanto a su prerrogativa constitucional sobre honores y distinciones y sobre sucesión y rehabilitación de títulos nobiliarios. Existe un Real Consejo de Ordenes en el que se incluyen  representantes de Maestranza y representantes de las Ordenes Militares. WIKIPEDIA.

Ortega no leyó a Jacob Burckhardt