viernes. 19.04.2024

Asegúrese que el 26J su voto se suma al cambio

Los líderes políticos dicen que salen a ganar, pero saben que la mayoría absoluta ya no está a su alcance y que están obligados a pactar. Según todas las encuestas, el PSOE tiene muchas posibilidades de bajar un escalón y quedar situado en la segunda fila del nuevo escenario cuatripartito surgido tras las últimas elecciones del 20D. A diferencia de Ciudadanos, partido con el que presumiblemente compartirá ese segundo escalón, los líderes del PSOE (encabezados por Sánchez o por su sustituta), tras el resultado electoral, tendrán en sus manos la cuestión esencial de inclinar la balanza a favor del cambio o de la continuidad.

A los viejos y amortizados líderes que dirigieron el PSOE durante la transición y han vuelto para encauzar las ansias de poder de Sánchez, así como a la mayoría de los actuales barones territoriales, les da miedo el abismo en el que pueden precipitarse si se dejan arrastrar a un pacto con Podemos y con el espacio político que han logrado articular a su sombra las fuerzas progresistas y de izquierdas. El equipo dirigente del PSOE sabe que del otro lado, si sirven de muleta al PP, hay otro abismo en el que pueden perder su razón de ser y, en última instancia, la centenaria historia de su partido. Pese a todo, los dirigentes socialistas parecen más inclinados a ceder el Gobierno al PP, sea en forma de gran coalición, con o sin Ciudadanos, o permitiendo gobernar al PP y constituyéndose como oposición responsable e influyente. Por eso no descubren sus cartas ni se arriesgan a definir su posición en tal coyuntura.

La decisión no será fácil. Más difícil aún si la mayoría social a favor del cambio se plasma en las urnas de forma más evidente aún que en las pasadas elecciones de diciembre. La partida se ganará en una carambola a cuatro bandas de alta fantasía. El espectáculo está asegurado. Los papeles se repartirán a partir del 27 de junio. Muy probablemente, habrá dos ganadores, un perdedor y un comparsa con mucho poder institucional que ocupar o perder, si las negociaciones no le son propicias. Tras ese reparto de poder institucional, sillones y capacidad de gestión de los presupuestos públicos, en las negociaciones también se van a jugar las posibilidades de futuro y bienestar de la mayoría social durante al menos otra legislatura.

Por su parte, las fuerzas nacionalistas periféricas parecen agazapadas. Tratando de no dejarse arrastrar por una marea del cambio que puede recortar su espacio y cortar alas a algunos de sus sueños. A la espera de que la carambola ganadora les permita meter baza o, por lo menos, saber qué alianza es la ganadora y les podría ayudar en las elecciones de sus respectivas Comunidades Autónomas reincorporarse al juego.

En el griterío confuso que acompaña a una campaña electoral, no es mala idea seguir los consejos de un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra, como Antonio Machado. Desdeñe las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. Párese a distinguir las voces de los ecos.

Nos jugamos mucho y no habrá más desempates. Asegúrese, tanto como pueda, que su voto por el cambio no vaya a ser utilizado para prolongar la vida política de Rajoy y de los recortes. Tras depositar su voto, no lo pierda de vista. Delega el poder de decisión que le da su derecho a votar, pero sigue siendo dueño de su voz y de sus palabras.

No tenga más miedo al cambio que a los que quieren continuar con las políticas de austeridad que en los últimos 6 años han recortado empleos, salarios, derechos laborales, bienes públicos y protección social. Tenga miedo de los que no quieren sanear la vida política y se niegan a responsabilizarse de la sistémica corrupción y el saqueo de las arcas públicas que han propiciado y siguen amparando. No se deje coaccionar por los poderes que quieren dejar las cosas como están. Vote y asegúrese de que su voto se suma al cambio.  

Asegúrese que el 26J su voto se suma al cambio